Calidad de vida a través del humor

Calidad de vida a través del humor

 

Artículo mío, publicado en el Diario El Austral. Osorno, Chile, correspondiente al mes de enero.

http://www.australosorno.cl/impresa/2014/01/24/full/8/

 

Hace poco alguien me preguntó si la Universidad Santo Tomás de Osorno estaba acreditada. Yo le dije que sí y en seguida le dije: “pero lo que no sé es si yo estoy acreditado para vivir”. No entendió y se fue sin responderme. Entonces me quedé meditando sobre el tema, preguntándome: “¿qué tendría que hacer para acreditarme si fuera cierto? Ahí me lancé a buscar la fórmula mágica que hiciera posible medir a una persona para “acreditarla a vivir”, pero de forma políticamente correcta.

 

Comencé por definir que lograr la Felicidad es la meta final para la acreditación. Y eso significa vivir con la mayor cantidad posible de momentos buenos. 

 

Pero la vida está compuesta por momentos buenos y las desgracias. Y las desgracias vienen aunque uno no las llame. Me refiero a que agarramos una enfermedades; o se nos quema la casa, nos estafa La Polar, nuestra pareja nos deja; en fin, cualquier pérdida, frustración, fracaso, victimización, molestia o error. Por lo tanto, es obvio que hay que tener algo extraordinario que nos ayude a defendernos. Ese superhéroe es el Humor. Hay que vivir en un estado habitual de buen humor, y con el sentido del humor desarrollado. 

 

Pero es muy inocente pensar que sólo con Humor vamos a tener más momentos felices. No hay dudas de que debemos intentar alcanzar también una Sabiduría para vivir
Para ello es fundamental dominar el campo de las emociones. Queda claro que es importantísimo no dejarnos llevar por las emociones negativas. Pero está también la inteligencia espiritual. La que relaciona el espíritu y la materia. Recuerde que buscamos lo políticamente correcto.
Y para terminar de completar el concepto de Sabiduría, tenemos un factor de mucho peso en nuestra fórmula: lo relacionado con la educación, el aspecto cultural, más la imaginación, la creatividad, el sentido común, el sentido crítico, etcétera., que inciden tanto en cómo vivimos. A todo eso lo llamaremos Formación. 

 

Así: Inteligencia Emocional + Inteligencia Espiritual + Formación = Sabiduría
Y entonces: Humor + Sabiduría = Felicidad.

 

Llegamos a la Felicidad, al parámetro buscado para la Acreditación. Ya está.
Pero pensándolo bien, no es tan así. Porque nadie debe intentar vivir regido por fórmulas. Mi consejo entonces es reflexionar sobre todos estos conceptos y después vivir como nos plazca. 

 

Y si alguna vez le digo que estoy acreditado para vivir, ofrézcame dinero para yo poder responderle que vivo sin fines de lucro y marcharme por las calles osorninas con una sonrisa políticamente correcta.

 

Añadir nuevo comentario