PP Layo, corre pon sal (Reportaje # 1)
The Humor Sapiens Herald me envía por el mundo a correr tras la noticia y a ponerle la sal necesaria para que sea atractiva a los ojos de todos. Por ello soy su único corre pon sal de este rotativo.
La pregunta y la respuesta que encabeza esta noticia, es parte de la entrevista que le hice al Primer Ministro, el Sr. Kazai, cuando realizaba esta nota en Afganistán. El resto de la entrevista la encontrará en este mismo blog, cuando venza a mi autocensura. Gracias.
A continuación no haré mi habitual banálisis de la noticia, sino que publicaré las páginas de mi diario, esas que escribí durante los cuatro días que pasé corriendo en Afganistán.
Día 1.-
10:00 - Correr y correr, eso fue lo que hice hoy al llegar a este País. País que limita hacia fuera con Turkmenistan, Uzbekistan, Tadjiskistan y Pakistan, y limita hacia adentro con otro stan, con Stan Laurel y Oliver Hardy, por lo absurdo de la realidad que se vive aquí. Porque todo lo que he visto y conocido hasta ahora es absurdo. Por ejemplo, que alguien me diga el por qué se disputan tanto estas tierras cuando sólo la décima parte de la superficie es productiva. Y esa décima parte es árida y seca, pero produce trigo para el consumo interno y pasas y cannabis (no sé qué es) para exportar. Y a pesar de eso Afganistán ha sido sometida y arrasada por los aqueménidos, por Alejandro Magno, por los mauryas, persas, griegos, indios, mongoles, ingleses, soviéticos, talibanes y algunos turistas, con el objetivo de poseerla y explotarla (¡qué absurdo!). Y por último, la invasión de E.U., que en vez de decir que aquí hay armas nucleares o especular con el petróleo, dicen que fue para capturar a Osama Bin Laden, y ahora que lo mataron, ¿por qué siguen ahí? (¡qué absurdo!). “Invasión justa, necesaria y noble”, según el Presidente de E.U. cuando recibió el Premio Nobel de la Paz (¡qué absurdo!).
19:00 - Atardeciendo, al fin descansé en una aldea y compartí con unos afganos, parece que influyentes, porque nos brindaron pastel de pasas y cannabis (¡ya sé qué es!) de cena y… je, je… Me di cuenta que esto es el paraíso… Je, je… ¡Qué lindo estallan los obuses en las montañas! ¡Cómo fuegos artificiales que iluminan todo!... Je, je… Es preciosa esta arena verde y los camellos rosados voladores… (¡Qué absurdo!… ¿O no?)… Je, je…
Día 2.-
De 12:00 a 20:00 - Resaca.
A partir de las 20: - Resaca.
Día 3.-
Hoy no lo pensé tres veces y seguí corriendo por estas tierras, a pesar de un gran dolor de cabeza. Debe ser por el fuerte olor a sudor de piojo que sale del turbante que me prestó anoche un asesor del Presidente Karzai y que aún uso para no quedar como desagradecido.
El objetivo de mi carrera aquí es para ver en terreno y “reportear” para The Humor Sapiens Herald, cómo va la invasión, la resistencia talibana, cómo repercutió la muerte de Bin Laden y por ende los sempiternos hechos de sangre que a cada rato mojan las primeras páginas de los diarios.
Pero la verdad es que aquí no se ve nada, sólo desierto, tormentas de arena, movimientos telúricos y algunos animales raquíticos que llevan a seres humanos a buscar agua y viceversa. Los hechos de la guerra ocurren siempre a lo lejos. Todos, invasores y talibanes, se ocultan bajo las montañas y a veces los generales de ambos bandos esconden tanto a sus soldados, que hasta se olvidan de dónde los dejaron. Eso mismo me ha pasado a mí con las llaves de mi casa, por eso los entiendo tanto y no los critico. Eso sí, un día de estos habrá que rescatar alguna patrulla, como a los mineros chilenos.
16:00 - En la superficie encontré una tribu. Sólo vi hombres no sé si superficiales, pero sí superpatilludos sin hacer nada. También observé personas entisadas en trapos (llamados burka afganos), que no sabemos sin son mujeres o travestis. Pero los hombres dicen que no les importa, porque “el que la burka la encuentra”, como dice un dicho popular afgano, y como aquí no manda Sarkozy, pueden usarla sin miedo.
Con los superpatilludos compartimos unas copas –por el aquello de confraternizar-, hasta que, al rato, llegó una persona envuelta totalmente en tela blanca (un burka completo, diría yo), sin siquiera orificios para mirar o respirar. Recuerdo que la saludé con una palmadita en el trasero, mientras le decía en broma “Hola, Gasparín” y para sorpresa mía, parece que no le gustó aquello, porque tuvieron que aguantarla entre varios cuando me encima y se la llevaron gritándome en su idioma. ¿Algún tipo de tradición? Quizás. Las diferencias culturales son enormes. Bueno, con decir que no conocen a Daddy Yanky.
Pero no todo es aburrido acá. Estuve con unos talibanes y me contaron que como no hay electricidad tienen mucho sexo y cuando no se excitan, se divierten lanzándoles piedras a las mujeres. Esto podría parecer una grave falta, pero no es así, porque en Afganistán la industria textil es importante y enseguida reponen la burka dañada por las piedras.
22:00 -Me devolví corriendo muy angustiado al hotel en Kabul y lavé mis penas y el turbante en alcohol.
Día 4.-
14:00 - Resaca.
20:00 - Después de comida corrí hacia al aeropuerto y en el trayecto, en plena vía pública, observé una gran foto de Osama Bin Laden y acto seguido la explosión de un carro bomba y dos tiroteos. No supe nunca si los responsables eran sus vengadores, los muchachos Al Qaeda, o los ejecutores, los muchachos de Al Pacino.
Todo bajo control, me dijo el asesor del Presidente Karzai al despedirme.
PP Layo
Corre pon sal
The Humor Sapiens Herald
Añadir nuevo comentario