Amigos chilenos: un comentario sobre el humor de Kramer en la Teletón 2018

descarga_14.jpegNo vi la Teletón este año, nunca la veo. Me gusta el concepto de recaudar dinero para esa causa y hasta donamos, pero no me agrada ver las presentaciones artísticas, porque cuando hace años las vi, las encontré malas para mi gusto. Y cuando se hace algo excepcionalmente bueno o malo, después me muestran las grabaciones.
En esta ocasión varios amigos y familiares insistieron que en que viera el show de Kramer para que lo comentara. Lo acabo de ver.
Debo aclarar que considero a Kramer un imitador fuera de serie, a nivel internacional incluso.

Pero, ¿por dónde cojean la mayoría de las rutinas de este humorista? Por el guión. Carecen de buenos guiones. Lamentablemente, me cuesta disfrutar bien sus presentaciones. Gozo de sus casi perfectas imitaciones y sufro con lo que dice y hace (en muchos casos, repito).
Pues esta vez me pasó lo mismo. Nunca me reí, a pesar de admirar las imitaciones de Luis Miguel y de Piñera (no tanto la de Julián).
Tenía una fácil estructura de guión, porque parodió exactamente el programa “Pasapalabra”. Solo le faltaba llenar de chistes ese esqueleto. Pero no lo hizo. Despilfarró demasiado las oportunidades de hacer buenos chistes.
Miren, al ver ese show me dio la impresión de que Kramer odia visceralmente a Piñera, o es un humorista muy oportunista, o las dos cosas. ¿Por qué? Porque usó la burla directa y ácida, sin elaboración artística. En otras palabras, no hizo humor. Hay una burla que sí es humor y otra que no. Por ejemplo, poner en boca de Piñera en el sketch las palabras “tusunami” y “marepoto”, no es un chiste, ¡porque eso mismo lo dijo Piñera de verdad! Es difícil superar eso que pasó en la realidad. Para tú hacer un chiste con eso tendrías que subirle la palabra a la realidad, con elaboración artística, claro. Pero repetir como cacatúa lo mismo –ni más ni menos-, es pésimo humorísticamente hablando. Para mí fue evidente que quiso congraciarse con los enemigos de Piñera y/o calculando que el público, supuestamente tan dolido con Piñera -para él-, se reirían y lo aplaudirían. Y así, por el estilo, fue casi todo en su rutina.. 
Entonces, según mi humilde opinión, quedó muy mal como humorista. 
Y en cuanto a la razón de ser de su burla con odio, digo que tampoco está bien. Amigos, para poner el parche antes de que salga el grano: no soy piñerista ni mucho menos, ¿quedó claro? Pero me siento un demócrata que respeta las leyes del juego democrático. Y reconozco que Piñera ganó la elecciones y es mi presidente, me guste o no. Y por otro lado, me duele ver cómo se le falta el respeto al cargo de Presidente. Si alguien le hubiera hecho bulling a la sra. Bachelet, muchos de los actuales opositores hubieran saltado para defenderla de esa falta de respeto. Y ahora, cuando se le falta el respeto al presidente contrincante político, nadie dice nada. Eso es hipocresía, doble moral y es una de las razones de por qué está tan desprestigiada la política. Pero no quiero salirme del tema.
En fin, tres consejos de alguien que le desea lo mejor a un colega, como lo es el talentoso Kramer: uno, gane usted un poco menos de dinero y gásteselo en contratar buenos guionistas. Dos, no caiga en el oportunismo para congraciarse con las fétidas redes sociales o con cierta gente –como muchos “standuperos”-, pensando que así gana popularidad y aceptación. Tres, puede hacer humor con burla, puede hacer sátira, pero no le falte el respeto a nadie con ese humor. Y cuatro, analice primero lo que hace para que no se equivoque haciendo algo que no es humor pensando que sí lo es.
Le doy mi palabra que ese humor que trató de hacer es pura moda y pronto pasará, o se limitará a fosilizarse en algunos rinconcitos de la ciudad. Y usted está para grandes cosas, maestro.

 

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