A mí no me agrada el humor ácido, agresivo, humillante. Para ser más sincero, lo detesto. Así que no me dan gracia muchos de los supuesto chistes gráficos contra los islamistas de la revista francesa Charlie Hebdó, ni la burla al tuerto senador Dan Crenshaw que le hizo el cómico Pete Davidson en el programa de TV estadounidense Saturday Nigth Live, ni el supuesto humor de los mocos en la bandera del también cómico televisivo español Dani Mateo, por solo poner tres ejemplos. Ojo, dije no les encuentro gracia, pero eso no significa que me agrade el fanatismo religioso, las guerras necesarias o no y los símbolos patrios.
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