Hace como dos o tres años estuve trabajando en la televisión de Miami. Me defraudó ver que, salvo un par de excepciones, el humor de buen gusto; el llamado “inteligente” porque hace pensar; el de elaboración artística, ese, casi no existe en los medios de comunicación masivos. Pero tampoco en las artes escénicas, ni en las artes plásticas (poco espacio al humor gráfico). Sólo predomina el humor chabacano, el grosero, el burdo relacionado con lo picaresco y las típicas burlas manchadas de discriminación racial, física, sexual, etcétera. Es la realidad del humor en el mundo latino de Estados Unidos.
La investigación médica ha demostrado que el pánico, la depresión, el odio, la frustración y el miedo pueden ejercer efectos negativos sobre la salud, confirmándose la relación que existe entre tristeza-enfermedad y alegría-curación.
Como resultados de otras mchas investigaciones y estudios, encontramos estas afirmaciones sobre la relación risa-salud.
* Con cada carcajada se ponen en marcha cerca de 400 músculos del cuerpo.
* La reducida actividad del sistema nervioso simpático flexibiliza y relaja también la rigidez corporal.
* Efecto rejuvenecedor, actuando como tonificante antiarrugas.
Hace poco releyendo un número de la revista Humor, que publica la Sociedad Internacional de Estudios del Humor a la que pertenezco, me encontré un artículo donde aparecía un estudio científico relacionado con la risa, llevado a cabo por una prestigiosa Universidad. Ahí se demostraba que en el mundo es relativamente alto el número de personas catagelofóbicas. También me sorprendió saber que en Europa es en el Reino Unido donde más abundan –proporcionalmente- estas personas, algo impensado conociendo la fama del humor inglés.
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