Falleció el colega y amigo argentino Osvaldo Laino
Luto en el humor gráfico. Falleció el gran caricaturista argentino y buenísima persona, Osvaldo Laino.
No mencionaré aquí su extenso curriculum. Ya sobre él hablé en humorsapiens.com. Pero sí copiaré aquí -como humilde homenaje- la entrevista que generosamente aceptó para publicarla en Humor Sapiens hace algunos años y que después la incorporé en mi libro "Vis a vis con la vis cómica".
Hasta siempre, amigo mío.
PP: Querido Laino, ¿te gusta que te hagan entrevistas?
LAINO: Si son con fines educativos, sí. Siempre que pueda aportar mi experiencia para ayudar, especialmente a los jóvenes que necesitan una orientación o un consejo. Una entrevista ayuda porque siempre se encuentran en ellas historias, problemas o situaciones que son comunes en una profesión; por lo tanto, aquellos que lo han experimentado están en capacidad de dar soluciones o ideas que ayudan a resolver.
PP: Pues veremos si sucede con esta. Ojalá. Comenzamos entonces. ¿Cómo ves el estado actual del humor en el país donde vives, en televisión, radio, teatro, literatura y gráfica?
LAINO: Habiendo regresado recientemente a mi país, después de medio siglo de vivir en el extranjero, he podido apreciar muchos cambios. Cuando se está ausente de un lugar, máxime cuando es por largo tiempo, todo se hace más obvio; por ello puedo apreciar que el humorismo, en todos los medios de mi país, continúa con mucha salud y con los cambios naturales que requiere la actualidad. En síntesis, yo diría que no puedo aplicar el viejo refrán: ”Todo tiempo pasado fue mejor” ya que los tiempos cambian y la vida también y en ello el humorismo juega un papel muy importante.
PP: Me alegro mucho por ti y por los argentinos. Laino, en muchos países de América Latina se dice: "Mi país es un pueblo de humoristas", "en mi país, tú mueves una piedra y sale un humorista", etc. ¿En Argentina se dice lo mismo?
LAINO: No sé realmente si es verdad o una frase popular, pero en todo país existe una característica propia del lugar por su naturaleza y eso conlleva los estados de ánimo de la gente que traduce sus emociones; por lo tanto, el humor es algo natural, como lo es la tristeza y otros tantos sentimientos. De allí creo que nace la frase.
PP: Mientras se diferencia bienal humor a lo que no lo es, estamos bien, ¿no es cierto? Y ahora dime, ¿para ti es verdad la conocida frase: "Es más fácil hacer llorar que hacer reír"?
LAINO: ¡Sí! ... Porque el humor te hace llorar de risa.
PP: Eso es cierto, pero muchos afirman que no es así. Es un debate que me interesa. Y otra cosa, ¿el humorista nace o se hace?
LAINO: Yo creo que el talento es natural. El tiempo y la vida enseña y con ello se mejora a través de los años. La experiencia es una sabia maestra que nos ayuda a ir mejorando al mismo tiempo que vamos aprendiendo y eso es aplicable al diario trajinar.
PP: Estamos de acuerdo. Amigo mío, ahora vamos más a ti. Por ejemplo, ¿cuándo decidiste hacerte humorista?
LAINO: Creo que Dios me dio una mano. Hace casi 70 años que comencé a dibujar, lo demás vino solo. El amor por los muñequitos o cartoons que leíamos cuando pequeños en las revistas que devorábamos de principio a fin fueron forjando mi personalidad y los deseos de emular a aquellos que nos abrieron el camino y que es muy común en nuestra profesión.
PP: Yo también puedo decir que mi sentido del humor se formó en un inicio leyendo historietas. Es algo que debemos aconsejarles a padres y profesores. Bueno, confiesa, ¿cuál ha sido el mejor y el peor momento de tu carrera hasta el día de hoy?
LAINO: Pienso que el mejor momento que he tenido en mi vida (hablando sobre nuestras vidas dedicadas al humor) ha sido el día que publiqué mi primer trabajo. ¿Por qué? En primer lugar, porque eso ocurre generalmente cuando se es muy joven y sin mucha experiencia. Segundo, por la natural expectativa de ver nuestro trabajo plasmado en un pedazo de papel (en este caso hablamos de revistas); y además, como todo ser humano nos embarga el ego metido bien profundo en nuestras almas y que nos hace pensar que la fama está ya a la vuelta de la esquina. En cuanto al peor momento, no estoy seguro de poder describirlo. Generalmente pasa por la inexperiencia, es decir cuando teníamos que entregar el trabajo y los nervios se apoderaban de uno y de repente cuando estaba casi terminado ... zas!! Se volcaba el tintero y todo el trabajo se iba a la basura. A decir verdad, no recuerdo mucho de ello.
PP: Me alegro que no tengas momentos malos destacables. Lo del accidente de la tinta le pasa a todos, ¿verdad? Oye, como humorista, ¿te ríes fácil? ¿Con qué tipo de chistes?
LAINO: Definitivamente, soy del grupo que aprecia un buen chiste y lo premio con una buena carcajada. Para algunos otros les dedico una sutil sonrisa. Me gustan mucho los humoristas de teatro o televisión a quienes denominamos en inglés “one liners” (de un línea). Son muy creativos y espontáneos (decimos que se mandó una “morcilla”); y por supuesto, la sección que leemos primero en los periódicos, los comics diarios.
PP: Muy bien. ¿Puedes contarnos ahora alguna anécdota como humorista?
LAINO: Ocurrió hace muchos años en un concurso de dibujos donde era uno de los miembros del jurado invitado. En la galería de trabajos expuestos por los participantes habían colgado obras de los jueces, y uno de los míos estaba al lado de los concursantes. Resultado final: mi trabajo ganó el premio. Naturalmente, se vieron algunas caras coloradas.
PP: Ja, ja. A propósito de colegas, ¿con cuáles humoristas te identificas?
LAINO: Me identifiqué mucho con Saul Steinberg, pero siempre me gustó el francés Sempé y el inglés Ronald Searle.
PP: Buena selección. Y por último, ¿qué me aconsejas a mí como humorista?
LAINO: Ser tú mismo. Ser honesto, no escatimar tiempo en fortalecerte, tomar ejemplo de los mejores y aplicarlo a tu propia personalidad.
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