Entrevistas

Espacio dedicado a las preguntas que he respondido a lo largo de mi carrera en el humor, y que han sido publicadas en libros, en la prensa escrita, radial, televisiva o digital.

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Publicada en el diario La Prensa Austral. Punta Arenas. Chile. Febrero de 2013

Esta semana el autor Pepe Pelayo llegó por primera vez a Punta Arenas con el objetivo de realizar dos funciones de animación a la lectura en la recién inaugurada sucursal de la librería “Entrepáginas” en el Mall Espacio Urbano Pionero. Las actividades se realizarán esta tarde, a las 18 horas, y la otra está fijada para mañana al mediodía.

 

El currículo de este cubano-chileno cuenta que es ingeniero civil de profesión, pero internacionalmente ha sido conocido como escritor, humorista, guionista, comediante, cuentacuentos, especialista en teoría y práctica del humor.

 

Es que Pelayo es conocido en el circuito literario por la estrategia que utiliza para acercar la lectura a las personas. Aprovecha las herramientas que otorgan el humor y la ironía para incentivar el hábito lector a niños, jóvenes y adultos.

 

Parte de ese esquema de trabajo será presentado este fin de semana en Punta Arenas. “¿Qué es lo que puede esperar el público que asista a las funciones?. Pues una fomedad”, contesta certero, medio en broma y medio en serio.

 

Pepe Pelayo dice que este tipo de experiencias apuntan a motivar a la lectura a través del humor. El cuenta un cuento, hace chistes, su manager y esposa (Mireya) canta una canción y todo se va relacionando donde el libro es el verdadero protagonista y no ellos.

 

“Lo que queremos decir con eso que se puede relacionar el placer con la lectura. Cualquiera puede ir porque a veces los adultos se divierten más que los niños, esto muy familiar, porque hay muchos espacios de intercomunicación entre todos los que asisten”, advierte.

 

El autor no se muestra pesimista frente al panorama que enfrenta hoy la literatura. Lo importante, agrega, es que hay que generar estrategias que sean efectivas y que ayuden a motivar el hábito lector a cualquier edad.

 

Sobre la irrupción de las nuevas tecnologías, destaca el aporte que entrega internet. Pero opina que el problema está en que “es la misma gente la que la hace dañina. Hay espacios en internet que hacen daño como ‘El rincón del vago’ o el chateo para masacrar el idioma y toda esa parte mala. Pero es espectacular tener internet para buscar la información que tú quieras. Si se hace bien, internet vendría a ser lo mejor que ha inventado el ser humano desde la imprenta. Pero si se hace mal, es horrible y obvio que va en contra”.

 

A partir de la experiencia recogida como cuentacuentos en distintos lugares de Latinoamérica, considera que efectivamente se lee poco y que esta merma en la lectura comienza a manifestarse de manera dramática una vez que se egresa de la enseñanza media.

 

Es por eso que durante la etapa educativa hay que incentivar el hábito lector y apuntar a un mecanismo que genere cierta fidelidad entre la persona y el interés por leer. Lo importante, advierte, es generar las instancias para dar cuenta que leer es entretenido cuando se llega a un texto que divierte. “Yo te aseguro que leer es fome y ver películas es fome si consumes el libro y la película que no te gusta. Pero si tú logras que el niño entienda que la lectura no es fome sino que era fome el libro que leyó y no le gustó. Entonces ahí te encuentras con cosas que te dan placer y te generan retroalimentación. Hay que hacer el trabajo de investigar qué le gusta a este niño y al público en general. Eso nosotros lo descubrimos y usamos el humor para llegar a la familia”.