Actualización de mi carrera

Ahora que los cubanos tienen un poco más de acceso a Internet, me están contactando por interno en FB, por correo electrónico, o por esta página. Y como hace tiempo no saben de mí, me preguntan, si no he seguido en mi carrera como comediante, porque han visto en mis páginas web que ya no actúo como antes, como cuando estaba en la Seña del Humor de Matanzas.
A ellos y a los que les pueda interesar les hago un resumen de mi vida profesional:
En 1991 llegué a Chile a escribir la última temporada del Programa Pin Pon, junto a Aramís Quintero, el cual regresó y yo me quedé haciendo teatro, radio, cine y televisión.

Me fue muy bien, debo decir, lo que hizo que pudiera traer a mis hijos, al resto de mi familia y hasta amigos. 

En el año 1995 que visité Cuba. Al regresar a Chile me encuentro con la sorpresa de verme sin trabajo en el canal 13 donde actuaba desde casi 2 años en la sección "Departamento de Soltera" en Sábado Gigante Internacional y en el diario La Tercera, donde escribía una columna humorística todos los domingos. Algo curioso porque fue al mismo tiempo y sin explicaciones lógicas. 
Ahí decidimos con mi mujer abrir un pub-restaurante donde actuábamos los fines de semana algunos de La Seña (Pible y Pedrito, los cuales ayudé a venir) y yo. Después dejamos el pub y abrimos una clínica de rehabilitación. Pero nada de eso duró mucho, porque me llamaron de Televisión Nacional para hacer los guiones de un programa y nos liberamos de los negocios.
Cuando en el año 2000 renuncié a la tele, después de varios años de guionista, comediante, formador de libretistas y humoristas en la Escuela de Telntos, y hasta de Director de Humor del Área de Entretención de Televisión Nacional, dejé de hacer humor escénico o audiovisual.
Recuerdo que comencé a estudiar con mucho ahínco la teoría del humor y su aplicación como crecimiento personal, pedagogía del humor, humor y empresa, etc. Esa vía comenzó a dar sus frutos económicos, pero no los suficientes. Por suerte, en esa época, mi amigo Luis Pescetti me convenció de que si había escrito varios programas infantiles para la televisión chilena y si era creador de un humor tan “blanco” y lúdico como el de La Seña, ¿por qué no me dedicaba a la literatura infantil humorística, que era un nicho casi sin competencia en Latinoamérica?
Entonces me mantuve estudiando y trabajando la teoría y la aplicación del humor, al mismo tiempo que comenzaba a escribir libros de humor para niños y logré que me publicaran reconocidas editoriales tanto aquí en Chile como en Argentina al inicio y en otros países después. 
Ya tengo más de 50 libros publicados. Después, con mi hijo Alex, el ilustrador, creamos el dúo "Pelayos", para hacer libro-álbum (ya tenemos dos distinciones una nacional y otra internacional), para hacer humor gráfico (ya tenemos siete premios internacionales), y también fundamoswww.humorsapiens.com., uno de mis grandes orgullos. 
A esa altura tuve un enorme empujón en mi carrera al incorporarse mi esposa Mireya como mi representante, haciendo lo que yo no podía hacer y de una forma brillante. Tuve suerte, sí. 
Y hasta “abrí otro frente” en mi vida profesional, al crear un programa de motivación lectora a través del humor y especializarme más en pedagogía del humor. Pero el bichito de la actuación humorística seguía mordiéndome por dentro y cada vez que podía actuaba para adultos, cosa que he hecho esporádicamente en Santiago de Chile, Toronto, Buenos Aires, La Habana, Matanzas y hasta en Boston y Miami (en esta ciudad experimenté de nuevo en la tele por dos meses y salí huyendo de nuevo). 
Entonces se me ocurrió montar un espectáculo para niños donde los protagonistas principales fueran mis libros, usando mi experiencia en las tablas, más música, el arte del cuentacuentos, etc. y creé los Conciertos Lectores que me han dado grandes satisfacciones, porque además de saciar mi sed de actuación, motiva a leer a los niños. Y todo sin abandonar ninguna de las otras actividades relacionadas con el humor que hago, como asesorar tesis de grado, impartir conferencias o ponencias en Congresos Internacionales, dar talleres de cómo escribir con humor, etc. Incluso incorporé una actividad más: comencé a publicar libros d ehumor para adultos, algo que me tiene feñiz.
Por lo tanto, no me quejo. Y cuando me preguntan: ¿por qué no seguiste en la actuación como hacías en la Seña? No es fácil de explicar que continúo en el Humor, pero no con la dedicación como comediante de antes y aunque estoy muy orgulloso de lo que aprendí y de lo que logré con La Seña en Cuba, no puedo desconocer que en Chile he mantenido mi carrera en el humor, pero mucho más ampliada, y también la he internacionalizado. Pero sobre todo, he conseguido darle otra dimensión que me llena más y que va más allá de la actuación. Me refiero a hacer que un niño lea, lograr que alguien mejore su calidad de vida solo con reír más, saber y aportar en la teoría de lo que hago, amén de seguir haciendo reír o sonreír a la gente por diferentes vías, haciéndolos pensar al mismo tiempo.
Sin dudas, soy un afortunado, lo confieso. Me ha ido bien. Mejor de lo que me imaginaba. Soy un consentido del humor y con sentido del humor suficiente para crear durante todo este tiempo y ojalá hasta el último día de mi vida. ¿Qué más se puede pedir? 
Espero que con este largo discurso-mamotreto haya actualizado a mis amigos, conocidos y seguidores de La Seña de allá y también haya informado a más de un amigo nuevo, tanto chileno como de otro lado. 
Muchas gracias por leer hasta el final algo tan aburrido.

 

firma3_13.jpg

Añadir nuevo comentario

Plain text

  • Saltos automáticos de líneas y de párrafos.
  • No se permiten etiquetas HTML.
  • Las direcciones de las páginas web y las de correo se convierten en enlaces automáticamente.