Fotos, notas, videos, recortes de diarios, imágenes, todo sirve para no olvidar los gratísimos momentos, hechos, anécdotas, personajes, impresiones y experiencias que he vivido haciendo camino en el humor... Definición de "vestigio": "Señal o huella que queda de algo o de alguien que ha pasado o que ha desaparecido".
Como mis amigos saben, trabajé dos meses en el canal 41 de Miami en el año 2008. Y en el programa de Carlos Otero conocí a muchísimas figuras que invitaban y también me reencontré con otras muchas más. Pues un día invitan a un tipo bajito y flaquito, bastante maduro (en ese momento tenía 62 años), y yo no le puse atención a la entrevista que le hicieron y después, cuando cantó, pensé que era un cantante local, de la Florida, que los latinos conocían.
Al final, como siempre, se compartía con los invitados y yo veía que la gente se quería fotografiar con él. Recuerdo que Mireya casi me obligó a la foto, aun con el vestuario de mi personaje.
Él estaba con una actriz y bailarina cubana (primera vez que la veía), con la cual se casó al otro año.
Y conversamos. Me cayeron muy bien. Él incluso me dijo que se ría con mis tonteras en el programa y vi que hablaba con propiedad. En fin, una persona sociable, simpática, acogedora.
Nos despedimos en muy buena onda.
Una hora más tarde, sale la conversación en una tertulia con mis amigos y cuando les menciono al hombre chiquito y flaquito, diciéndoles que se llamaba Davy Jones, me saltaron encima todos y me dicen: “¡cómo no lo invitaste para acá!”. Y ahí me entero que era… el super conocido músico, cantante, compositor, actor (fue nominado a un Premio Tony) y empresario británico, pero sobre todo, recontraconocido por ser el rostro ¡del grupo musical The Monkees!, ese famosísimo grupo que armaron para competir con The Beatles. ¡Cuántas veces no bailé en fiestas con temas como: “I´m Believer”, “A Little Bit Me, A Little Bit You” y otras. Mireya pensaba que yo sabía todo eso, por eso no me comentó nada.
Pues ese artista también era considerado uno de los grandes ídolos juveniles de todos los tiempos. Y yo, como ignorante al fin, perdí la oportunidad de conocer mejor a una leyenda.
Lamentablemente, falleció 4 años exactos después de mi encuentro con él. Donde quiera que esté, si es que está en algún lado, le mando un abrazo, le pido disculpas por no reconocerlo, le digo que me cayó muy bien y sobre todo le doy las gracias por lo que me hicieron disfrutar sus canciones. ¡Grande, Davy!
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