Otro mundo
Tailandia es otro mundo. Fui a un restaurante y pedí agua mineral con gas y me trajeron la botella de la foto. Me cuesta entender que pida agua con gas y me traigan agua sin gas, como dice por fuera la botellita. Sin embargo, me la serví y tenía gas. No sé la razón de tantas contradicciones.
De regreso, vi que a los singapurenses les gusta también (singapurense es el gentilicio y no singapuranos ni singapurados). En fin, Singapur es otro mundo también. Quizás ésta sea una cultura más abierta de mente, quizás más hedonista, quizás allá la gente es más “activa”. Pero confieso: a mí me encanta también… el agua con gas, claro.
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