Una jornada muy especial
Por fin se inauguró el Museo Chupacabras de Pirque. Voy a describir todo de forma muy resumida:
-Llegaban los invitados a un cóctel riquísimo.
-Pasaron al Salón de Eventos que se repletó.
-Asistieron varias autoridades, representantes de la Editorial Santillana, directores de escuelas de la zona, periodistas, etc.
-Don Luis, el Director del Colegio Colonial de Pirque fue el Maestro de Ceremonias.
-Dio un discurso muy ameno el dueño de casa, Edmundo Sovino.
-Hablé un poco yo.
-Intervino el gran ídolo de Chile Carlos Caszely (también personaje del libro).
-Hicimos nuestro Concierto Lector dedicado al chupacabras.
-Pasamos todos al Museo.
-Cortamos la cinta Edmundo y yo.
-Entraron al Museo primero los estudiantes del Colegio Colonial de Pirque y después los adultos presentes. Yo serví de guía.
-Los chicos se entretuvieron con los pasatiempos, jugaron, se sacaron fotos, algunos pidieron volver a entrar, se repartieron libros, firmé muchos libros y marcadores de Santillana (Loqueleo).
-Se fueron felices todos.
-Nos quedamos de pronto sin creer que todo había terminado.
-Bajó la adrenalina.
-Hicimos el recuento de la Jornada.
-Conclusión: ¡qué momento maravilloso pasamos!
-Le agradecí a Edmundo de todo corazón por tan precioso hito en mi carrera; les agradecí a todos los que participaron en materializar este sueño; les agradecí a todos los que asistieron; les agradecí a todos los que estuvieron ahí conmigo desde la distancia y le agradecí a la vida que me ha dado tanto.
-Y cerramos la jornada con una exquisita paella para celebrar entre familiares y amigos. ¿Qué más se puede pedir?
Nota: las fotos que escogí para subirlas aquí, de las decenas y decenas que se tiraron (gracias a la fotógrafa de la Editorial Santillana y a Richi, hijo de Edmundo, protagonista del libro y uno de los que más trabajó en el Museo), están más o menos en orden de la secuencia que describí.
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