Valencia, España.

val8.jpgSabíamos que visitar Valencia, por su historia, por la ciudad misma y por los valencianos y su cultura, iba a ser un punto importante en nuestro recorrido por España. Pero lo que vivimos allí sobrepasó todas las expectativas. ¿Cuál fue la razón especial? Aquí les cuento: en Valencia vive una matancera, más joven que yo, pero que en los años 80 era fanática de nuestra Compañía "La Seña del Humor".

Pues esta señora, llamada Esperanza Franco, es amiga mía de facebook, se entera de que pasamos por su ciudad, me pide que la llame, lo hago y ella y su esposo Luis nos reciben en la Terminal de trenes (donde llegamos desde Alicante) y de repente, así como por arte de magia, ya no es sólo porque nacimos en la misma ciudad, no es sólo porque disfrutaba de mi humor, no es sólo por ser amiga de facebook, no es sólo por yo ser buen amigo de su hermano, no, es simplemente porque nos dimos cuenta de que somos almas muy parecidas y surgió así una amistad tan linda que a nosotros mismos nos parecía increíble. Gracias Esperanza y Luis por recibirnos tan acogedoramente, por servirnos de cicerones en todo el recorrido por Valencia, pero sobre todo por ser gente tan linda y por entregarnos su amistad.

Fue una cadena de asombros e impresiones positivas que viví minuto a minuto. La Catedral y las demás iglesias, El Mercado, las plazas (incluyendo la de toros), las puertas de las murallas, la estatua del Cid, la ciudad de las Artes y las Ciencias, la playa, el puerto, el estadio, La Dama Ibérica, el arroz a la valenciana, el chocolate con churros, buena parte del casco histórico en general, etc., etc. Y siempre en la gratísima y querida compañía de Esperanza y Luis. Viaje maravilloso.

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