Pelayaserías - Blog de Pepe Pelayo
Pepegrama N. 3
Nueva versión de estos brevísimos videos de la serie "Pepegramas". En esta ocasión sobre la crisise conómica en países del Mediterráneo. La presentación, la dirección, la producción, el guión, la grabación, la edición, los diseños, la divulgación, el catering, el aseo y el ornato, corren humildemente a cuenta de este servidor.
Homenaje del Instituto Quevedo de las Artes del Humor. España
Pepegrama No. 2
Mi opinión: Otra desagradable noticia para el humor
El reconocido payaso chileno “Pastelito” respondió ante la calificación despectiva de "circo", por parte del Excelentísimo y Honorable señor Constituyente Sergio Smok. "Cuando dicen que el circo es desorden, que es una payasada, nosotros nos sentimos mal", declaró.
A “Pastelito” se le sumo el famoso payaso “Ruperto”, que comentó otra calificación parecida del Honorable y Excelentísimo señor Diputado Naranjo: “Me gustaría preguntarle al diputado, o a cualquier otro que se burla de nuestro gremio, si son capaces de vestirse de payaso y hacer reír como nosotros lo hacemos. Estoy seguro que no se la pueden”. Y añadió “Exijo respeto para el arte más antiguo de este país”.
A mis queridos colegas “Pastelito” y “Ruperto” les digo que, lamentablemente, ya está incorporado esos conceptos en el lenguaje cotidiano. Y en este caso es curioso, porque son esos “servidores públicos” los que se merecen calificaciones despectivas por sus desórdenes políticos y de principios.
Pero reflexionemos un poco más...
¿Se han preguntado ustedes por qué esa profesión es tratada con tanto desprecio? ¿No se supone que ser payaso es algo importante, porque nos divierte, sobre todo a los niños? Entonces, ¿por qué se valora tan poco? ¿Por qué hasta los mismos humoristas usamos la palabra payaso peyorativamente?
Especulando, una razón puede ser esta: dentro del arte, dentro de la creación humorística, la “payasería” es lo menos elaborado. Obviamente, como es para niños, el tropezón, la caída, el falso golpe apoyado con un platillazo de la orquesta, el tortazo en la cara, el quitarle el asiento al otro, la supuesta patada en el trasero con esos zapatones talla XXXL, etc., etc., son chistes, gags y situaciones muy elementales, muy básicas dentro del humor. Provocan risas inocentonas, infantiloides. Quizás por ello los seudos intelectuales, han condenado esa preciosa profesión al estiércol. Porque muchos colegas gritan orgullosos que el humor es algo sublime, ideal, fino, perfecto, elevado; es decir, la búsqueda de la sonrisa inteligente y espiritual, y no esa cosa elemental, burda, grotesca, superficial, vulgar, naif, de mal gusto, que provoca la primitiva carcajada.
Lo siento, queridos intelectuales, pero no pienso así. Para mí el payaso es un humorista "hecho y derecho", que hace ese humor “básico” la mayoría de las veces (los hay buenos y malos como en todo). Pero son colegas nuestros.
Pero ¿qué otra razón podrían tener esos que desprecian al payaso? ¿No será que quizás en el fondo todos quisieran serlo, pero como no se atreven, se vengan despreciando a los que sí se atreven? ¿O será porque algún resentido, frustrado o ignorante dijo que la comedia, el humor, era un género menor y no desean que su "reputación" de intelectual se contamine? ¿O son seguidores del oscuro ser que nos enseñó que “La risa abunda en boca de tontos”?
Sé lo difícil que es hacer reír, incluyendo la aparente simplicidad y ligereza del humor del payaso. Para mí, debemos considerar al payaso como hermano del humorista gráfico, del escénico, del musical, del literario; es decir, de Quino, de Chaplin, de Les Luthiers, de Mark Twain. En otras palabras, humor es lo que hacemos todos los humoristas. Las clasificaciones que nos diferencian se basan en el tipo de humor hacemos
Propongo entonces resarcir, reparar, compensar, indemnizar, desagraviar, enmendar y subsanar a los payasos. ¿Por qué no lo revalorizamos a partir de ahora, basándonos en la preciosa labor que hacen “Payasos sin fronteras” o los médicos payasos que tanto aportan a la rehabilitación de los pacientes en hospitales? ¿Por qué no los dignificamos, pensando en la tradición rusa con el payaso Popov a la cabeza, o pensando en los geniales payasos del “Cirque du Soleil”. ¿Pero para qué ir tan lejos? ¿Por qué no respetamos más a “Pastelito”, “Ruperto” y toda la tradición de payasos chilenos, con el popularísimo “Tony Caluga”a la cabeza?
Una curiosidad: en los circos, los directores alejan los chimpancés de los payasos, porque por alguna extraña y desconocida razón, esos animales atacan con mordiscos a los payasos. En serio, es cierto.
Con esto no estoy calificando de chimpacés a los Excelentísimos y Honorables. ¡Dios me perdone ofender a los chimpacés!
Mi opinión: De nuevo es manchada la debilucha reputación del humor
En Perú, en un canal llamado "Hablando huevadas", sus conductores Jorge Luna y Ricardo Mendoza, hicieron un chiste burlándose de los miembros de la selección peruana de futsal Down.
La reacción no se hizo esperar: la Sociedad Peruana de Síndrome de Down y el Colectivo Down Perú hicieron público su rechazo frente a este mal llamado “humor negro”. Dijeron que este tipo de bromas hace más daño que un golpe, supongo que refiriéndose a la famosa cachetada de Will Smith a Chris Rock en los Oscares y quizás hasta la agresión que recibió en escena Dave Chappelle también.
De nuevo insisto con mi opinión, que por otra parte no creo tener la verdad absoluta, ni mucho menos. Pero es lo que pienso y siento.
Los señores conductores de ese espacio -no sé si son humoristas o no-, intentaron subirse al bus de moda, el de la burla ofensiva, ácida y humillante contra cualquiera. Les salió un chiste, quizás con cierta dosis de comicidad, quizás no. Ni me interesa saberlo.
¿Pero tienen derecho a hacer el chiste? Por supuesto. Aunque nos duela.
¿Que si se ofendieron los amigos con Síndrome de Down y sus familiares? Sin dudas, lo hicieron público. Entonces, lo lógico es que demanden a esos señores. Y ojalá que esos señores pierdan ese juicio. Y ojalá que aprendan la lección y no sigan haciendo ese humor despiadado... Pero todo es "ojalá".
Lo que más me preocupa a mí es que hay un público que disfruta esos chistes, de lo contrario los humoristas no lo harían.
¿Qué hacer con eso?
Sabemos que -como decía un amigo-, el peor castigo para un humorista es perder rating, perder seguidores. Ese sería el ideal. ¿Pero cómo se educa a ese público si la sociedad actual está haciendo agua éticamente, si cada vez más impera la mala educación, el mal gusto, incluso el odio, el resentimiento. Se nota en casi todas las disciplinas del ser humano (artes, política, etc.)
No tengo respuesta.
Sólo seguiré escribiendo estos textos inocentes, que ese público nunca leerá, para sentirme que hice algo.
De nuevo se mancha la debilucha reputación del humor.
En Perú, en un canal llamado "Hablando huevadas", sus conductores Jorge Luna y Ricardo Mendoza, hicieron un chiste burlándose de los miembros de la selección peruana de futsal Down.
La reacción no se hizo esperar: la Sociedad Peruana de Síndrome de Down y el Colectivo Down Perú hicieron público su rechazo frente a este mal llamado “humor negro”. Dijeron que este tipo de bromas hace más daño que un golpe, supongo que refiriéndose a la famosa cachetada de Will Smith a Chris Rock en los Oscares y quizás hasta la agresión que recibió en escena Dave Chappelle también.
De nuevo insisto con mi opinión, que por otra parte no creo tener la verdad absoluta, ni mucho menos. Pero es lo que pienso y siento.
Los señores conductores de ese espacio -no sé si son humoristas o no-, intentaron subirse al bus de moda, el de la burla ofensiva, ácida y humillante contra cualquiera. Les salió un chiste, quizás con cierta dosis de comicidad, quizás no. Ni me interesa saberlo.
¿Pero tienen derecho a hacer el chiste? Por supuesto. Aunque nos duela.
¿Que si se ofendieron los amigos con Síndrome de Down y sus familiares? Sin dudas, lo hicieron público. Entonces, lo lógico es que demanden a esos señores. Y ojalá que esos señores pierdan ese juicio. Y ojalá que aprendan la lección y no sigan haciendo ese humor despiadado... Pero todo es "ojalá".
Lo que más me preocupa a mí es que hay un público que disfruta esos chistes, de lo contrario los humoristas no lo harían.
¿Qué hacer con eso?
Sabemos que -como decía un amigo-, el peor castigo para un humorista es perder rating, perder seguidores. Ese sería el ideal. ¿Pero cómo se educa a ese público si la sociedad actual está haciendo agua éticamente, si cada vez más impera la mala educación, el mal gusto, incluso el odio, el resentimiento. Se nota en casi todas las disciplinas del ser humano (artes, política, etc.)
No tengo respuesta.
Sólo seguiré escribiendo estos textos inocentes, que ese público nunca leerá, para sentirme que hice algo.
Homenaje en el Instituto Quevedo de las Artes del Humor
El Instituto Quevedo de las Artes del Humor (IQH) es un centro de estudio, difusión e investigación del humor en todas sus facetas. Pertenece a la Fundación General de la Universidad de Alcalá, España.
Pues es un gran honor para mí recibir de su parte un homenaje por mis 40 años como humorista.
Y otro honor es tener ese día conmigo al querido y admirado Enrique Gallud Jardiel, ese excelente humorista español, nieto de mi ídolo Enrique Jardiel Poncela.
¿Qué más se puede pedir?
Y aprovecho para agradecerle de todo corazón a alguien que siempre ha creído en mí y que es el gestor de todas estas actividades, mi amigo, el cubano Francisco Puñal, periodista, fotógrafo y promotor del humor.
¡Están todos invitados!
Esto sale publicado en la página web del Instituto Quevedo de las Artes del Humor...
El 12 de mayo a las 19:00cest tendrá lugar la mesa redonda «La culturización del humor. Los 40 años como humorista multifacético de Pepe Pelayo» para destacar la trayectoria del autor y rendirle homenaje.
En la charla nos acompañarán Enrique Gallud Jardiel y Pepe Pelayo; modera Juan García Cerrada. Podrá seguirnos en directo por streaming a través de nuestra página web, nuestro canal de YouTube y/o redes sociales (Twitter y Facebook).
El autor cubano-chileno Pepe Pelayo (Matanzas, Cuba, 1952), qui
en reside en Chile desde 1991 y es nacionalizado chileno, cumple 40 años haciendo humor y de ellos , 30 en ese país austral. También cumple 70 años de vida en este 2022. Doble conmemoración para festejar.
Fundador del destacado grupo humorístico «La seña del humor», en su isla natal, Pelayo se destaca como escritor (con más de 60 libros publicados), comediante, investigador del humor, promotor de la lectura, realizador de collages fotográficos y productor de vídeos sobre el humor, con una serie que acaba de terminar para celebrar estos aniversarios.
Por todo ello, y por su labor al visitar numerosas escuelas en Chile, para promover entre alumnos y profesores, la importancia de la lectura y el uso del humor en la enseñanza, entre otras facetas, queremos enviarle un fuerte abrazo y nuestro reconocimiento en defensa del humor y por el mejoramiento humano.
Enrique Gallud Jardiel nació en Valencia, en 1958. Es Doctor en Filología Hispánica por la Universidad Jawaharlal Nehru de Nueva Delhi, India, y también por la Universidad Complutense de Madrid. Además, es Doctor «Honoris causa» por la Bircham International University de Delaware, EE.UU. Posee un Máster de Filosofía de la Universidad Francisco de Vitoria. Ha ejercido la docencia desde 1980 en varias universidades y en la Universidad Francisco de Vitoria desde el 2000.
Ha publicado más de doscientos libros, entre ensayos y obras de ficción, así como numerosos artículos. Ha dirigido revistas literarias y programas radiofónicos. Ha organizado y participado en congresos internacionales sobre Lengua y Literatura. Teórico del Humor. Es además autor teatral y director de teatro.
Mi opinión: Otra noche negra para el humor
Un hombre se subió al escenario y agredió al comediante Dave Chappelle, imitando a la recontrapublicitada cachetada que le dio Will Smith a Chis Rock en los Óscares.
No sé cuál es el chiste que hizo Chappelle, pero he leído que en sus actuaciones se burla fuerte de las minorías sexuales.
Me preocupa que cada vez que alguien se sienta ofendido por un chiste, reaccione con violencia.
La única diferencia entre estos casos de subirse al escenario a golpear a los comediantes con los asesinatos de los humoristas de la revista francesa Charlie Hebdó, es la muerte, porque el fondo conceptual es el mismo: "me ofende que hagas ese chiste y por eso te castigo".
Estamos mal, pero vamos a peor cada día.
Sabemos que unos cuantos humoristas creen que están por encima del Bien y el Mal y disparan chistes crueles a los cuatro vientos con tal de sentirse graciosos. Y de verdad que atacan, ofenden, irrespetan, humillan. Pero eso no le da derecho a nadie a agredirlos. Para eso existen los canales civilizados que nos brinda la democracia para demandarlos y hacer justicia. Y que se castigue, o no, al humorista por su chiste. Y dije en democracia, porque en regímenes totalitarios la agresión a los humoristas la hace el gobierno si el chiste no les gustó.
Amigos, el humorista tiene el derecho que le da la libertad de expresión y creación de hacer el chiste que desee. Y como ya señalé, si alguien se ofende debe demandarlo. Pero lo lógico, lo normal, es que el público se vaya del teatro, no vea el programa de la TV o la radio donde está el humorista, siga navegando si se lo encuentra en Internet, cierre la revista o el libro, etc.
Y esa persona ofendida tiene el derecho también de criticar el chiste y al humorista si lo desea.
Pero el ideal es que a ese humorista que se burla con crueldad, que humilla y ofende, el público lo vaya consumiendo cada día menos, entonces los dueños de los medios cada vez lo contraten menos, y se quede ese humorista en un nicho bien apartado y definido, con su pequeño público de seguidores. Ese es el camino para castigar a los chistosos ácidos, que se creen dioses del humor.
Pero que siga "la moda" de agredir al humorista cuando no le gusta un chiste, es el regreso a la barbarie.
Sólo falta que el público haga una barricada en el teatro y le lance cócteles molotov al artista.
Así va la cosa en estos "tiempos modernos", como decía Chaplin.
Pepegrama No.1