Para no tocar los mismos temas en un día como tan especial como el de hoy, reflexioné lo siguiente... Nos dicen desde que nacemos que cuando uno se enamora y se empareja es para toda la vida. No es exactamente así. Deberíamos aprender mejor que uno se enamora y se empareja para toda la vida, sí... pero refiriéndonos a la vida del amor, no a la nuestra. Porque el amor se puede acabar por muchas razones (nos dejamos llevar por la rutina, nos volvemos mucho más padres que parejas, etc., etc.). Y cuando el amor se acaba tenemos tres alternativas: una, seguimos en pareja soportando al otro por los hijos, por religión, por miedo al cambio, etc. y nos jodimos la vida; dos, seguimos contentos en pareja como amigos y compañeros de vida, como familiares y sin extrañar el amor; tres, nos separamos.