A 5 años de la partida de Daniel

unnamed_1.jpgDentro de dos días, el 21 de agosto, se conmemora un aniversario más de la partida de un grande del humor de todos los tiempos. Como sé que las redes se llenarán de homenajes, quiero hacerle el mío ahora, tranquilo, porque ese día será triste para mí, estoy seguro. Tuve la enorme suerte en mi vida de conocer en persona a uno de mis Ídolos en el humor, a uno de mis Maestros. Tuve la suerte de que viera mi trabajo. Pero tuve mucha más suerte de que llegara a ser uno de mis mejores amigos. De esos de verdad, de los que se cuentan lo bueno y lo malo de esta vida.
Imagínense lo que significó para mí ser íntimo amigo de un ídolo en mi carrera.
Ahora siento pena de nuevo.
Solo compartiré con ustedes, amigos míos, algo que me caló hondo y que sucedió hace 5 años y unos días.
Una mañana suena el teléfono y era él. Me dice que ya no puede seguir respondiéndome mis correos, que los últimos él se lo dictaba a su hija desde la cama para contestármelos y a continuación me cuenta cómo se resquebrajaba su salud. Me quedé congelado. Entendí que se estaba despidiendo. Fue muy fuerte. No lo podía creer. Como tengo por costumbre, evado los malos pensamientos para no sufrir antes de tiempo. Y aunque de vez en cuando me llegaban esas nubes oscuras a mi mente, no fue hasta el día 21 agosto del 2015 que se me produjo el total impacto emocional al enterarme de su muerte.
Estábamos en la Universidad de Córdova, en su querida Argentina precisamente, y acababa yo de exponer en un Seminario Internacional sobre Teoría del Humor en el que estaba invitado, cuando llegó la noticia. Interrumpí entonces la ponencia de una colega, les informé a los presentes de lo ocurrido y pedí un minuto de silencio. Pensé que era el mejor homenaje en ese instante, que se recordara su memoria, su legado, en el silencio de los estudiosos del humor, en el mismo campo donde él había pasado a la Historia.
Gracias, Daniel, por tu talento descomunal y tu extraordinario valor humano.
 
firma3_10.jpg

Añadir nuevo comentario

Plain text

  • Saltos automáticos de líneas y de párrafos.
  • No se permiten etiquetas HTML.
  • Las direcciones de las páginas web y las de correo se convierten en enlaces automáticamente.