Entrevistas

Espacio dedicado a las preguntas que he respondido a lo largo de mi carrera en el humor, y que han sido publicadas en libros, en la prensa escrita, radial, televisiva o digital.

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Sobre la Literatura infantil en Chile

¿Porqué comenzó en el mundo de la literatura. ¿Siempre supo que se iba a dedicar, entre otras cosas, a ese rubro?

Bueno, yo soy ingeniero civil, y cuando estudiaba esa carrera, allá en La Habana, siempre tenía en mente dedicarme algún día a ser escritor. Entonces, trabajando como ingeniero, escribí cuentos -humorísticos y para adultos-, y hasta gané un concurso literario en mi ciudad. Y sucedió también que un día, junto con dos amigos, al ver que teníamos un sentido del humor parecido y teníamos cierto talento para crear humor y hacernos reír mutuamente, decidimos crear un grupo de humor literario y gráfico y conseguimos publicar cada domingo una página completa en un suplemento de un diario de nuestra región. Así que seguí escribiendo. Y cuando cumplimos un año, se dio que nos lanzamos a fundar un grupo de humor escénico: La Seña del Humor. Nos fue tan bien que abandonamos nuestras carreras originales y nos dedicamos profesionalmente al teatro y de ahí a la TV, a la radio, al cine, etc. De esa manera comencé a escribir guiones en todos esos medios.

También en esa época, escribí un libro humorístico con un colega y amigo (Pible, que también vivió y trabajó un tiempo en Chile conmigo), para un público no infantil, claro. Y por primera vez conocí esa emoción de ver un libro publicado y además que se haya agotado tan rápido. Así fue cómo comencé en el mundo de la literatura… no llegué a contar la parte donde el teclado se adueñó de casi todo mi tiempo.

Los primeros libros que tiene publicados no son infantiles. ¿Por qué decidió también escribir para niños?

Estando actuando, escribiendo y dirigiendo La Seña del Humor, ese grupo de humor, al estilo Les Luthiers, el grupo argentino en versión cubana como nos clasificaban, recibimos una invitación de Televisión Nacional de Chile para que Aramís Quintero y yo, los guionistas del grupo, viniéramos a escribir los últimos 60 capítulos del programa Pin Pon de Jorge Guerra, con el que habíamos trabajado juntos un poco en Cuba y llegamos aquí a Santiago a finales de 1991, escribimos los guiones y después yo me quedé haciendo teatro con Jorge Guerra, actué en una película chileno rusa, hice televisión, actué y escribí en programas de La Red Tv de la época, en Sábado Gigante en canal 13, fui el guionista del Pase lo que Pase en canal 7, hasta que me ofrecieron ser director de humor del área de entretención del canal Nacional.

Ahí duré 1 año o año y tanto y renuncié en el año 2000. Y mientras decidía qué hacer, en el 2001 logré publicar también para público adulto, un libro en la editorial Grijalbo. Y ahí llegó casualmente en visita a Chile y a mí casa, un gran amigo en lo personal y gran escritor infantil, entre otras muchas cosas, el argentino Luis Pescetti, que me aconsejó insistentemente que escribiera libros de humor para niños, porque en Latinoamérica era un nicho algo vacío. Le hice caso y a final del año, ya estaba en conversaciones con Alfaguara infantil y en el 2002 salió mi primer libro para niños aquí en Chile y casi paralelamente otro en la editorial Sudamericana en Argentina, también para niños, claro. Así empezó todo. Hoy tengo 77 libros publicados en Chile y en otros nueve países iberoamericanos. De esos 77, 47 son libros infantiles y 30 para jóvenes y adultos.

Y es que es una lógica que se repite en sus colegas, al menos en Chile. ¿Por qué cree que los literatos deciden trasladarse al mundo infantil ya comenzada su carrera?
La verdad es que no puedo hablar por los motivos de otros. No conozco a muchos escritores para adultos que se hayan pasado al mundo infantil. Bueno, en realidad, no conozco muchos escritores. Pero puedo especular dos razones: una, que de repente desean vivir experiencias nuevas, quizás se aburren de hacer siempre lo mismo (me pasa a mí), o desean que sus hijos vean que pueden crear una historia para ellos y se sientan orgullosos, o un día la musa no llegó y mandó a su sobrina y esta le inspiró algo que le pareció bueno, pero ve que los lectores debían ser chicos para que la idea funcione, en fin… Y dos, por una razón económica también puede ser. Si no eres un escritor de best seller, te publican un libro dirigido a adultos, se vende bien el primer año con el lanzamianto, la promoción, pero de ahí cae la curva, se empieza a vender cada vez menos. En cambio, un libro infantil, si la editorial trabaja bien, y lograr “colar” tu libro en los planes lectores de los centros educacionales, vendes en el primer año -quizás no tanto como el primer año del de adulto-, pero como los niños van pasando de cursos, siempre tendrás un año parecido en ventas al primero y en vez de la curva bajar, se mantiene igual estable y así puedes llegar a ganar mucho más con el tiempo. Pero te digo, cada escritor tendrá su motivación propia. Ojalá que todos los autores para adultos, sobre todo los más renombrados, escriban para niños, quizás así el mundo que rodea el libro y la lectura le dará más importancia a la literatura infantil.

La próxima semana, Chile se presentará en la Feria del Libro, en Bologna. ¿Por qué es importante esa participación? ¿Cree que los artistas que viajan merecen más reconocimiento en la prensa?

Te confieso que me he alejado bastante del mundo del libro infantil. En parte porque me siento más creador de humor que escritor. Hago muchas cosas en otras modalidades artísticas que me apasionan también.

Pero por otra parte, me desilusioné mucho de ese mundillo. Mira, todo lo que logré como autor infantil fue por esfuerzo mío y en cierta medida por el trabajo profesional de mis dos editoriales. Por ejemplo, en el 2008 un libro nuestro “Lucía Moñitos”, fue el mejor libro editado en Chile según la Cámara Chilena del Libro. En el 2009 otro libro nuestro “Trinos de colores”, obtiene la distinción White Ravens que se dan precísamente en esa Feria de Bologna y en el 2016 en la Feria Internacional del Libro Infantil de Providencia me hacen un homenaje a mi trayectoria como autor infantil. ¿Quién se enteró de eso? Si no me marketeo yo esas noticias hubieran pasado sin gloria. Te cuento todo esto, porque a pesar de los lauros, de ser uno de los autores infantiles más vendidos en este país, comprobé que a la prensa no le interesa mucho la literatura infantil. Si la crítica literaria es escasa, imagínate lo nula que es la crítica al libro infantil. Creo que subestiman a los escritores para niños.

Con decirte que cuando trabajaba de lleno en la literatura infantil, cada año me descubría un periodista. Daba risa porque cuando su medio lo mandaban a escribir un artículo sobre literatura infantil, el periodista no tenía información de ese mundo, entonces si averiguaba en una editorial, ahí le daban el dato de sus autores, diciéndoles, obviamente, que eran los mejores y el periodista los entrevistaba, sin saber si los autores de otra editorial eran tan buenos como esos. Como yo publico con dos de las editoriales más poderosas en literatura infantil, me tocaba a veces que me entrevistaban. O si el periodista era más astuto e iba a averiguar en una escuela, ahí también a veces me tocaba porque mis libros están en los planes lectores y los profesores me recomendaban y me entrevistaban. Y al prepararse para la entrevista, buscando información en Google, por ejemplo, o visitaban mi página web pepepelayo.com se asombraban de mi curriculum y “me descubrían” y así sucedía año tras año. Yo he visitado Ferias Internacionales del libro en Panamá, Colombia, Ecuador, Perú, Paraguay, Uruguay y varias veces a Argentina y en esas ferias, daba charlas, presentaba show, lanzaba nuevos libros, etc., y si salió algo en la prensa de aquí fue por gestión nuestra o si no, la prensa ni se enteraba.

Considero que es muy importante que los escritores vayan a las Feria, más si es la de Bologna que es la más importante en literatura infantil. Ver lo que se está publicando en el mundo, intercambiar experiencias, medirte conn otros lectores, hacer contactos para publicar en otras editoriales, etc. es demasiado importante.

Por último, ¿qué consejo puede darle a un joven que recién comienza en el mundo de la escritura literaria?

Mira, las edi toriales reciben cientos de originales de cientos de autores noveles que desean publicar. Por eso es difícil que lean su libro si se lo envian. Puede llevar mucho tiempo ese camino. Claro, si tiene a alguien conocido que lo puedan recomendar a una editorial es la mejor vía para publicar. Si no tiene a nadie, aconsejo que participe en todos los concursos que pueda. Ahí están obligados a leer todo lo que llega y si les gusta el libro, lo publicarán gane o no el concurso. Otra vía es la autopublicación. Si no tiene dinero que lo publique en amazon que es gratis. El problema es que autopublicarse implica tener que hacer uno mismo la distribución a librerías de todo el país, hacer uno mismo una campaña de promoción y visitar uno mismo la mayor cantidad de escuelas que uno puede para convencer a las profesoras que pongan tu libro en el Plan Lector. No es fácil. Pero si deseas o no vivir de la literatura, lo mejor es que escribas y escribas y escribas, por el placer que da la creación y si llega el golpe de suerte y se arma tu carrera como escritor, mejor que mejor.

En otro ámbito de cosas, aconsejo que no se preocupen mucho por hacer vida de autor, vigilen esa parte, porque el ego te lleva para allá. Porque quizás vean atractivo ir a todas las actividades, ser miembro de tal organización o tal otra, etc. y eso es complicarse más. Es que ese mundillo es muy duro para cualquiera.

Ahí están los sectarismos, las vacas sagradas y sus acólitos, están los intereses diversos, muchas veces ideologizados, están las cuotas de poder, las envidias, los celos, no es fácil. Pero, ojo, no estoy contando esto como una queja, como un reclamo. Esas son las reglas de juego y las acepta o no. Cuando yo vi que era así la cosa, jugué mi juego y como un outsider hice mi carrera por fuera y creo que me fue bien. Hay de todo. Conozco un amigo y colega que se salió de ese mundo y le fue bien, conozco a otro que está en ese mundo y también le va bien.

Mira, lo importante es que cuando uno se toma en serio cumplir su sueño, da igual todos esos problemas. El orgullo que da ver a un niño sintiendo placer leyendo un libro escrito por uno, solo por eso, vale la pena todo.

¿Cuáles son sus influencias al momento de sentarse a escribir?

Repito, me considero un humorista que escribe. Veo dos formas de hacerlo: uno, publicar libros de humor (de chistes, parodias, textos breves, simples versificaciones, etc.) y dos, publicar literatura humorística (cuentos, novelas, poesía, etc). Me gusta crear en ambas modalidades por igual. Mis objetivos al escribir son: divertirme yo, divertir a los lectores, motivar a leer a través del humor a los niños que “odian” leer. Por lo tanto, al sentarme a escribir para niños sucede que para la parte humorística, puedo sentir la influencia de los que formaron mi sentido del humor que fueron los dibujos animados norteamericanos (Las dos urracas, el Pájaro Loco, etc.) y los cómicos del cine mudo (Chaplin, Hnos Marx, etc.). Y para la parte literaria influyen Enrique Jardiel Poncela, Mark Twain, Roald Dahl, Terry Pratchett, Luis Pescetti, Adela Basch o Aramís Quintero; todo ellos literatos inclinados al humor.

Fecha de la entrevista: 
12 de abril
Nombre del entrevistado: 
Región Metropolitana