Recordando a Roberto Fontanarrosa
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Ayer 19 de julio se conmemoró el 14 aniversario del fallecimiento de uno de los más grandes humoristas Hispanoamericanos de todos los tiempos, el argentino Roberto Fontanarrosa. Fue humorista gráfico y escritor de novelas y cuentos de humor. Incluso, hasta le escribió a Les Luthiers. Es tan importante este creador, que en Argentina se instituyó el 26 de noviembre (fecha de su nacimiento), como el Día Nacional del Humorista.
¿Por qué escribo sobre él en este grupo de La Seña del Humor? Lo explico.
Fontanarrosa fue invitado al segundo Encuentro Latinoamericano del Humor en La Habana, que organizó Virulo y el Conjunto Nacional de Espectáculos. Y La Seña también participó, por supuesto.
Entonces nos conocimos y compartimos con él. Recuerdo que le confesamos que nos encantaban sus cuentos (habíamos leído uno de sus libros) y él, muy amablemente, nos regaló varios autografiados y dedicados.
Una noche presentamos nuestro espectáculo en el Teatro Karl Marx, sede del evento, sabiendo que él -y los demás invitados-, estaban en el público. Pues al otro día, en el Hotel Nacional, donde nos hospedábamos todos, tuvimos el valor de preguntarle qué le había parecido nuestro espectáculo. Nos respondió algo tan impresionante para nosotros, que quedamos mudos: "El número del Coro de Cámaras de ustedes no tiene nada que envidarle a un número de Les Luthiers", afirmó.
¡Imagínense lo que eso significó (y significa aún) para nosotros!
Al pasar los años, un día estoy en Buenos Aires con mi hijo Alex, esperando en el lobby de Ediciones de La Flor, para reunirnos con Daniel Divinsky, editor y dueño, y de pronto llega Fontanarrosa, me ve y grita levantando sus brazos "¡La Seña!". Lo saludé como se debe, sin demostrar que por dentro estaba exaltadísimo al ver cómo después de tanto tiempo este ídolo del humor nos recordaba (y claro, también con el pecho hinchado por la mirada de sorpresa y admiración que me echó mi hijo).
Un par de años después, lo volví a ver también en Buenos Aires, pero esta vez en la Feria Internacional del Libro de esa ciudad, donde ambos estábamos firmando libros en los stands de nuestras respectivas editoriales y en un momento de descanso pudimos hablar e intercambiar nuestros libros. Ahí me volvió a decir que a cada rato hablaba de La Seña con los miembros de Les Luthiers, recordando lo que habían visto de nosotros. Y sabía que era cierto, porque lo mismo me contaba mi amigo Daniel Ranbinovich.
En fin, esa es la razón por la que le dedico estas líneas en nuestro grupo de FB al gran Roberto Fontanarrosa, amigo y admirador de nuestra Seña del Humor, en el aniversario de su fallecimiento.
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