En rigor humortis: ¿Es cierta la acuñada frase: "Es más fácil hacer llorar que hacer reír”?

captura_de_pantalla_2021-06-02_a_las_9.47.31_p.m.pngDesde hace más de doce años vengo entrevistando a humoristas gráficos, escénicos y literarios, así como a estudiosos de la teoría y aplicación del humor, con un mismo cuestionario. Mi objetivo era comparar sus respuestas en algún momento, para analizarlas y reflexionar sobra cada punto abordado y al final publicar un libro en tono ensayístico.

Por tal motivo no tenía mucho apuro. Primero entrevisté a los integrantes de mi larga lista de amigos colegas. Y éstos me iban poniendo en contacto con otros.

Para este artículo decidí no hacer ningún análisis, porque se extendería demasiado. Para que se tenga una idea de la magnitud del trabajo, hasta este momento he entrevistado a 157 colegas de 18 países.

La pregunta de ese cuestionario que escogí para la reflexión de hoy fue la que aparece en el título:

“¿Es cierta la acuñada frase: "Es más fácil hacer llorar que hacer reír”?

(Encontrarán respuestas extensas, breves, chistosas, serias, a favor, en contra y hasta algunas abstenciones).

Aquí solo copiaré las respuestas de 30 colegas, como muestra representativa. Están en orden alfabético:

> Alexis Valdés, escénico y audiovisual cubano: Sí… con pisarle el pie a cualquiera se le hace llorar. Sobre todo si tiene un uñero… Ahora, hacerle reír… ¿A alguien que tiene un uñero…?

> Amorín, gráfico brasilero: Sim. Para chorar voce só precisa de um martelo e o seu dedo… 

> Ares, gráfico cubano: Sí, no tengo dudas. Tú con solo enviarme esta entrevista ya lo lograste y para hacerme reír en el Teatro Carlos Marx tuviste que pasarte meses ensayando.

> Boligán, gráfico cubano-mexicano: Sí, sobre todo hoy en día son más los que se dedican a hacer llorar y con mucho éxito e ingeniosidad, mas creo que siempre buscamos la forma de reírnos de ellos...

> Bonil, gráfico ecuatoriano: Nunca he intentado hacer llorar, y tampoco he “procurado” hacer reír. Creo que para quien no lo lleva naturalmente cualquier posibilidad expresiva puede resultar difícil de lograr. Ahora, si me dijeran tus caricaturas “son de llorar”… no sabría si reír o llorar. Y sería harto difícil en ambos casos…

> Carlos Ruiz de la Tejera, 1933-2015, escénico cubano: Las dos cosas son difíciles. Hacer llorar es llegar a lo más sensible del alma humana, enfrentándola a las verdades que cotidianamente las mentiras tapan y hacer reír, pero que la gente ría y piensen también es difícil y tú lo sabes.​

> Cintia Bolio, gráfica mexicana: Cierta. Aunque ahora las personas que nos dedicamos al humor político sufrimos de la competencia desleal de la clase política. No sé si hacen los chistes de manera voluntaria, pues son cada día más cínicos, pero eso no se vale.

> Coco Legrand, escénico y audiovisual chileno: Sí, porque en la vida hay menos situaciones graciosas que dramáticas.

> Daniel Rabinovich, 1943-2015, escénico, musical, y literario argentino: Creo que sí... ¿Lo que se acuña, ¿no son monedas?

> Samper, literario colombiano: Por supuesto. Pero goza de menos prestigio. Parece increíble, pero la seriedad postiza y solemne sigue suscitando más admiración que el apunte oportuno.

> David Vela, gráfico español: El humor es un género complicado pero no creo que su función sea hacer reír. Se ríe con el chiste o con la actuación de un cómico, pero el humor es un concepto más amplio. Me gusta cómo le da vueltas Ramón Gómez de la Serna en su “Gravedad e importancia del humorismo”, sin llegar a una conclusión.

> Doimeadiós, escénico y audiovisual cubano: Las dos cosas son difíciles y fáciles.

> Eduardo del Llano, literario escénico y audiovisual cubano: Es cierto, es más fácil. De veras. Toma por ejemplo a los estudiantes: en cualquier aula hay un montón de chicos y chicas con problemas, pero sólo un gracioso.

> Eduardo Jáuregui, especialista español: En absoluto. Es mucho más fácil hacer reír. Basta entrar en cualquier cafetería para observarlo entre las personas reunidas en torno a las mesas. Otra cosa es hacer reír con un "chiste" enlatado o una escena de ficción. Eso requiere más arte, no sé si más o menos que el de los autores trágicos.

> Enrique Gallud Jardiel, literario y escénico español: Una gran verdad. La narración de cómo un niño murió atropellado por un camión siempre conmueve al que la escucha, por muy mal que se cuente. Una historia cómica, mal escrita o mal contada, pierde toda su gracia. Hacer reír sin burlarse de los más desafortunados o sin mezclar sexo, política o religión es dificilísimo.

> Enrisco, literario, escénico y audiovisual cubano: Depende. La lágrima difícil, la profunda, es tan difícil y rara como la risa inteligente. La sensiblería melodramática en cambio es bastante más fácil hasta que la risa boba.

> Hervi, gráfico chileno: Desde luego. Es más fácil dar una patada en el aparato reproductor de un ciudadano, que inventarle un cuento gracioso para que deje de lamentarse por la mala fortuna que tuvo porque alguien le dio una patada en su aparato reproductor.

> Horst Haitzinger, gráfico alemán: Sí, creo es cierta.

> Juan Padrón, 1947-2020, gráfico y audiovisual cubano: Creo que sí. El humor es cosa seria y se necesita, aparte de una fuerte dramaturgia, un sentido del timing, y un toque especial, como en el chiste de los presos con los chistes numerados.

> Kemchs, gráfico mexicano: Definitivamente, sí. En alguna época estuve haciendo una tira cómica llamada “Los torcidos”, en el periódico más importante de mi país, “Unomásuno”. De ahí me surgieron invitaciones para hacer pequeños guiones para radio, en los cuales estuve trabajando y realmente era sorprendente como invertía tanto tiempo en hacer guiones humorísticos y como la radio y la televisión devoraba grandes cantidades en muy pocos segundos. Después de un tiempo decidí que no era lo mío y continúe usando esos pequeños guiones para mis tiras cómicas y de esa reflexión y de mi trabajo de casi 30 años haciendo humor, me doy cuenta que es una labor ardua. Por ello pienso que es una parte difícil de trabajar.

> Luis Pescetti, literario, escénico y musical argentino: Al menos ¿intencionalmente?, la verdad que sí. Pero, de todos modos, llorar no es lo mismo que presentar una buena tragedia, y eso es muy difícil. No sé si cuando decimos ese "llorar" es igual a ese "reír".

> Marilena Nardi, gráfica italiana: Credo di sì. Personalmente, nel mio lavoro, non cerco la risata, ma neanche il pianto. Lo scopo finale è la riflessione. Se dovessi definire i miei disegni, gli ultimi in particolare, direi che sono espressione di un umorismo dolente

> Marrugat, gráfico español: Pues me temo que sí. Por ejemplo: si alguien cuenta algo luctuoso, casi todo el mundo se echa a llorar; si alguien cuenta un chiste y no tiene la gracia imprescindible, nadie rompe a reír. Sin embargo, hay personas que cuentan algo triste con tal naturalidad que es inevitable la risa. Eso le pasaba al difunto Chumy Chúmez, sin ir más lejos.

> Nani, gráfica colombiana: No. Hacer reír es tan fácil como hacer llorar, solo hay que saber hacerlo, esa es la cuestión.

> Omar Zevallos, gráfico peruano: Es sólo una frase. Ambas manifestaciones tienen orígenes diferentes y obedecen a impulsos antagónicos; aunque a veces podemos llorar de risa. Creo que hacer reír es fácil si quien lo intenta es un humorista, pues bastará una mirada o un gesto hecho con maestría para reír. Y si el humor se le agrega una buena dosis de inteligencia, mejor aún.

> Osvaldo Macedo de Sousa, especialista en humor gráfico portugués: Claro que sim.

> Ramón Fernández-Larrea, literario, escénico y audiovisual cubano: Es cierto. El ser humano tiene una natural disposición para llorar y que lo hagan verter lágrimas. Sospecho que es para que los demás lo vean. Uno llora sin comprender por qué lo hace. Para reír hay que entender de qué se ríe. Y eso cuesta trabajo.

> Rius, 1934-2017, gráfico mexicano: No me he dado cuenta, pues mi pretendida profesión es hacer reír y casi nunca me doy cuenta si lo logro o no...

> Turcios, gráfico colombiano: Creo que sí, es que para hacer llorar no hace

> Virulo, musical y escénico cubano: ¿Quién dijo esa tontería?

Voy a finalizar este artículo con mi opinión sintetizada sobre el tema, como si estuviera entrevistándome. Dije que no haría ningún análisis, pero no quiero que se piense que no tomé partido.

Según mi criterio, no existe nada fácil dentro de la creación de calidad en general. Hacer tragedia o comedia en cualquier manifestación artística es difícil y mientras más nivel de elaboración y profundidad tenga la obra, más difícil es de crear.

Lo que quizás ocurra es que como el llanto está más cerca de la emocionalidad del ser humano y el humor más cercano a la inteligencia, sea más fácil llegar al corazoncito de las grandes masas, sin contar que tener el sentido del humor bien desarrollado conlleva más dedicación, esfuerzo y tiempo que alguien que pique cebolla. 

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