Otro logro del humor

Logro del humor

Perdonen, pero esto no me lo puedo guardar, porque me ha hecho feliz y creo que le puede servir a otras personas.

Recibí este mensaje:

 

Estimado Don Pepe. Hace mucho tiempo que pensé en escribirle esto, y ahora me hice un tiempito para contarle algo que espero le guste. Verá yo soy Educadora Diferencial y por años he trabajado con niños autistas en la ciudad de Viña del Mar, y un año tuve a un grupo de Asperger (que tienen alto funcionamiento cognitivo, leen, escriben, pero tienen malas relaciones sociales) la cosa es que uno de mis niños, disfrutaba del humor, pero no sabia contar chistes... en realidad lo hacía pésimo!!! y buscando entre los libros que teníamos (que eran bien pocos) encontré a "Pepito, el señor de los chistes". Me lo llevé a casa para leer y ver si me servía, y me reí todo el camino en el metro, entonces decidí que ese niño lo debía leer, y desde ese momento, no le puedo ni expresar como lo disfrutó, recordaba cada chiste, lo leyó más de 3 veces, se lo contó a sus familiares, en fin... un éxito total. Gracias Don Pepe! es un fantástico escritor y soy gran admiradora de su trabajo. Siempre pongo sus libros en mis listas de lectura para los niños y siempre son un éxito. Usted es un grande!! Un saludo afectuoso.

 

Amigos, a ella le pedí permiso para hacer su mensaje público, no sólo para compartir con ustedes esta extremadamente linda anécdota, sino porque es la segunda vez que algo así ocurre con mi libro "Pepito, el señor de los chistes". Hace un tiempo, una gran amiga mía me contó que en su colegio aquí en Santiago, un niño muy, pero muy tímido, retraído, introvertido, se sentaba aislado en la biblioteca y mi dulce y sabia amiga se le acercó, se hizo "amiguita" de él y averiguó que tenía buen sentido del humor, entonces le dio el libro de Pepito y a partir de ahí el niño se convirtió en un "éxito social", era el centro de los recreos, porque rodeado de sus compañeritos les leía los chistes y costó mucho que devolviera el libro a la biblioteca.

 

Por estas dos deliciosas anécdotas quise publicar el mensaje, por si algún(a) educador(a), bibliotecario(a), o familiar tiene necesidad de ayudar a un niño con esas características, ya se entera que quizás con el libro se beneficie. sólo quiero que si sucede algo así, también me lo cuenten para sentirme como siento ahora.

 

Por razones obvias, la educadora que me envió el mensaje me dio permiso para publicar, pero me pidió no mencionara nombres.

 

Desde aquí le envío mil abrazos y millones de gracias por el momento feliz que me provocó.

 

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