A propósito de la actuación de Hugo Varela en el Festival de Talca, quiero hacer otra reflexión.
Esa noche parte del público le pifió. Y también sucedió lo mismo en mayor o menor medida con las rutinas de los otros humoristas que se presentaron. Pues deseo volver a expresar aquí lo que hace años vengo diciendo del Festival de Viña y me da lo mismo que se enoje el que quiera.
Para mí es una falta de respeto, de educación y de decencia que el público abuchee, pifie, a un humorista (lo hago extensivo a cantantes, obvio) en esos eventos. ¡Con qué derecho, por favor! Los humoristas que van ahí, crean, se esfuerzan, ensayan, prueban las rutinas y les ponen la mejor de las ganas para hacerlos reír. No merecen que sean tratados así. Y si se equivocan al escoger su repertorio, si algo les falló (incluso los nervios), el peor castigo es que haya poca o ninguna risa, poco o ningún aplauso. Con eso es suficiente.