Humor y Virus

ami.jpgMi querido amigo Yin Pedraza Ginori subió un post a su muro de FB relacionado con el humor y la pandemia. Ahí menciona a varios humoristas españoles que dan su opinión al respecto. Después de leer el escrito de Yin me quedé reflexionando y quiero dar mi opinión sobre algunos puntos que creo importante en este polémico tema humor-coronavirus. Trataré de ser breve (lo dudo, porque me cuesta mucho) en aras de los que se aburren cuando tienen que leer más de un párrafo. Por eso sintetizaré ideas en cápsulas.

* El humor no tiene límites. El límite es de quien lo consume. Por lo tanto, se puede hacer humor de esta tragedia y el que le gusta que ría y el que no, que no lo consuma. Y si se ofende, que por las vías que ofrece la democracia proteste y hasta demande si así lo estima.

* Por lo anterior, sin dudas todo depende entonces del humorista, del tacto y el buen o mal gusto que tenga, sin contar el talento, claro. Se puede hacer un chiste que ofenda, es legal pero no ético quizás. Por lo tanto, el público inteligente irá valorando a cada humorista que aborde el tema, para continuar siguiéndolo o no. Con las redes sociales, ahora cualquiera puede hacer humor y ese es el peligro, porque sí lo pueden hacer y tienen derecho hacerlo, pero por ello les damos la posibilidad que se expresen los mediocres, los malaleches, los sin talento, los ignorantes, los confundidos y todos ellos son los que les dan mala fama al humor. Hay que saber distinguir entre ese producto fallado y el de los buenos profesionales. Y a veces el público no está capacitado para ver esas diferencias.
* El humor negro es sano, es terapéutico si se hace bien. En tiempos de crisis, de tragedias, tiene que existir para sanear nuestra mente, para evadir, porque vivir más de lo normal con emociones negativas es muy dañino. Y el humor te “desconecta” de esa realidad. El humor desdramatiza, se enfrenta a los miedos, es una medicina para el dolor.
* Pero hay que tener tacto, como dije. Miren esto que publiqué en mi libro “El chiste”: un estudio ha mostrado que los chistes sobre la tragedia del Challenger surgieron unos 17 días después del accidente. El autor del estudio, Bill Ellis, de la Universidad del Estado de Pensilvania, clasificó los chistes sobre el Challenger por fecha y lugar de aparición. También estudió otros, por ejemplo, los surgidos después de la muerte de la princesa Diana de Gales, los cuales tuvieron un periodo de latencia más corto. Y el de los ataques terroristas del 11-S, que comenzaron a hacerse públicos en un tiempo mucho más largo. Eso significa que cuando la tragedia aun está fresca, es muy difícil reírse, por razones lógicas. Ante el drama, lo emocional (la compasión, por ejemplo), predomina, e inhibe la risa. Eso lo dijo Henri Bergson en su libro “La Risa” en 1900. Pero pasado un tiempo prudencial el ser humano necesita evadir, “desconectar” del asunto o se enferma. Resumen: el humor sobre la pandemia que vivimos es básico, fundamental que exista.
* Pero, ojo, no todo el humor que necesitamos es el que tiene como tema central la tragedia del virus en este caso. Para funcionar como terapia no es imprescindible que nos riamos de lo relacionado con lo que produce este flagelo. Está muy bien que nos riamos del uso de las mascarillas, del acaparamiento de papel higiénico, del trauma de la prolongada cuarentena, etc., pero también es positivo reírnos con los Hnos. Marx, con Chaplin, Monty Phyton, Cantinflas, etc., por poner algunos ejemplos muy conocidos de otros tipos de humor y otros contenidos. Es que muchos humoristas y críticos se confunden y piensan que sólo existe el humor de burla ácida, o el humor contingente, o el humor de crítica, o como quieran llamarle. Amigos, el humor que sólo divierte y el que divierte y hace pensar, también lo encontramos en el humor irónico, el costumbrista, el absurdo, el blanco, etc., etc., y que son tan o más importantes que el que nos ocupa. En este punto toco también a los que plantean que el humor de estos tiempos ha cambiado. ¡Falso! El humor no ha cambiado, el que ha cambiado es el ser humano (¿o sólo han cambiado algunos sectores?). Este punto es dudoso y debatible, porque manipular principios de moda o no consumir tal humor “porque así lo dictan los ideólogos”, no es un real cambio. Por eso digo que el humor no ha cambiado. El humor es bueno o malo en cualquier época. Por eso la gente sigue repletando los teatros a ver a Les Luthiers, Tricicle, etc.., que no hacen ese humor que desean algunos.
* Y por último, a los detractores del buen humor: en la inmensidad del mar, en el infinito de los cielos y en las tinieblas y luces de los tiempos y los espacios, siempre estará presente el humor. El hombre muere, el humor es inmortal. Va a durar más que las cucarachas, así que no se hagan ilusiones.
* No necesariamente tengo la verdad, así que pueden contradecirme. Gracias.
 

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