Hasta ahora no había querido publicar mis opiniones sobre lo que está sucediendo en Chile, pero como tengo tantos amigos que no viven aquí y ellos me escriben y me llaman para que les explique, me veo en la obligación de hacerlo.
Me atrevo entonces a expresarlo, aunque sé de antemano dos cosas: una, que puede que mi visión no sea la verdad, como es lógico; y dos, que por decirla, varias personas me crucificarán por no pensar como ellos.
Para los que me conocen poco, les informo que no pertenezco a ningún partido político y que si desean clasificarme, sería más de izquierda que de derecha (aunque en estos tiempos esa clasificación es confusa), siendo en muchísimas cosas un liberal, sobre todo en lo valórico.
Así aclarado todo, comienzo.