Una invitación muy especial

ajrdiel_1.jpgComo sabe todo el que me sigue, tengo el honor de contar con la amistad del nieto del gran humorista español Enrique Jardiel Poncela. Incluso recién terminamos un nuevo libro juntos.

Pues acabo de recibir una invitación muy especial, para participar como orador en el homenaje anual a su difunto abuelo, Enrique Jardiel Poncela, que bajo el título de «Ven a reírte al cementerio» tendrá lugar el domingo, 11 de mayo, a las 12.00 horas en la Sacramental de Santa María, en Madrid.

Me cuenta que se trata de una rancia y antiquísima tradición que se inventaron hace unos años para rendir honores a "esa deidad tutelar de la gracia y Director Gerente de los Humoristas Españoles que fue Jardiel".

Y continúa la invitación: Reuniremos allí —como hicimos en años anteriores— a un grupo de ejemplares de esa especie en peligro de extinción denominada «intelectualidad española». Cada uno de los participantes dispondrá de unos minutos (pocos) para hablar bien o mal del finado (no somos melindrosos ni partidarios de censurar a nadie) o para leer alguno de sus textos (en voz alta, preferiblemente, para que los oyentes no se nos aburran). Acto seguido, nos dirigiremos todos en fila india a su nicho para depositar en él un imperdible conmemorativo, pues Jardiel aseguraba que el teatro se hace a base de sudor y de imperdibles (y ese día y a esa hora el sudor lo tendremos garantizado).

Será un acto muy distendido -me sigue contando-, e informal, sin protocolo, sin tarima, sin micrófonos y sin políticos: sólo gente de bien. No hace falta ir de etiqueta; es más: recomendamos a todos los participantes que se lleven un gorro para el sol y su propio botijo.

Y en el último párrafo me dice: Como el tiempo ni vuelve ni tropieza —que dijo Quevedo un día que estaba especialmente sembrado— y como urge anunciar el evento cuanto antes, te agradecería que me confirmaras o desconfirmaras en breve tu participación, con la que nos sentiríamos extremadamente honrados, cosa que no te he dicho al principio de la carta, pero que te digo ahora. Y si no te fuera posible asistir, siempre agradeceríamos que nos enviaras unas palabras (MEJOR EN VERSO) que leeríamos en tu nombre, procurando pronunciarlas lo mejor posible y atascarnos lo mínimo.

Recibe un afectuoso saludo.

Enrique Gallud Jardiel

 

Pues ya le desconfirmé mi presencia, pero mi hermano y colega de mi grupo la Seña del Humor de Matanzas, Rubén Aguiar, y yo le prometimos estar ahí con unas décimas nuestras en honor a Jardiel Poncela (uno de mis ídolos desde la juventud), que será leída por Enrique Gallud Jardiel, al cual le agradezco muchísimo que cuente conmigo para tan importante actividad.

Amigos, como sabe todo el que me sigue, tengo el honor de contar con la amistad del nieto del gran humorista español Enrique Jardiel Poncela. Incluso recién terminamos un nuevo libro juntos.

Pues acabo de recibir una invitación muy especial, para participar como orador en el homenaje anual a su difunto abuelo, Enrique Jardiel Poncela, que bajo el título de «Ven a reírte al cementerio» tendrá lugar el domingo, 11 de mayo, a las 12.00 horas en la Sacramental de Santa María, en Madrid.

Me cuenta que se trata de una rancia y antiquísima tradición que se inventaron hace unos años para rendir honores a "esa deidad tutelar de la gracia y Director Gerente de los Humoristas Españoles que fue Jardiel".

Y continúa la invitación: Reuniremos allí —como hicimos en años anteriores— a un grupo de ejemplares de esa especie en peligro de extinción denominada «intelectualidad española». Cada uno de los participantes dispondrá de unos minutos (pocos) para hablar bien o mal del finado (no somos melindrosos ni partidarios de censurar a nadie) o para leer alguno de sus textos (en voz alta, preferiblemente, para que los oyentes no se nos aburran). Acto seguido, nos dirigiremos todos en fila india a su nicho para depositar en él un imperdible conmemorativo, pues Jardiel aseguraba que el teatro se hace a base de sudor y de imperdibles (y ese día y a esa hora el sudor lo tendremos garantizado).

Será un acto muy distendido -me sigue contando-, e informal, sin protocolo, sin tarima, sin micrófonos y sin políticos: sólo gente de bien. No hace falta ir de etiqueta; es más: recomendamos a todos los participantes que se lleven un gorro para el sol y su propio botijo.

Y en el último párrafo me dice: Como el tiempo ni vuelve ni tropieza —que dijo Quevedo un día que estaba especialmente sembrado— y como urge anunciar el evento cuanto antes, te agradecería que me confirmaras o desconfirmaras en breve tu participación, con la que nos sentiríamos extremadamente honrados, cosa que no te he dicho al principio de la carta, pero que te digo ahora. Y si no te fuera posible asistir, siempre agradeceríamos que nos enviaras unas palabras (MEJOR EN VERSO) que leeríamos en tu nombre, procurando pronunciarlas lo mejor posible y atascarnos lo mínimo.

Recibe un afectuoso saludo.

Enrique Gallud Jardiel

Pues ya le desconfirmé mi presencia, pero mi hermano y colega de mi grupo la Seña del Humor de Matanzas, Rubén Aguiar, y yo le prometimos estar ahí con unas décimas nuestras en honor a Jardiel Poncela (uno de mis ídolos desde la juventud), que será leída por Enrique Gallud Jardiel, al cual le agradezco muchísimo que cuente conmigo para tan importante actividad.

Añadir nuevo comentario

Plain text

  • Saltos automáticos de líneas y de párrafos.
  • No se permiten etiquetas HTML.
  • Las direcciones de las páginas web y las de correo se convierten en enlaces automáticamente.