Primer Capítulo: NO ME SIENTO BIEN.
Guión literario.-
Estirándose su bata blanca y acomodando el estetoscopio en su bolsillo, ya que por su escasísimo cuello no podia colgárselo, el Doctor Héctor Tuga entra a su consultorio caminando muy lentamente, se sienta detrás de la mesa de atención al paciente, prende el computador y con sus dedos de piel medio verdosa teclea su código para entrar al sistema.
Mira a su alrededor, vuelve a revisar la blancura de su bata, suspira satisfecho y con un eterno movimiento aprieta el intercomunicador. (El ritmo debe ser lento como una antigua y aburrida película soviética, o nórdica, como una de Ingmar Bergman).
Tribulaciones de un viaje para entrevistar a dos sospechosas de la muerte de un hermano de Un.
Cuando me enteré del atentado al pariente del gordito loco de Corea del Norte en Malasia, tomé el primer vuelo a ese país para entrevistar a las protagonistas. Pero el único pasaje era para la ciudad turística de Malaca. Lo tomé igual. Al bajarme del avión pensé que había llegado a “Malacaibo”, por el calor, la humedad. Era trópico de tomo y lomo.
Esta es la tierra de las palmas. Campos y campos de ese cultivo. Este país debería llamarse Palmasia en vez de Malasia. Por supuesto, le sacan el jugo, porque producen Azúcar de Palma, Miel de Palma, Aceite de Palma, Tablas de Palma y hasta Palmatorias, Palmacristi.
Hosni Mubarak, el llamado “Faraón”, el expresivo expresidente expresidiario, anda suelto y no se tiene la más mínima pista respecto a su paradero.
Cuando me enteré de que Hosni Mubarak fue puesto en libertad, después de seis años recluido tras su supuesta complicidad en la muerte de 239 manifestantes, durante las protestas que lo derrocaron en 2011, volé lo más rápido que pude a Egipto para tratar de entrevistarlo. Quería hacerle una sola pregunta, porque con sus 88 años (y como los oficios de presidente y presidiario desgastan), quizás no me daba tiempo para una segunda.
¿Pero por qué tanto interés en él?, se preguntará usted. Y yo no le responderé hasta que me pregunte a mí. Si lo hace, entonces le contesto que ese febrero del 2011 yo fui testigo presencial de lo ocurrido en ese país. (En esos momentos me encontraba entrevistando a un antropólogo que comprobaba en terreno su hipótesis de que las pirámides fueron construidas al lado de las canteras y después las trasladaron hasta sus posiciones actuales.)
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