Textos en serio

Ser o no ser consecuente

descarga_6_4.jpegHe escuchado muchas veces la frase “fulano(a) es (o fue) una persona muy consecuente. Y lo dicen como si fuera una virtud. No estoy muy seguro. Veamos.

Sor Teresa fue consecuente porque dedicó su vida a los pobres, como ella pensaba y sentía que debía hacer para llevar a cabo los objetivos que se propuso.

Hitler fue consecuente porque dedicó su vida a exterminar gente, como él pensaba y sentía que debía hacer para llevar a cabo los objetivos que se propuso.

Ambos fueron consecuentes. ¿Es una virtud entonces en los dos casos?

Las buenas personas, las que hacen el bien, pueden o no ser consecuentes. Los dictadores (de izquierda o de derecha), jefes de carteles de narcotráfico, o destripadores de Londres, etcétera, pueden o no ser consecuentes. Así que, hasta aquí, me parece que no es una virtud, ¿no es cierto?

Patriota y patriotero

images_2_4.jpegSegún mi modesta opinión, “patriota” es alguien que ama a su patria y se siente parte de ella, la defiende, etc. Y “patriotero” es alguien descarado y farsante y puede que ni sepa lo que es la patria y se hace el "comecandela", el que siente más, el que se sacrifica más y todo es mentira o por lo menos parcialmente. “Patriotero” es un término despectivo. Se le dice a alguien, por ejemplo, que grita que da la vida por la revolución, Fidel, la patria y por detrás lo que está es tratando de vivir de ese cuento. Puede ser una persona, pero también "un acto patriotero", es decir, algo que no era necesario hacer, que exageró esa persona o que captamos por sus actos que es un farsante.

Muchos (por no decir todos) los discursos de Fidel son patrioteros, porque en realidad lo que le interesa no es la patria sino estar en el poder nada más.

Patriotero son también los que mandan a la guerra a soldados por gusto, diciéndole que es para defender la patria y en realidad es para defender sus negocios (de petróleo, por ejemplo, como ya vivimos en una guerra que conocemos).

El abogado defensor

images_3_4.jpegSi “A” mata a “B” y la policía lo atrapa, el abogado fiscal investiga, arma un caso y lo lleva a juicio. Si “A” tiene dinero contrata a un abogado defensor, o si no, le asignan un abogado defensor público. Eso está bien, es civilizado y justo. Y también veo correcta la presunción de inocencia. Pero ahora voy a mi dilema. Yo creo que el abogado defensor –el que sea, contratado o designado-, debe hacer una investigación igual que el fiscal, pero para aceptar el caso. ¿Por qué? Porque en esa investigación el abogado defensor puede convencerse de que “A” sí mato a “B”, entonces, ¿cómo va a defender a un asesino?

Estamos viendo a diario por televisión cómo los abogados defensores inventan subterfugios legales para ganar el caso y hasta logran que salga libre el criminal. Todo por vencer al fiscal, por adquirir fama de verdugo de fiscales o simplemente por fama y dinero. E inventan que “A” estaba loco en ese momento, o descaradamente dicen: la pistola se disparó sola, porque mi defendido no quería matarlo, al contrario lo quería mucho”, etc., etc.

¿Vale la pena? Reflexión

descarga_7_2.jpegLeí que cuando el Estado Islámico invade una ciudad de Siria o Irak, algunos mueren, o muchos de sus pobladores huyen aterrados, aunque la mayoría no reacciona y hasta se siente bien, porque a pesar de las estrictas leyes extremas, los yihadistas les aseguran comida, un techo y cierto bienestar si cumplen con todo. Lo que se conoce desde la Antigüedad como “pan y circo” para el pueblo. Y quizás algunos se cuestionen la dictadura a la que los someten y sobreviven sufriendo, porque luchar es imposible. Pero son los menos, sin duda.

Entonces cabe preguntarse: ¿vale la pena arriesgar mi vida o la de algún ser querido mío para ir a “liberar” a ese pueblo que en su mayoría no hace nada –o no puede-, por liberarse y acepta todo sin cuestionarse nada?

El espía, ¿una noble profesión?

images_4_1.jpegSi uno busca la definición de la palabra ”espía” en el Diccionario de la Real Academia Española, encuentra los dos siguientes significados:

1) Persona que con disimulo y secreto observa o escucha lo que pasa, para comunicarlo a quien tiene interés en saberlo.

(Léanlo bien y verán que es también la definición de una persona chismosa, chanchullera, de poca monta. Así que por aquí el espionaje no queda bien parado, digo yo).

2) Persona al servicio de una potencia extranjera para averiguar informaciones secretas, generalmente de carácter militar.

Por aquí sí va mi reflexión.

 

Por ejemplo, si una persona va con identificación oculta a otro país –supuestamente enemigo-, y observa y/o escucha para informarles a los suyos, esa persona se le llama profesionalmente “espía” y aparentemente está realizando con su trabajo algo bueno, algo loable y digno.

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