Persona vs. artista

descarga_12_0.jpegMe vino a la mente reflexionar sobre este tema, al escribir esas breves palabras sobre el fallecimiento del músico cubano Juan Formell que publiqué en facebook.

Lo relacionaré con lo que me contaron sobre un Festival de Viña de no sé qué año, donde el cantante Roberto Carlos saludó con mucha deferencia al dictador Pinochet. La persona que me lo contó también me dijo que desde ese día no escucha a ese cantante por considerar que no es una buena persona.

Y coincide en que también leí en una revista on line, que en Uruguay un crítico de arte comentó por radio que García Márquez hizo dos o tres extraordinarias obras, pero que después de “El amor en los tiempos del cólera”, no produjo nada relevante. Leí que en facebook muchos ofendieron a ese crítico, catalogándolo de pedante, peligroso, boludo, canalla, etc.. Evidentemente defendieron a la persona, no al escritor.

Además, he sabido de gente que no lee absolutamente nada de Günter Grass, porque se descubrió que perteneció al partido nazi.

Otro ejemplo: muchas personas están de acuerdo en boicotear la obra de un artista, simplemente porque piensa distinto a uno. Son los que apoyaron a los gobiernos militares cuando prohibieron a Pablo Milanés, Víctor Jara o a la película italiana “Nos amábamos tanto”, etc. O apoyaron al gobierno cubano cuando prohibió a Los Beatles, Celia Cruz, o a George Orwel, etc.

Y pondré un último ejemplo, pero ahora mío. Yo no soporto a Silvio Rodríguez como persona. Me encanta muchas de sus canciones, sobre todo las del inicio de su carrera y después las de tema romántico. Las oigo feliz, pero ir a verlo en vivo no podría. Para mí es un entregado oportunista oficialista y sé varias anécdotas más que lo delatan como una persona que no podría figurar –ni de lejos-, entre mis conocidos. Pero, repito, me gustan las melodías y las letras de varias de sus canciones, no lo puedo negar.

Con tantos casos ya sobre la mesa podemos reflexionar: ¿uno debe separar la obra de la vida del autor? ¿O ambas cosas es un todo indivisible?

Sin dudas, conozco muchos que defienden ambos puntos de vista. Es que es un tema difícil. Pero quiero tomar partido y compartir la reflexión con mis amigos, mis lectores, ya que quizás ayude a aclarar a los indecisos.

Para mí, la obra artística va por un carril y la vida personal del creador corre por otro. Pero entiendo que no es fácil hacer ese ejercicio. Si uno considera mala persona a un artista, le duele consumir y disfrutar su obra. Incluso puede ser peor, porque hasta podríamos apoyarlo sin querer, incrementando su bolsillo al comprar una entrada para verlo, o un libro, o un disco, un video, etc.

Insisto, no me fue fácil llegar a esta conclusión. Pero me puse a pensar en que no conocí a Mark Twain, a Jardiel Poncela, a Chesterton, a Chaplin, a Tres Patines y no conozco a Woody Allen, a los miembros de Monty Phayton, ni a Quino, por mencionar a unos pocos de mis ídolos en el humor, ¿y quién me garantiza que eran o son buenas personas? ¿Yo dejaría de admirar a Mark Twain si me enterara ahora de que era asesino, pedófilo o apoyó a un dictador? Sin dudas, lo seguiría releyendo y admirando. Claro, tampoco escribiría sobre él diciendo que fue un gran hombre, al contrario, diría que no lo fue, pero separando su creación humorística de su actuar como persona.

En fin, esa es mi opinión. Pero que quede claro: a los que piensen distinto a mí, también los respeto, porque llegaron a sus conclusiones con otros argumentos y estoy seguro que también son válidos, aunque no los comparta.

Y si a alguien le caigo mal por escribir esta reflexión, que me deje de saludar, pero que siga leyendo mis libros, mis chistes, mis videos, ¿de acuerdo?

 

 

firma3_11.jpg

Añadir nuevo comentario

Plain text

  • Saltos automáticos de líneas y de párrafos.
  • No se permiten etiquetas HTML.
  • Las direcciones de las páginas web y las de correo se convierten en enlaces automáticamente.