Un volcán de risas

Ese 18 de marzo vivimos una experiencia bastante especial. Estábamos en el taller “La letra con risa entra” dirigido a representantes de las Bibliotecas Públicas de ocho comunas rurales de la Novena Región, en Chile, cuando de repente llega el esposo de una de las talleristas y nos informa que suspendieron las clases en Pucón, a causa del peligro inminente de la erupción del volcán Villarrica (al final del texto subí una foto de él).

Enseguida llegó el gerente del hotel y nos dice que todo está preparado por si queremos evacuar o por sin queremos quedarnos, ya que si avisan de alerta roja (estábamos en naranja), él nos llevaría al refugio, que había agua, comida, etc. También los organizadores del Taller deseaban que evacuáramos.

Entonces los participantes se reúnen y deciden continuar el taller y no evacuar en ese momento. Claro, ellos han pasado por otras erupciones y saben de los peligros implicados. En ese momento estaba decretada la alerta máxima a 10 kms a la redonda y nosotros estábamos a 18 ó 20 kms. (También nos enteramos de que por la noche el volcán había expulsado lava, etc.) En ese momento solo echaba humor negro.

Y entonces seguimos en el taller. No creo que nadie se haya creído superhéroe, ni que fuera un acto de irresponsabilidad, porque sus experiencias por vivir en la zona, les dictaba que no eran tanto el riesgo. 

Pero en mí surgió un sentimiento increíble. Vi que todos quería seguir capacitándose sin importar el volcán. Quizás no era tanto porque no querían perderse mi taller, sino porque no sentían necesidad de evacuar. Pero a mí me fascinó pensar que el tema que impartía lo sentían tan importante que hasta los llevó a arriesgarse y decidir no evacuar yo tampoco, por supuesto. Quizás no fue así, pero me pareció maravilloso si así fuera. Ese pensamiento y verlos tan tranquilos nos hizo sentirnos también, estar calmados y nunca se nos ocurrió irnos.

Nos quedamos, terminamos el taller. Lo disfrutamos todo muchísimo. Ellos nos confesaron que estaban felices y nos fuimos al final para la ciudad de Temuco para seguir trabajando allá al otro día en otro evento.

Me encantó ese grupo de personas y sentí pena despedirme de ellos. 

Sin embargo, al llegar al hotel en Temuco, no contaron que saliendo nosotros de Pucón, comenzaron a sentirse varios temblores fuertes en la zona, quizás anuncios de que puede entrar pronto en erupción el volcán. Por suuerte, no sucedió nada.

Insisto, fue una extraña experiencia, a la vez adrenalínica y hasta linda por el valor humano que descubrimos en esos nuevos amigos y amigas.

 

 

Comentarios

Saludos

Ciertamente fue una jornada "movida"... pero creo que fue toda la experiencia de recuperar el Humor en la vida la que nos hizo ver el peligro en su real dimensión y no en la paranoica histeria de quienes tienen poco Humor y mucho miedo... Gracias por el aporte, espero nos volvamos a encontrar y volver a reir. Saludos a su bella compañera ¿no era su hija cierto? ja ja ja ja jaj.. Abrazos amigo.

Larry

Gracias, hermano! De verdad que fue muy linda experiencia compartir contigo. Ojalá nos volvamos a encontrar pronto! (Y también fue inolvidable compartir con todos, para que no se pongan celosos). ¡Un abrazo!

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