Entrevistas
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Espacio dedicado a las preguntas que he respondido a lo largo de mi carrera en el humor, y que han sido publicadas en libros, en la prensa escrita, radial, televisiva o digital. |
Editorial Santillana Textos
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¿Cuándo descubriste que querías ser escritor?
Cuando el número de lecturas fueron tantas que me fueron produciendo, de a poco, la necesidad de crear historias similares yo también, para emular a mis autores favoritos. Eso fue cuando cursaba la enseñanza media,
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¿Cómo nació la historia del Chupacabras de Pirque?
Un amigo y colega humorista cubano, que tenía varios años sin saber de él, consiguió mi correo y me contacta. Ahí me entero que estaba publicando historias policiales para adultos y él se entera de que estoy escribiendo para niños. Entonces enseguida se nos ocurrió unir ambas cosas y decidimos crear una historia policiaca para niños y con toques de humor. En ese año estaba de moda la noticia en varios países latinoamericanos de que aparecía el chupacabras y vi que era un tema que a los niños les interesaba por el susto que daba, el misterio, etc. y así fue saliendo la historia, un capítulo por correo para allá y otro para acá. Incluso llegamos a más de la mitad de libro escrito sin saber el final. Nos divertimos mucho haciendo aquello.
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¿Estas escribiendo una nueva historia? Coméntanos.
Siempre tengo varias historias empezadas. Es decir, se me ocurre una idea, la anoto, a veces la desarrollo un poco y la mayoría de las veces la tengo que dejar por alguna actividad nueva e importante que debo hacer, pero cuando regreso a retomar lo que estaba haciendo, en ese tiempo ya se me ocurrió otra idea y la anoto, etc., etc. En fin, que siempre estoy escribiendo algo nuevo. ¿Por qué tantas ideas nuevas? Porque nunca dejo de leer literatura y eso es lo que más desarrolla la imaginación y la creatividad.
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¿Qué tipo de ilustraciones te agradan que aparezcan en tus libros?
La inmensa mayoría de mis libros son humorísticos o tienen mucho humor. Por lo tanto, me encanta las ilustraciones graciosas, cómicas, chistosas, como las que hace mi hijo Alex, que es el ilustrador de todos mis libros. Los dos tenemos un sentido del humor muy parecido, por eso confío mucho en su gusto y criterio.
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¿Qué mensaje quieres transmitir a los niños con las historias que escribes?
No me propongo transmitir mensajes, moralejas, consejos, enseñanzas, etc. Lo que me interesa más es que los niños se diviertan con mis libros, la pasen bien, sientan placer leyendo. Sólo eso. Cada vez que me entero de que lo logro me siento muy feliz, porque estoy convencido de que leer literatura por placer es lo mejor que le pude suceder a un ser humano, para desarrollar la mente y el espíritu, sobre todo si se comienza a leer así desde niño.
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¿Cómo nace un libro escrito por Pepe Pelayo?
Algo dije ya sobre eso. Primero se me ocurre una idea, ya sea que recuerde algo de mi niñez, o de la de mis hijos, o de mis nietos, o uno de mis lectores me cuenta algo que le sucedió, o me vino a la cabeza porque me lo imaginé, o cuando no tengo ninguna idea me pongo a leer libros de literatura infantil y enseguida aparecen las ideas. Después de anotarlas, si la quiero terminar de escribir, lo segundo es pensar mucho, darles muchas vueltas en la cabeza, creando personajes, situaciones, chistes, juegos de palabras, supuestos diálogos y, por supuesto, el comienzo, el desarrollo y el final bien definidos. Tercero, redacto una síntesis de los supuestos capítulos, donde pongo todo lo pensado hasta el momento. Y cuarto, comienzo a desarrollar cada capítulo, escribiendo al detalle todo. Claro está, muchas veces aparecen nuevos capítulos no contemplados al inicio, o sobran algunos, etc.; es decir, voy modificando todo a medida que avanzo. Al final leo todo, veo si quedó algo del argumento suelto o me faltó alguna cosa. Después lo reviso de nuevo y si siento placer, si me satisface, ya está. A escribir otro entonces.
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¿Qué consejos les darías a los niños para que gocen la lectura?
En lo que hacen en su colegio con las lecturas infantiles no me puedo meter, porque es un convenio que los padres hacen con sus profesores. Pero fuera del colegio me gusta siempre aconsejarles a los niños que odian leer, que no lean nada si no lo desean. Pero me duele ver cómo se pierden algo buenísimo, porque no saben algo: leer es muy aburrido, sí, pero sólo si es una lectura que a uno no le gusta. Como ver una película puede ser aburrido, ya que si uno tiene que ver una película que le desagrada, por obligación, eso es aburrido. Por tal motivo me encanta aconsejar a los niños que no tienen hábito lector, de que solo lean libros de literatura que disfruten. Si al leer las primeras páginas del libro no sintieron placer, cierren el libro y busquen otro. Porque sin placer es un tormento, un suplicio leer. Pero cuando encuentren el libro que sí les gusta, van a experimentar algo extremadamente rico, beneficioso, importante, placentero y nunca más dejaran de hacerlo. Porque leer es lo máximo.