
El fecundo y exquisito escritor de humor español, Enrique Gallud Jardiel, comienza la nota introductoria de su último libro “Refritos teatrales”, con la frase: “Leer teatro es la mejor manera de viajar gratis”.
Lo menciono, porque coincide con lo que escribí en mi último libro “Destinos sin tinos” (Crónicas de viajes). Tomé eso como un magnífico augurio y me sumergí en la lectura de su libro, más predispuesto de lo habitual a disfrutarlo.
No me equivoqué.
Queridos amigos, voy a aclarar que esta reseña no será como las que les hago siempre a sus libros, porque no quiero cansarlos a ustedes con: “a pesar de ser nieto del gran Enrique Jardiel Poncela, brilla con luz propia”, “es uno de los mejores humoristas literarios culteranos que he conocido”, “es impresionante lo prolífico que es”, etcétera, etcétera.