Visas y visitas de un viejo en viaje No. 1

¿Viajar?
 
¡Viajar es tan necesario! Viajar ayuda a mantenerte inmune contra los nacionalismos y chovinismos. Basta ya de “este país es el mejor del mundo”, “este país es lo peor del mundo”, “¡no hay como el país donde nací!”, “verdad que somos los mejores”, “la gente de este país no se puede comparar con el mío”, etc. ¿No se dan cuenta de que entre los ignorantes y los cultos de cualquier país hay buenas y malas personas? ¿No se dan cuenta de que entre los ricos y los pobres de cualquier país hay gente buena y gente mala? ¿No se dan cuenta de que entre las personas de color de piel diferente y entre las personas de color de pensamiento diferente hay buenos seres humanos y malos seres humanos? ¿Qué te hace mejor o peor haber nacido en un continente o en una isla? ¿Qué influyen unas fronteras inventadas por unos tipos como tú o como yo? ¿Te hace mejor o peor persona crecer en un clima frío o tropical? ¿Los que hablan tu mismo idioma son mejores que los que hablan otro? ¿Quién dice que este sujeto es mejor o peor porque viene de un país desarrollado o subdesarrollado? ¿O porque viste más elegante o más humilde? ¿O porque come alimentos diferentes al nuestro es una mejor o peor persona? ¿O porque dice tener un gran dios así o asao?
Por favor, a los cubanos, los chilenos, los latinos, los norteamericanos, los europeos, los chinos, los africanos, los árabes, los indios que me rodean: ¡dejen de pensar y decir que son mejores o peores que otros! Sólo hay que preocuparse de si somos o no buenas o malas personas y en todos los países, en todos los pueblos, en todas las etnias, en todas las religiones, en todos los partidos políticos, en todas las organizaciones sociales, deportivas, científicas, artísticas, empresariales, en todas partes hay gente buena, mala y regular, porque así somos los seres humanos, sin importar dónde, cómo y cuándo nacieron. 
¿Cuál es la mejor patria? ¿La patria donde naciste tú? No. La mejor patria es la que haces tú con tu vida, tus familiares, tus amigos, y esté donde esté esa patria, comportarte como el ser humano que eres, respetando las culturas que veas, los pensamientos que veas, aunque no tengan nada que ver contigo. En fin, donde tú escojas que esté, está tu verdadera patria. No se trata de un pedazo de tierra, mar o cielo. Esos límites lo ponen los políticos, los militares o personas que tiene otros intereses o egoísmos, y que nos tratan de manejar con supuestos sentimientos “nobles” y “puros ideales” y así nos lanzan a estúpidas guerras donde los muertos los ponemos nosotros –no ellos-, los seres humanos buenos, malos y regulares.
Viajar ayuda mucho a darse cuenta de todo esto.

Y si no puedes viajar por la razón que sea, entonces lee mucho, que es casi lo mismo.
 

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