Los políticos de derecha y sus simpatizantes, piensan que los humoristas son de izquierda, porque se ríen de sus posiciones conservadoras ante el aborto, la eutanasia, el matrimonio homosexual y otros conceptos por el estilo; o porque defienden las posiciones de poder de empresarios corruptos y discriminadores, o de la rígida y retrógrada religión, etcétera.
Pero las cosas han cambiado y los políticos de izquierda y sus simpatizantes, ahora ven asombrados que son víctimas de la risa también, porque la corrupción los alcanzó públicamente o porque ahora son más totalitaristas, por ejemplo.
Nuestros satíricos conocen de lo que son capaces los políticos que se convierten (quizás un viernes a las doce de la noche con luna llena) en dictadores. Y en cuanto lo hacen, con toda sus energías se defienden del "peligroso" humor. Sabemos que ponen a sus fuerzas de seguridad a rastrear chistes sediciosos, donde ellos aparecen como protagonistas, o donde “atacan” sus perfectas y patrióticas acciones. Sabemos que los dictadores y totalitaris-tas (sean del color político que sean) prohíben hasta que los humoristas gráficos publiquen las caricatu-ras personales que les hacen, y que obligan sólo a ser públicos los chistes que critican “al cruel enemigo”, y así un largo etcétera.
En mi sitio web, mi Facebook y demás redes sociales publico mayoritariamente asuntos relacionados con mi carrera, con el humor en general y ciertas reflexiones sobre temas que considero importante para mis amigos seguidores y lectores.
Recuerdo haber comentado sobre los políticos, el odio, la violencia, cuando quemaban, saqueaban y destruían impunemente este país, etc..
Hoy haré otra excepción comentando algo de la actualidad también.
Hoy leí que se está construyendo un monumento al humorista gráfico Forges. Me vino a la mente que ya está terminándose también la estatua de dos metros del comiquísimo Chiquito de la Calzada. Entonces comencé a recordar y buscar estatuas y monumentos a humoristas. No haré el chiste requeteusado de catalogar a los políticos como humoristas, porque ellos sí tienen abundantes estatuas. Solo mencionaré a verdaderos humoristas profesionales. Y encontré más de lo que pensaba en esa búsqueda. Ojalá que esa forma de recordar y honrar a los grandes artistas que hicieron reír a los pueblos se mantenga.
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