La estupidez. Una reflexión

aestupido_0.jpeg¿Todo ser humano es estúpido? Más bien toda persona puede ser estúpida por momentos y circunstancias. Pero me referiré en esta reflexión a los estúpidos a tiempo completo.

Estúpido viene del latin stupere que significa “estar aturdido” y con el tiempo llegó al concepto “falta de inteligencia y torpeza en el juicio”.

La estupidez en filosofía no es solamente la incapacidad para pensar y tomar decisiones por cuenta propia sino, también, la incapacidad para orientar nuestra propia vida en mérito a ello.

La estupidez no depende del CI que tenga una persona, ni de su agilidad mental, de su cultura, sus conocimientos, su riqueza, su estatus social. Un Premio Nobel puede ser un estúpido, un millonario, un mendigo y un gran artista también. Es un defecto de la personalidad, más que de la capacidad que tenga la persona. Tal es así que, como dije al inicio, cualquiera puede volverse estúpido en ciertas circunstancias, nos dice el teólogo alemán Dietrich Bonhoeffer en su "Teoría de la estupidez".

Atención, la estupidez puede invadirnos y quedarse instalada en nosotros, sobre todo cuando pertenecemos a grupos amplios, porque es contagiosa. En otras palabras, la estupidez no sería tanto un problema psicológico como sociológico.

Para que se entienda mejor, mencionaré cuatro clasificaciones que publicó el historiador italiano Carlo Cipolla en su libro “Las leyes fundamentales de la estupidez humana” y que me convencieron:

-Los incautos o desgraciados son los que benefician a los demás y se perjudican ellos mismos.

-Los inteligentes son los que se benefician ellos mismos sin perjudicar a los demás, incluso beneficiándolos.

-Los malvados o bandidos son los que se benefician ellos y perjudican a los demás.

-Los estúpidos son los que perjudican al resto y ellos no se benefician o incluso sufren pérdidas.

Ojo, el inteligente y el malvado saben que lo son, el desgraciado sospecha que algo no anda bien con él, pero el estúpido no sabe que lo es, por eso es el más peligroso.

ambién leí que en el año 2015 una investigación realizada en la Universidad de Eötvös Loránd de Budapest, Hungría, dio como resultado que para evitar ser víctimas de personas estúpidas, es imprescindible detectar a la persona estúpida. ¿Cómo reconocerla? Sabiendo qué la produce. Y son tres causas:

1-La que produce el grado más bajo de estupidez es la distracción, la falta de concentración, la indiferencia.

2-El grado medio de estupidez humana la produce la falta de control sobre uno mismo. Se impulsivo, no tener inteligencia emocional.

3-La causa que produce el grado más alto de estupidez es la ignorancia y el exceso de confianza. Y lo peor es cuando se combinan ambas características. Es decir, ser ignorante y creer que no lo es.

Cipolla nos dice que debemos evaluar siempre los resultados. Ellos nos dicen si alguien es estúpido o no. Si el resultado de una conducta estúpida de alguien no perjudica a nadie, pues esa persona no es estúpida. Por eso algo más grave es la combinación de una persona malvada y estúpida a la vez. El daño que produce es muchísimo mayor.

Pero el mayor daño que producen los estúpidos es cuando conforman mayorías, como también mencioné.

¿Quién es peor que un estúpido? Un estúpido con poder. Los cuales casi siempre llegan al poder con el voto o el apoyo de las masas de estúpidos.

Los políticos malvados o estúpidos-malvados llegan al poder por la estupidez humana, por los estúpidos haciendo mayorías.

Así surgen los dictadores, los populistas (de izquierdas y de derechas), porque son apoyados por las masas estúpidas. Los poderosos necesitan de los estúpidos para mantenerse en el poder

Y los estúpidos son muy fáciles de manipular.

Los estúpidos no escuchan argumentos, nunca van a creer en argumentos que van contra lo que están convencidos. Se mantendrán firmes en sus creencias, aunque les de

muestres lo contrario con hechos, con pruebas fehacientes. No van a aceptar que están equivocados. No les darán importancia a esos hechos, o los ignorarán.

Y a los estúpidos no los puedes tratar de convencer con tus argumentos, porque se enojarán, te atacarán, te anularán, te ofenderán.

Los estúpidos toman como propios los argumentos de las masas de estúpidos, las consignas, los eslóganes, los lemas y los asimilarán como si fueran propios. Y se vuelven ciegos, dejan de reconocer moralmente los límites entre el bien y el mal.

Se fanatizan, y eso les hace vivir en zona de confort, porque no tienen que pensar más, no tienen que cuestionarse nada, se sienten satisfechos y felices con lo que aceptaron creer.

Pero no solo se trata de ideas políticas y sociales, también tenemos los estúpidos religiosos (en muchos casos es lo mismo, el comportamiento es idéntico).

En fin, no caigamos en esas estupideces, amigos míos. Cuestionemos todo lo que nos dicen. Los gobiernos, los políticos, las religiones, están compuestos por seres humanos y ya sabemos que muchos son estúpidos.

Algo que nos afecta a diario, por poner unos ejemplos: ¿por qué tenemos que elegir otra vez al mismo político que fue corrupto, o inepto? ¿Por qué creer de pronto y ciegamente en teorías como que la Tierra es plana o estamos rodeados de reptilianos? ¿O que nos introducen algún chip cuando nos vacunamos? ¿Por qué vamos a ir a una guerra que se le ocurrió a un político o un militar y dar la vida por eso? ¿O por qué tengo que creer todo lo que dice esta reflexión?

Voy terminando con esta cita que se la han adjudicado a Groucho Marx, Abraham Lincoln y hasta Mark Twain: “Es mejor estar callado y parecer estúpido, que hablar y despejar las dudas definitivamente”.

Y con esta otra que dijo alguien escudándose en el nombre de Einstein: “Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro”.

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