El gran decisión de Jorge "Chino" Navarrete

No es fácil creer en las casualidades. Hace unos días recibí una noticia que me llegó hasta lo más profundo. Un tremendo amigo y excelente humorista chileno que quiero mucho, tiene cáncer y está desahuciado según los médicos. Me refiero a Jorge “Chino” Navarrete.
El Chino abandonó la medicina tradicional por lo agresivo del tratamiento. Decisión que fue apoyada por su esposa e hijas. Está pasando el vendaval con sus medicinas de tratamiento, pero sobre todo con el mejor estado de ánimo jamás visto. Su cara es una sonrisa perenne. Y no es una máscara, es la convicción interna de que la vida es algo bueno y lindo y que hay que disfrutarla hasta el último instante. Y lo mejor, también tiene como objetivo contagiar a todos en este mundo. 

Lo increíble de este gran hombre (he sido testigo de cómo ayuda a todos desinterasadamente), es que no se quedó en ser un creador e intérprete de humor, cosa bastante difícil por sí solo, sino que a los 50 años estudió psicología en la Universidad, solo para ganar más herramientas en su cruzada por llevar alegría, amor y humor a todos.
¿Cuál fue la casualidad? Que en un importante centro de salud de Santiago me pidieron impartir un taller sobre “cáncer y humor”, dirigido a pacientes, familiares y parte del personal del centro. ¡En tantos años de carrera dentro de la teoría y la aplicación del humor, jamás me habían invitado a impartir sobre ese tema tan específico!
Ojalá pueda llevarlo ese día (él decidió seguir trabajando mientras pueda), o de lo contrario tendré que hablar de él, porque su historia de vida bien lo vale.
Desde aquí le digo a mi chinito que lo quiero mucho y que lo admiro mucho también. Si todos los afectados por enfermedades graves y por diferentes desgracias, tomaran su ejemplo, este mundo sería más maravilloso aún.