PIDO la palabra y no me la dan.
PIDO disculpas y no me la aceptan.
PIDO a dios por dinero y nunca tengo nada.
Mejor me desPIDO.
Cuando decimos que no hay mejor premio que recibir una sonrisa o una risa de alguien (sobre todo de un niño), no es una mentira, no es pose. Cuando se nos acercaba la gente en Cuba después de una función de nuestro grupo La Seña del Humor y nos agradecía por la risa que le sacamos esa noche, en medio de las dificultades del país, no tenía precio. Cuando un alumno, un padre o un profe me cuenta que rieron con mis libros, eso tiene un valor que nadie se imagina. Cuando alguien se ríe de mis artículos, fotomontajes, etc., me están premiando y muchos no saben lo feliz que me hacen.
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