Homenaje póstumo: Daniel Rabinovich de Argentina

descarga_3_3.jpegME DUELE EL ALMA. Lo siento, pero el mundo ya no es el mismo. El humor tampoco. Espérame Daniel, compadre, colega, amigo. Ve haciendo reír a todos donde quiera que estés. Espérame con alegría. Sé mejor que yo que te despido con lágrimas. 
Yo sabía que estabas yéndote, por eso publiqué estos párrafos a esta misma página en junio. Los repito ahora textualmente. No sé qué más hacer para homenajearte.

PARA MÍ ESTO ES MUY IMPORTANTE:

Me voy a dar un gusto aquí, así que disculpen los excesos y datos íntimos que quizás no les interese a muchos.Es que en estos días se cumplen 22 años del comienzo de una amistad con una persona que admiro y respeto como profesional, como poquísimos artistas en este mundo.El se llama Daniel Rabinovich y es fundador y miembro del mejor grupo de humor escénico-musical de Hispanoamérica de todos los tiempos y creo que me puedo quedar corto. Me refiero al conjunto argentino “Les Luthiers”.Daniel, de los cinco integrantes actuales, es el del bigote y la sonrisa amplia, pícara y contagiosa, por si alguien no lo ubica por nombre.

En 1985 nuestro grupo "La Seña del Humor de Matanzas" actuó en Cuba para ellos en la "Sala Atril" del Teatro "Karl Marx", junto a cien selectos invitados más y algunos colados. La presentación se realizó como un homenaje a sus funciones que estremecieron el mundo artístico-cultural de La Habana en esa época. Esa noche, al terminar nuestro número de “El Coro de Cámaras”, varios de los miembros de “Les Luthiers“se nos acercaron gentilmente a felicitarnos y tuve la suerte de que el primero que me abrazó fue Daniel. Ahí conversamos sobre lo extraño de que nosotros, viviendo en provincia, hiciéramos el mismo tipo de humor que hacían ellos, sin haberlos conocido nunca (a un año de presentarse "La Seña del Humor" nacionalmente y a solo pocos meses de verlos en vivo, la gran comediante cubana Zulema Cruz, nos mostró un cassette de audio pegado varias veces con scotch, donde apenas escuchamos algunos de sus números).Cuando en 1993, en una de las visitas de “Les Luthiers” a Chile (se presentan anualmente), me acerqué a él y se acordaba perfectamente de "La Seña" y de mí. Ahí comenzó nuestra amistad.Entonces cada vez que íbamos a Buenos Aires, disfrutábamos de sus funciones y después nos llevaba a su casa, a restaurantes, etcétera. Cada vez que venían a Chile, después de la función comíamos en casa, en restaurantes, incluso una vez lo llevé al “Damaris”, donde terminamos tocando percusión con el grupo salsero cubano que amenizaba.Sosteníamos larguísimas conversaciones sobre la teoría del humor, sobre la situación del humor Latinoamericano, y sobre filosofía, política, etcétera, pero mayormente de arte y de nuestras propias historias, mojadas casi siempre del mejor vino tinto, claro.Cuando publiqué el libro “Ortega y Gasset” con Rudy, otro gran humorista literario y escénico argentino, Daniel Rabinovich nos escribió el prólogo y yo sentí mucha emoción por sus palabras.Este gigante del humor a nivel mundial, este Maestro, este ídolo, este ejemplo de artista, de creador, con el tiempo se convirtió en uno de mis pocos buenos y queridos amigos en la vida, por sus enormes cualidades humanas. En todos estos años no hemos dejado de escribirnos constantes e-mails disparatados, cómicos y cariñosos, ni hemos dejado de hablarnos por teléfono o skype. Por todo lo anterior es que siento tremendo placer en recordar nuestra amistad de 22 años ya.Pero también aprovecho para decir públicamente de mi admiración hacia él como humorista, que raya casi en culto.Y, además, porque en estos días no se siente bien de salud, por lo que me encantaría que todos mis amigos de Facebook, los que hemos reído con Daniel Rabinovich, le demostremos nuestro apoyo, enviándoles –por favor-, nuestras mejores vibras para que se recupere lo más pronto posible. Gracias.

 

firma3_0.jpg

Añadir nuevo comentario

Plain text

  • Saltos automáticos de líneas y de párrafos.
  • No se permiten etiquetas HTML.
  • Las direcciones de las páginas web y las de correo se convierten en enlaces automáticamente.