Fe or not fe
Hoy me dejé provocar y caí en un debate viejo, bizantino e insoluble. Resumo: al final, por mucho que se analice y se argumente, no existen pruebas de que dios existe, ni de que dios no existe. Todo va a depender de la fe, que tenga o no, cada cual.
Por lo tanto, no podemos tener leyes -en un Estado laico como el nuestro-, que nos obliguen a acatar preceptos que postulen cualquiera de las dos posiciones. ¿Objetivo? Tolerancia. Los políticos hacen las leyes por una mejor convivencia entre creyentes y no creyentes. Todos libres de pensar como quieran, pero respetando al otro, aunque creamos que somos los que tenemos la verdad y el otro "anda perdido". Porque en eso hay viceversa, no lo olviden. Los políticos que legislan basándose ciegamente en sus creencias, les hacen mucho daño a la sociedad. No son servidores públicos para todos, sino solo para los que piensen como él y eso no es ético ni justo.
Y para terminar con el punto, aprovecho para repudiar a los fundamentalistas que desean imponernos sus creencias a la fuerza, ya sean religiosas o ideologías políticas. Bastante dolor y muerte ha pagado y sigue pagando la Humanidad por esos extremismos.
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