Stand up novedoso
El jueves pasado, en una helada noche, en el bohemio Barrio Italia de Santiago, asistí a una presentación de mi amigo y colega Ramón Carrillo, un humorista cubano de larga trayectoria en lo gráfico, en lo escénico y audiovisual.
El día antes me advirtió: “Ve, que no es un stand up comedy”. Él sabe que no me apasiona esa modalidad.
Y fue una noche muy linda en todo sentido. Me encontré con mi yunta de La Seña del Humor y gran amigo Aramís Quintero, a Manuel Marín, tremendo músico y actor cubano, voz de muchos dibujos animados de Juan Padrón, al amigo Andresito, DJ de hermanos grupos cubanos de humor. Y al amigo y colega también Emilio Torres “Pampero”, gran humorista chileno.
Después de la alegría proveniente de la parte social, disfrutamos del espectáculo llamado. “Desconcierto con Ramón, el comediante gráfico”.
¿Qué puedo decir? Quedé sorprendido.
Carrillo hizo un humor muy novedoso en la escena chilena e hispanoparlante en general (como mínimo). Un humor blanco, lúdico, ingenioso, basado casi todo en juegos de palabras y explotando su talento de humorista gráfico, con un personaje escénico a su medida: serio, ingenuo, inseguro, explicando los chistes de forma graciosa y todo sazonado con proyecciones, música y efectos sonoros.
El público, como yo, se sorprende, porque es algo increíble que en estos tiempos con tanto humor ácido, agresivo, ofensivo, vulgar, obsceno y grosero (salvo excepciones), nos encontremos con este humor tierno, sano, de buena gusto y con excelente factura gráfica. El público lo disfrutó y yo hinché el pecho por el buen humor.
Un buen espectáculo de stand up comedy (que me recordó mucho al viejo y querido café-Concert), con la novedad de mezclar humor gráfico con el escénico, insisto.
Larga vida a nuestro Ramón Carrillo. Felicidades y gracias por esa linda noche.
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