Siempre me ha molestado cuando los cubanos hablan mal de la gente de los países donde han ido a parar en su exilio. En México DF, Madrid, Buenos Aires, Bogotá, Miami, entre otros lugares, he sido testigo de ese fenómeno. Siempre ponen de ejemplo en sus críticas, características “extraordinarias” que existen en Cuba y que no tienen esos pueblos. En Chile abundan mucho esas opiniones entre los cubanos: que los chilenos son aburridos, que son muy formales, que son taimados, que dicen que son amigos, pero te ponen limites enseguida, que tiene doble moral, etcétera.
Yo me armo de paciencia y explico que esas son características superficiales, que existe gente buena, mala y regular como en cualquier parte del mundo, que uno debe buscar a los que sean afines a nuestra forma de ser y actuar, etc. Pero no creo que sea algo especial contra los chilenos, porque, insisto, he oído quejas en todos los otros países donde me encontrado con cubanos. Es como que idealizan la “cubanidad”, en un estúpido nacionalismo.