Hoy fui al Centro en Metro. A mi lado se sentó un joven. Tenía tatuado los brazos, todo el cuello y parte del rostro. Llevaba puesto piercing en la nariz, en un párpado, dos en el labio inferior y en cada lóbulo de sus orejas tenía insertado sendas circunferencias como tapas de frasco de mayonesa. Disimuladamente, pero con esfuerzo, pude observar que solo tenía pelo en el medio de la cabeza, estilo mohicano y de color azul cobalto. Pasé trabajo porque usaba un abrigo con capucha, tipo franciscano. Y por supuesto veía con profunda atención su celular.
Mirándolo de reojo comencé a especular sobre él. Podría apostar a que no se gustaba físicamente ni un poquito, porque por algo quería mostrar una imagen que escondiera la suya. Y conjeturé que no andaba muy bien de personalidad tampoco, porque no era capaz de vencer sus complejos y además, era evidente que no le interesa la sociedad, sin contar que sabía que con todo eso en su apariencia se iba a destacar entre los demás y para eso lo hacía, ya que su baja autoestima era evidente, pensé.
Leí esta anécdota hace poco: En una de sus reuniones, Stalin solicitó que le trajeran una gallina. La agarró fuerte con una mano y con la otra empezó a desplumarla. La gallina desesperada por el dolor, intentó fugarse, pero no pudo. Así logró quitarle todas las plumas y les dijo a sus ayudantes: “Ahora observen lo que va a suceder”. Puso la gallina en el piso y se alejó de ella un poco y agarró en su mano un poco de maíz, mientras sus colaboradores observaban asombrados cómo la gallina, asustada, adolorida y sangrando, corría detrás de Stalin que le iba lanzando los maíces.
La gallina lo perseguí por todos lados. Entonces Stalin miró a sus ayudantes y les dijo: “Así de fácil se gobierna a los estúpidos. Vieron cómo me perseguía la gallina a pesar del dolor que le causé. Así son la mayoría de los pueblos, persiguen a sus gobernantes y políticos a pesar del dolor que les causan por el simple hecho de recibir un regalo barato o algo de comida para uno o dos días”.
Y llegó el esperado sábado 13 de abril. Y se inauguró la exposición de humor gráfico "Humor de doble sentido" de Carrillo y mía. Y ambos presentamos una parte de nuestra "Comedia gráfica". Y se cumplió nuestro objetivo de hacerlo en la Casa Museo Pablo Neruda de Isla Negra, por lo que eso significa. Y se cumplió nuestro deseo de inaugurarla a sala llena. Y nos satisfizo enormemente ver allí a rostros muy queridos, a pesar de que tuvieron que viajar 1 hora y 20 minutos en auto desde Santiago, 1 hora 10 minutos en auto desde Viña del Mar, etc. Y tenemos que agradecer a la directora Carolina Rivas y a todo su equipo de la Casa Museo que con tanta amabilidad nos acogió y atendió. Y gracias a todos los allí presentes por sus risa y aplausos.
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