Entrevistas
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Espacio dedicado a las preguntas que he respondido a lo largo de mi carrera en el humor, y que han sido publicadas en libros, en la prensa escrita, radial, televisiva o digital. |
¿Qué es el humor?
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¿Qué es el humor para Ud.?
Humor es una creación humana que provoca risa, sonrisa o sonrisa interior, a partir de un proceso de comunicación, el cual involucra matices de inteligencia y emocionalidad que son inseparables de todo proceso subjetivo.
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¿Tiene estrategias para tener el humor siempre presente?
Sí, junto al amigo colega Aramís Quintero creamos un método de crecimiento personal a través del humor. Después yo extendí el tema a educar con humor (pedagogía y motivación lectora a través del humor).
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¿Por qué cree que tiene que estar presente en la literatura infantil?
El sentido del humor, como el sentido estético e incluso el sentido común, se educa a través de juegos de palabras, adivinanzas, disparates, canciones, onomatopeyas, utilizando la fantasía y manejando siempre el lenguaje. Percibir el humor que nos rodea, expresarse y afrontar contrariedades con humor, aprender ciertas técnicas de creación de humor y divertirse, son objetivos a los que los libros infantiles deben colaborar.
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¿Cree que es importante?
El humor nos permite desacralizar todo lo que se necesite “bajar del pedestal”, desdramatizar la experiencia, defendernos de la mala autoridad, vencer los miedos, darnos fortaleza al ver las incapacidades de los demás y reírnos de nosotros mismos. Además del placer que provoca, utilizar el humor es imprescindible para trabajar el lenguaje, la compresión lectora, la imaginación. Usar el humor es saber mirar algo desde más de un punto de vista, por tanto, nos ayuda a ser críticos y lúcidos, sin dejar de pasarlo bien. Desarrollar el sentido del humor en los niños, es desarrollarles la creatividad, la inteligencia, la sensibilidad, el sentido crítico, el sentido común. Es hacerlos crecer espiritualmente. Es hacerlos mejores. Y asegurándonos que lo hagan en un medio alegre, sano, festivo, atractivo y placentero.
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¿Dé qué cree que se ríen los niños cuando leen?
Con el afianzamiento de la lectura a partir de los siete u ocho años, el niño domina en mayor medida los recursos lingüísticos que sustentan el humor. Si los fonéticos son los que primero producen regocijo, casi desde que se aprende a hablar (onomatopeyas, repeticiones, concatenaciones), en esas edades es cuando comienzan a disfrutar de irreverencias y situaciones absurdas. Y se pueden adentrar en los morfosintácticos, muy explotados por el nonsense (derivaciones, composiciones, acrónimos y otros) y los semánticos (antítesis, hipérboles, metonimias, metáforas, entre otros), los de más difícil elaboración y comprensión. Pueden aventurarse sin problemas en la creación de un retruécano (Ejemplo: No es lo mismo unos sesos tirados a la plancha, que una plancha tirada a los sesos… es mover de su lugar las palabras en las oraciones); o un calambur (Ejemplo, Yo loco, loco y ella loquita / Yo lo coloco y ella lo quita… modificar sílabas); o una paronomasia (Ejemplo: La mujer es para eso, paraíso, / para uso de los hombres… son palabras que suenan parecido), o un oxímoron (Ejemplo de Quevedo: El amor es hielo abrasador, es fuego helado, / es herida que duele y no se siente… son dos conceptos opuestos en una sola expresión); o un palíndromo (Ejemplo: Dábale arroz a la zorra el Abad… es leer lo mismo al derecho y al revés), o un anagrama (Ejemplo: un amigo de Homero Simpson se llama Ray Magini, lo cual significa Imaginary, que es Imaginario en inglés… es trasposición de letras) y un largo listado de ejemplos más. Todo en clave de humor, por supuesto. Todo ello aplicado a su realidad, o a su realidad envuelta en fantasía –es casi lo mismo-, donde se vean reflejado sus miedos, sus dudas, sus preocupaciones, etc.
Los libros de humor que manejan bien lo anterior, pueden ayudar a crear más fácilmente el hábito lector, a causa del placer. El placer creativo, el estético y el placer humorístico son muy parecidos al placer lúdico, porque el arte y el humor son puro juego, ¿no?
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¿Qué situaciones cree que les causa risa a los niños?
Depende de la edad, de su formación, de sus gustos, sus intereses, sus conflictos, sus miedos, sus inseguridades.
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¿Qué elementos, estrategias o recursos sirven a la hora de incorporar el humor en la literatura?
Ya he señalado algunos, pero debo añadir uno importante: el chiste.
El humor está muy ligado al juego. Para que surja lo cómico la persona tiene que poder jugar con las cosas y disponerlas de distinta manera. El humor, al igual que el juego, se desarrolla en la imaginación. El juego es una manera de entender y manejar el mundo, los chistes son una manera de entender mejor el mundo y de manejar las reglas de este mundo y las reglas del lenguaje. Cuando los niños se ríen de un chiste, es porque están comprendiendo el mundo y lo logran porque el humor les muestra el mundo desde otro ángulo y ríen. “En el humor, tanto la creación de un chiste como el acto recreativo de percibirlo y reírse de él tiene que ver con el salto mental de un contexto asociativo a otro”, nos dice Koestler. Hay una espera del niño al leer o escuchar la resolución del chiste, su mente trasfiere de pronto el pensamiento de un nivel a otro y toda la emoción acumulada se descarga en la risa. En este mundo, nada es lo que parece y el chiste y el humor en general, son de las pocas llaves para comprenderlo. Un chiste encierra una poderosa unidad de sentido, y es por eso que cuando el niño se ríe, se ríe, además, del placer que le produce darse cuenta que está entendiendo, que comprende, que domina algo. No olvidemos también que el chiste se logra con la mayor economía de palabra y brevedad de tiempo, elementos bien atractivos para el niño.
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¿Cuáles son sus preferidos en sus cuentos?
Me encanta usar el chiste infantil, el de forma fija, para motivar a leer. En la literatura uso todo tipo de recursos, según el argumento, mis intereses en ese momento creativo, etc. Mientras de resultado, todo vale. Ahora, si me arrinconas, te confieso que el absurdo y los juegos de palabras me fascinan.
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¿Qué le diría a un docente para que pueda estimular a sus alumnos en la lectura?
Para saber hay que leer. No hay posibilidades de saber, sin saber leer. Hay gobiernos, entidades y personas que se lanzan a pelear contra el analfabetismo, sin entender que la ausencia de hábito lector es otro enemigo tan peligroso como aquel. Cada niño que no aprende a disfrutar con la lectura tarde o temprano se acercará al analfabetismo funcional. En ese contexto, parto de la convicción de que la lectura y la escritura son habilidades fundamentales para desarrollar el pensamiento, la imaginación y la creatividad. Lo fundamental para mí es intentar que los niños se apasionen y sientan placer con los libros. La lectura constituye una forma de crecimiento personal y social. Sin dudas, la lectura hace individuos más fuertes, más capaces de enfrentarse al mundo, más felices y más libres.
Mi experiencia me dice que lo mejor para estimular, motivar, conquistar, seducir a los niños y niñas sin hábito lector, es el humor. Existen muchos métodos, herramientas, vías. Todas con grandes aciertos y defectos. La vía del humor es otra más, pero es la que me ha convencido totalmente de su eficacia.
A grandes rasgos, esto aconsejaría:
Primero: para motivar a un niño a leer, hay que buscar y seleccionar cuál libro deberá darle para guiar su lectura y seducirlo, conquistarlo, a través de esa primera experiencia lectora. Él y los primeros libros son vitales en su trabajo. En el caso del humor no es diferente. Pero para realizar lo anterior, aconsejo conocer bien el tipo y grado del sentido del humor del niño (a partir de ahora cuando digo niño, me refiero también a grupo de niños y a niña(s), obviamente). Esto es lógico, no solo para no llevarles un libro que no va a leer, sino también para guiarlo a adquirir el hábito lector con placer y pasión. Por tal motivo, tome el libro en sus manos y hojéelo para informarse de qué se trata, para cuál edad está sugerido, revisar el resto de los datos obvios y sobre todo en este caso, conocer cuáles son los elementos de apreciación del lenguaje literario donde está presente el humor, porque es importante dominar eso para el trabajo de joyería que se debe desarrollar durante o después de la lectura, con el objetivo de “captar” para nuestra causa a ese niño. Lo demás, puede leerlo en mi libro “Gracias por enseñar” (Prácticas para educar con humor), porque aquí hay poco espacio.
Puede agregar y explayarse en todo lo que lo que crea necesario. Como por ejemplo otros temas o anécdotas si gusta. También asuntos que no estén en la entrevista.
Solo agregaría que existen varios factores para mejorar la Educación en este país. Uno de ellos es la falta de vocación, estímulo, capacitación, entrega, etc., de muchísimos profesores y la ignorancia e indiferencia de muchísimos padres y apoderados. En mis giras por los centros educacionales del país lo compruebo siempre. Por tanto, se ha convertido en el punto donde más me interesa poner mi granito de arena en pos de esa causa.
De ahí que haya escrito “Gracias por enseñar”, porque aun creo que si los profesores y apoderados hacen conciencia de la importancia de su papel, cambiarían, entregándose a buscar una excelencia en la formación integral de nuestros hijos. Es decir, aun creo que los educadores de este país –muchos de esos “muchísimos” que dije-, incorporando nuevas técnicas, estrategias, metodologías, ideas innovadoras, etc., como la pedagogía del humor y la motivación a la lectura a través del humor, pueden llegar a revertir la pésima situación en que nos encontramos.
Con esto subrayo que todo lo que hagamos nosotros (los adultos en general que de alguna manera estamos relacionados con la educación y formación de los niños y niñas de este país) es poco. Pero sea poco o mucho, debe ser de valor y debe ser valorizado también. Por eso personas como tú, que han demostrado tan gran interés por el humor en el trabajo educativo, en este caso, hay que felicitarlas y estimularlas para que continúen con esta cruzada tan linda e importante.