La definición de humor que más abunda es: “Humor es el que hago, digo o el me gusta a mí; no el que hace, dice o le gusta a otro”.
Muchos “opinólogos” definen el humor de esa manera, incluso sin darse cuenta. Sobre todo los que defienden ese humor crítico, ácido, bien burlón, sarcástico, agresivo, ofensivo y hasta humillante. Y por supuesto, poniéndoles nombres y apellidos a las víctimas de sus burlas.
Por ello necesito aclarar (y aclararme) sobre este asunto.
¿Ese humor que acabo de describir es válido? Bueno, primero hay que saber si lo que se hace es realmente humor. Porque muchas veces se confunden los conceptos a causa de la risa y los aplausos, como ya he señalado en otros textos. Existen humoristas que hacen reír y no hacen humor.