Pelayaserías - Blog de Pepe Pelayo

Hola, adultas o adultos (porque esto no es para niños ni niñas). Este es un espacio para ustedes -ya sean jóvenes y jóvanas o muy mayores y mayoras-, pero sólo con una condición que tengan un alma infantil, porque el humor que -lamentable y felizmente-, hago, es blanco, lúdico, infantilón, absurdo, aunque de vez en cuando paso por la ironía y la sátira.

Ojo, el menú de "Pelayaserías" es variado y cada sección es extensa. Por ello los invito a entrar en uno y recorrerlo hasta el final antes de "clickear" en otro, a no ser que no les de gracia, claro (si es así, no me lo digan, por favor). 

En fin, sean ustedes bienvenidos(as) y ojalá disfruten. 

Gracias por su risita.

PP Layo, corre pon sal (Reportaje # 2)

The Humor Sapiens Herald me envía por el mundo a correr tras la noticia y a ponerle la sal necesaria para que sea atractiva a los ojos de todos. Por ello soy su único corre pon sal de este rotativo.

 

La pregunta y la respuesta que encabeza esta noticia, es parte de la entrevista que le hice al Secretario General de la ONU, el Sr. Ban Ki-Mon, cuando realizaba esta nota en  Nueva York, específicamente en el apartamento de Strauss Kahn durante su juicio. El resto de la entrevista la encontrará en este mismo blog, cuando venza a mi autocensura. Gracias.

 

A continuación no haré mi habitual banálisis de la noticia, sino que mostraré un fragmento de la conversación que mantuve con el Sr. Straus Kahn ese día en su casa:

 

-Estoy muy preocupado, Sr. Strasuss Kahn.
-¿Pero por qué, Sr. PP Layo?
-Es que mi país no puede pagar lo que le debe al FMI, por eso quiero hablar con usted.
-Ante todo, dígame, ¿cómo su país cayó en esa deuda?
-Es que el FMI que usted dirigía antes de la mucama, le prometió ayuda a mi  país si lo veía en dificultades para pagar, pero después que se endeudó su Organismo se echó para atrás.
-Hummm. Con su país se cumple aquello de que “lo prometido es deuda”,  señor PP Layo.
-Es cierto, pero por ellos vamos camino a la pobreza total.
-¡Es lo que yo digo siempre! ¡Hay que terminar con la pobreza! ¡Qué ignominia!
-Estoy de acuerdo con usted, Sr. Strauss Kahn. Se ve que usted era el candidato a Presidente de Francia por el Partido Socialista.
-Es que este Planeta tiene que cambiar. ¡Es criminal! ¡Por eso cada vez hay más brecha entre los ricos y los pobres!
-¡Claro! ¡Unos comiendo apenas y otros dándose banquetes!
-Así es… hablando de eso, Sr. PP Layo, me está dando hambre. Mire, lo invito a mi cocina, ahí le digo a mi mujer que prepare suchi, abrimos una botella de vino y mientras ella cocina podemos profundizar sobre lo que hablábamos, ¿qué le parece?
-¡Perfecto! Oiga, Strauss Kahn, ¿y de qué estábamos hablando…?
-De la ignominia del queso filadelfia con salmón…
 

 

PP Layo
Corre pon sal
The Humor Sapiens Herald

 

PP Layo, corre pon sal (Reportaje # 1)

The Humor Sapiens Herald me envía por el mundo a correr tras la noticia y a ponerle la sal necesaria para que sea atractiva a los ojos de todos. Por ello soy su único corre pon sal de este rotativo.

 

La pregunta y la respuesta que encabeza esta noticia, es parte de la entrevista que le hice al Primer Ministro, el Sr. Kazai, cuando realizaba esta nota en Afganistán. El resto de la entrevista la encontrará en este mismo blog, cuando venza a mi autocensura. Gracias.

 

A continuación no haré mi habitual banálisis de la noticia, sino que  publicaré las páginas de mi diario, esas que escribí durante los cuatro días que pasé corriendo en Afganistán.

Día 1.-

10:00 - Correr y correr, eso fue lo que hice hoy al llegar a este País. País que limita hacia fuera con Turkmenistan, Uzbekistan, Tadjiskistan y Pakistan, y limita hacia adentro con otro stan, con Stan Laurel y Oliver Hardy, por lo absurdo de la realidad que se vive aquí. Porque todo lo que he visto y conocido hasta ahora es absurdo. Por ejemplo, que alguien me diga el por qué se disputan tanto estas tierras cuando sólo la décima parte de la superficie es productiva. Y esa décima parte es árida y seca, pero produce trigo para el consumo interno y pasas y cannabis (no sé qué es) para exportar. Y a pesar de eso Afganistán ha sido sometida y arrasada por los aqueménidos, por Alejandro Magno, por los mauryas, persas, griegos, indios, mongoles, ingleses, soviéticos, talibanes y algunos turistas, con el objetivo de poseerla y explotarla (¡qué absurdo!). Y por último, la invasión de E.U., que en vez de decir que aquí hay armas nucleares o especular con el petróleo, dicen que fue para capturar a Osama Bin Laden, y ahora que lo mataron, ¿por qué siguen ahí? (¡qué absurdo!). “Invasión justa, necesaria y noble”, según el Presidente de E.U. cuando recibió el Premio Nobel de la Paz  (¡qué absurdo!).

19:00 - Atardeciendo, al fin descansé en una aldea y compartí con unos afganos, parece que  influyentes, porque nos brindaron pastel de pasas y cannabis (¡ya sé qué es!) de cena y… je, je… Me di cuenta que esto es el paraíso… Je, je… ¡Qué lindo estallan los obuses en las montañas! ¡Cómo fuegos artificiales que iluminan todo!... Je, je… Es preciosa esta arena verde y los camellos rosados voladores… (¡Qué absurdo!… ¿O no?)… Je, je…

Día 2.-

De 12:00 a 20:00 - Resaca.

A partir de las 20: - Resaca.

Día 3.-

Hoy no lo pensé tres veces y seguí corriendo por estas tierras, a pesar de un gran dolor de cabeza. Debe ser por el fuerte olor a sudor de piojo que sale del turbante que me prestó anoche un asesor del Presidente Karzai y que aún uso para no quedar como desagradecido.

El objetivo de mi carrera aquí es para ver en terreno y “reportear” para The Humor Sapiens Herald, cómo va la invasión, la resistencia talibana, cómo repercutió la muerte de Bin Laden y por ende los sempiternos hechos de sangre que a cada rato mojan las primeras páginas de los diarios.

Pero la verdad es que aquí no se ve nada, sólo desierto, tormentas de arena, movimientos telúricos y algunos animales raquíticos que llevan a seres humanos a buscar agua y viceversa. Los hechos de la guerra ocurren siempre a lo lejos. Todos, invasores y talibanes, se ocultan bajo las montañas y a veces los generales de ambos bandos esconden tanto a sus soldados, que hasta se olvidan de dónde los dejaron. Eso mismo me ha pasado a mí con las llaves de mi casa, por eso los entiendo tanto y no los critico. Eso sí, un día de estos habrá que rescatar alguna patrulla, como a los mineros chilenos.

16:00 - En la superficie encontré una tribu. Sólo vi hombres no sé si superficiales, pero sí superpatilludos sin hacer nada. También observé personas entisadas en trapos (llamados burka afganos), que no sabemos sin son mujeres o travestis. Pero los hombres dicen que no les importa, porque “el que la burka la encuentra”, como dice un dicho popular afgano, y como aquí no manda Sarkozy, pueden usarla sin miedo.

Con los superpatilludos compartimos unas copas –por el aquello de confraternizar-, hasta que, al rato, llegó una persona envuelta totalmente en tela blanca (un burka completo, diría yo), sin siquiera orificios para mirar o respirar. Recuerdo que la saludé con una palmadita en el trasero, mientras le decía en broma “Hola, Gasparín” y para sorpresa mía, parece que no le gustó aquello, porque tuvieron que aguantarla entre varios cuando me encima y se la llevaron gritándome en su idioma. ¿Algún tipo de tradición? Quizás. Las diferencias culturales son enormes. Bueno, con decir que no conocen a Daddy Yanky.

Pero no todo es aburrido acá. Estuve con unos talibanes y me contaron que como no hay electricidad tienen mucho sexo y cuando no se excitan, se divierten lanzándoles piedras a las mujeres. Esto podría parecer una grave falta, pero no es así, porque en Afganistán la industria textil es importante y enseguida reponen la burka dañada por las piedras.

22:00 -Me devolví corriendo muy angustiado al hotel en Kabul y lavé mis penas y el turbante en alcohol.

Día 4.-

14:00 - Resaca.

20:00 - Después de comida corrí hacia al aeropuerto y en el trayecto, en plena vía pública, observé una gran foto de Osama Bin Laden y acto seguido la explosión de un carro bomba y dos tiroteos. No supe nunca si los responsables eran sus vengadores, los muchachos Al Qaeda, o los ejecutores, los muchachos de Al Pacino.

Todo bajo control, me dijo el asesor del Presidente Karzai al despedirme.

 

PP Layo
Corre pon sal
The Humor Sapiens Herald

 

El humor en los Superhéores

descarga_3_2.jpegEn estos días se ha desatado una polémica sobre la importancia del humor en las películas de superhéroes.

Las productoras DC Comics y Warner Bros. aseguran que su política será “nada de chistes” en los próximos filmes sobre Superman, Batman, etc. , porque la solemnidad es más importante. Por suerte se han levantado varias voces en su contra.

A mí me parece increíble que después de tantas experiencias cinematográficas, donde ha quedado demostrado que unos toques de humor han ayudado enormemente al aumento de taquilla. Y es obvio.

Pensemos un poco: tenemos a un tipo que vuela con los calzoncillos por encima de la ropa, como Superman; otro que va por el mundo disfrazado de murciélago sin salir del clóset con su relación con Robin; otro que va tejiendo y saltando por los edificios de Manhattan; otro pintado de verde y que cuando se enoja rompe sus camisas y un largo etcétera.

Entonces, con esos temas y argumentos tan poco reales, tan exagerados, incluso a veces rayando en lo ridículo, ¡cómo no utilizar el humor en sus contenidos si las ideas misma de la creación y diseño de esos superhéroes son humorísticas! Así que esos toques de humor ayudan a acercar y aceptar esa extrema fantasía en la mente de los espectadores

Además, muchos van al cine a “desconectar” de la dura realidad y van a disfrutar de esas fantasías. Por lo tanto, ¡cómo darles tanta solemnidades y gravedades!

Por último, se ha demostrado también la importancia del humor y de la risa (algo que no es necesario que señale aquí por su obviedad), como para que se eliminen así como así, por caprichos de los eternos mediocres ejecutivos que tienen el poder sobre el arte y casi siempre lo destruyen o por lo menos lo aplastan.

Dicen que tomaron esa decisión porque les fue mal con el humor que le pusieron a la película "Linterna Verde". Pero no se ponen a pensar que pudo ser que ese humor no era de buena calidad o que ese humor no era el indicado para ese argumento, etc. Entonces, hacen lo que hacen los típicos mediocres: “venden el sofá”, como dice el chiste. No los soporto. Me ha tocado conocer a tantos de esos ejecutivos en mi paso por la televisión que enseguida me imagino cómo piensan y deciden y me erizo.

Ojalá que la polémica los haga recapacitar.

Y que conste, hice "chistecitos" sobre los superhéroes, pero me encantan todos esas historietas (no me gusta usar el anglicismo "comic"), pero si salto aquí en defensa del humor, es porque es mi profesión, mi pasión. 

 

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Homenaje póstumo: Guillermo Álvarez Guedes de Cuba

descarga_4_2.jpegMe acabo de enterar del fallecimiento de Guillermo Álvarez Guedes, uno de los más grandes humoristas cubanos de todos los tiempos. 

Casualmente, lo mencioné en mis apuntes sobre la historia de La Seña del Humor que acabo de publicar en las redes.

Un dato curioso que muchos disfrutan: era matancero. Como su hermana Eloísa, como Betán, Manuel, Carlos Ruiz de la Tejera, Daniel (Juan Primito), Juan Padrón, Carlucho (el caricaturista), Torriente, Esquerré, Moinelo, Armando Cartaya, Her-Car, Massaguer, El Flacomímico, etc., y por supuesto, como la Seña del Humor.

Creo que con Tres Patines y su Tremenda Corte, eran los humoristas más conocidos en Latinoamérica.

Realmente me dolió su muerte, aunque ya sabía que su salud venía en picada hacía rato. Nunca compartí escena con él personalmente, ni siquiera tuve el honor de compartir con él socialmente, porque se fue de Cuba en 1960, cuando yo tenía 8 años. Y vino a Chile a trabajar en televisión cuando yo no estaba en Santiago. Pero como cualquier persona común y silvestre que lo vio o escuchó, me declaro un fanático admirador suyo.

Lo normal es que uno en Cuba consumiera su humor en antiguos cassettes de audio, que nos pasábamos de mano en mano clandestinamente, porque estaba prohibido debido a su posición anticrastista.

¡Cuántos chistes hemos contado y recontado de Álvarez Guedes! Pero no sólo eran simples chistes, también se lucía en sus monólogos breves y largos y en sus canciones.

¿En qué residía su éxito? Según mi humilde opinión, en su enorme vis cómica. En su agudo y profundo estudio del cubanazo típico, jodedor de la calle. ¡Pero, ojo! Aún cuando sus rutinas estaban plagadas de malas palabras (garabatos como decimos en Chile), nadie podía señalarlo como un humorista vulgar, agresivo, cochino, grosero. ¿Por qué? Porque sabía dónde y cómo decir esa mala palabra con naturalidad. Claro, no eran palabras muy soeces. El que lo conoció sabe que no se salía de “coño”, “mierda”, “carajo”, “peo de Atanasio” y eso. Daba la impresión que era muy mal hablado, pero no era por lo grosero, sino porque esas palabras que ya señalé las repetía mucho, pero porque sabía que funcionaban a la perfección con su público. Y también triunfaba porque en sus monólogos llegaba a tocar la médula de muchos problemas del cubano común, tanto los de adentro de la Isla como los del exilio. Sin embargo, la mayoría de su obra era universal. Sé de hispanoparlantes de muchos países que disfrutaban su humor.

Sí, me dolió su muerte. Porque para mí fue un ídolo, un referente, un modelo a seguir en el humor.

No sé si fue al cielo o al infierno, pero sí sé que donde esté hará reír allí todo el mundo con su gracia y simpatía.

Me despido con su oración, que refleja muy bien todo lo que acabo de decir de su manera de hacer humor y su genialidad.

“Señor, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar,

el coraje para cambiar aquellas cosas que no puedo aceptar,

y la sabiduría para esquivar a todos aquellos que intentan joderme el día.

Concédeme la tranquilidad para escuchar a cada comemierda que venga a hablarme, cada sugerencia pendeja que venga a hacer

y cada manera creativa de joderme.

También, ayúdame a cuidarme de los que tuve que mandar al carajo hoy,

ya que estos pueden estar bien relacionados con los del fondillo que tendré que besar mañana.

Ayúdame a dar el 100% de mi al trabajo: 12% el lunes, 23% el martes, 40% el miércoles, 20% el jueves y 5% el viernes.

Y Señor, cuando este teniendo un mal día

y parezca que la gente se ha puesto de acuerdo para joderme,

ayúdame a recordar que se requieren 42 músculos para sonreír

y sólo 4 para extender mi dedo

y decirles que se caguen en su madre”.

 

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Homenaje póstumo: Robin Willians de Estados Unidos

ftf_robinwilliams_web_900x506-768x432.jpgMurió un humorista. Un gigante del humor. Lo de menos fueron sus personajes cómicos en el cine (que es bastante), lo mejor era verlo en sus rutinas en vivo e improvisando. También fue mucho lo que ayudó a la difusión de la importancia del humor con su personificación del Dr. Patch Adams. Pero paradógicamente, esa gran fuente de humor murió por depresión, sin una risa en su alma.

Duele que cualquier humano fallezca, duele más si es un conocido. Y Robin

Williams fue alguien conocido nuestro por su carrera y los momentos de risa que nos aportó. Además, yo lo siento un poco más porque murió un colega. Y en un gremio tan pequeño, que se vaya uno de los grandes, duele, no importa la lengua que hable, el color de su piel o el lugar de su nacimiento, ni su pensamiento político, religioso, etc. Como en todo, lo único que vale de verdad es su calidad humana. Nunca he leído ni escuchado que él fuera una mala persona o le hiciera daño a alguien; por lo tanto, con mayor razón, nos duele la pérdida.

Sólo quiero aprovechar esta mala notica para repetirle a todos los que me leen, hagan lo posible y aún más por vivir de buen estado de ánimo, de vivir con el sentido del humor estimulado y desarrollado, de vivir contento con uno y de vivir disfrutando esta vida tan linda que nos regalaron. Si así hubiera vivido ese gran humorista, ahora yo no estuviera escribiendo estas líneas como mi humilde y póstumo homenaje.

"No se tome la vida tan en serio, si nunca saldrá vivo de ella", así dijo James Thurber, otro gran creador de humor y que yo repito con gusto y convicción.

Y también como siempre digo ante la despedida de un humorista: "Colega, donde quiera que estés, continúa haciendo reír a todos". Y en este caso en particular, con mucho cariño, que a partir de ahora ría más él también.

Gracias.

 

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El Chiste (No. 9) "¿Son simples o complicados?"

meme1494398263url.jpgSegún algunos grandes pensadores y estudiosos del humor, el chiste es:

*la flor de lo cómico. (Victoria).

*el cura disfrazado que desposa a toda pareja. (Juan Pablo).

*la caprichosa ligadura, conseguida generalmente por asociación verbal, de dos representaciones que contrastan entre sí de un modo cualquiera. (Kraepelin).

*dos representaciones cuya simultánea incompatibilidad y compatibilidad se transforman en fuete de placer. (Hecker).

*un juicio desinteresado. (Kuno Fischer).

Un juicio generador del contraste cómico. (Freud).

*una mera degradación de valores, y hay tantas clases de chistes como valores se pueden degradar. (Stern).

Muchas veces esas grandes mentes disfrutan creando descripciones poéticas, metafóricas, etc. y no se arriesgan en capturar en una definición, un concepto como el chiste.

Con gran respeto y humildad, mi amigo y colega Aramís Quintero y yo tratamos de explicar qué es el chiste, en nuestro libro “Bienaventurados los que ríen”. La definición dice así:

“Chiste es todo aquello que provoca placer humorístico, pero observando además las siguientes características: 1) Es relativamente breve, pues se produce con la mayor economía de elementos. 2) Es autosuficiente para provocar dicho placer y, por así decirlo, de una sola pieza. Es decir, una especie de átomo, una unidad indivisible. Tiene un contorno bien delimitado en el tiempo (un chiste verbal, por ejemplo), y a veces también en el espacio (un movimiento físico).”

No menciono “la sorpresa”, porque siempre nos pareció relativa; es decir, es importante como desenlace en el chiste, pero también está el hecho de que cierto chiste lo escuchamos dos o tres veces y siempre nos da risa, a pesar de que no nos sorprende el final por conocerlo, ¿no es cierto? Por tanto, ¿hasta dónde es determinante la sorpresa en el chiste?

Analicemos ahora algunas técnicas para estructurar los chistes:

1) Doble sentido (usar palabras o frases con dos significados).-

Ejemplo:

-Te vendo un perro.

-¿Y para qué quiero yo un perro vendado?

2) Literalización (tomar lo que se dice al pie de la letra).-

Ejemplo:

-Cada tres minutos un hombre es atropellado en las calles de Madrid.

-¡Como debe estar ya el pobre!

3) Inversión (dar vuelta a la situación).-

Ejemplo:

-Tomen esas palas y caven una trinchera.

-¿Y para qué mi sargento?

-¿Cómo que para qué? ¡Por si nos ataca el enemigo!

-¿Y no es mejor atacar nosotros y que caven ellos?

4) Contraste (mencionar algo importante y relacionarlo con algo irrelevante).-

Ejemplo:

-¿Cree usted que en caso de ataque nuclear, las ondas electromagnéticas podrán dañar mis cintas de video?

5) Exageraciones (aumentar o disminuir todo en demasía).-

Ejemplo:

Dice un miembro del Partido Laborista del Parlamento británico:

-Con el programa de reducción de gastos hospitalarios que ustedes proponen, ¿quedarían cubiertas operaciones como la vasectomía que me acabo de hacer?

Responde J. Hayes, parlamentario conservador:

-No sabía que en ese hospital hiciesen operaciones de microcirugía.

6) Ironía (decir algo cuyo sentido resulte opuesto al significado de las palabras).-

Ejemplo (un chiste de Chumi Chumez):

Los niños pobres tenemos la suerte de ir al cielo mucho antes que los niños ricos.

7) Regla de tres (consiste en mencionar dos cosas lógicas que puedan decirse en serie y sorprender con una tercera distinta a las anteriores). Ejemplo:

“¿De dónde vienes?” “De enterrar a mi suegra” “¿Y por qué tan cansado?” “Porque la pala no servía, la tierra estaba mojada y la condenada vieja no se dejaba enterrar”.

También están los juegos de palabras, u otras clasificaciones que hace Freud en su libro “El chiste y su relación con el inconsciente”, como por ejemplo: por condensación, equívocos, con alusión, etc. En fin, un amplio campo para estudiar e invertir en una fábrica de chistes.

Para mí, el chiste puede ser oral, escrito, sin palabras y sólo con movimientos (el gag), pero también dibujado, musical, danzario, etc.

Y dentro de este extenso campo del chiste, hay un punto que me interesa tocar muy especialmente. Según Shakespeare: “El éxito de un chiste depende de quién lo oye, no de quién lo dice”. No lo tomen a mal y no me linchen, pero yo me atrevo a contradecir un poco al Maestro. Mi experiencia me dice que un chiste no es bueno ni malo. Sólo debe tener la intención de provocarnos la risa, la sonrisa o la sonrisa interior. Supongamos que digo un chiste ante el auditorio “A”, y nadie se ríe. Quizás sea porque lo dije mal, me equivoqué, no comuniqué bien, no estaba tan gracioso en ese momento, etc. Pero también pudo suceder que los allí presentes no entendieron el chiste, o no estaban de ánimo para el humor, o el tema de ese chiste produjo otra emoción en la gente (un chiste de humor negro sobre un cojo ante un público de discapacitados), y decenas de variantes y situaciones a estudiar. Pero no podemos echarle la culpa al chiste y clasificarlo como malo, porque cuando lo cuento en el auditorio “B”, la gente sí se ríe. Entonces la efectividad del chistedepende de la fuente y también del receptor. Por eso es tan importante saber a quién o quiénes va dirigido nuestro chiste y saber cómo está uno para contarlo.

Y como sabemos, también existen los chistes anónimos. Recuerdo ahora al señor Angel Marsá que hizo una antología de chistes, muy reconocida, en el año 1947. Él dijo: El chiste es la gracia anónima, el humor público, la vena humorística que corre secretamente por la entraña social y la riega y vivifica con su ingenio espontáneo.

Pero también sabemos que existen chistes de autor, por supuesto. De ese humorista que pasa un gran esfuerzo por crear un chiste escrito, hablado, dibujado, etc. Por tanto, es nuestro deber respetar su autoría para que continúe con su trascendente creación. A mí me duele ver cómo algunos no dan créditos de los chistes de autor cuando los usan en público, o se los atribuyen descaradamente, o menosprecian esa creación por creer que el chiste es lo más bajo de la escala artística, y son incapaces de pagar por un libro de chistes (escritos o dibujados), o para asistir a un espectáculo, ver un video, o escuchar un disco, etc. Deberían sentir verguenza.

 

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El Chiste (No. 8) " ¿Por qué pueden ser importantes los libros de chistes infantiles, ya sean escritos o dibujados?

13685025304_db867e4608_z.jpgLos especialistas separan los libros infantiles en dos categorías: “libros de literatura” y “libros para niños”. Los libros de chistes, evidentemente caen en la segunda clasificación.

Unos adultos podrían pensar: “es mejor darle a un niño un libro de literatura, porque si lee poco, que por lo menos lea algo importante”. Y unos padres o docentes hiperserios dirían: “el niño está para cosas más trascendentales y serias, y no para simples chistecitos”. Es real que así piensan muchos. He sido testigo de esas opiniones cuando firmo en las Ferias de Libros o visito centros educacionales.

¡Cuántas veces he visto y escuchado situaciones “antihumor” y “antichiste” relacionada con los libros! Adultos hojeando mis libros de chistes, leyendo uno por encimita y desechándolos “porque no tienen gracia”, o “porque son chistes que no los va a entender su niño”. Cuando es evidente que fue a él al que no le dio risa, debido a que su espíritu infantil es casi nulo. Como sabemos, muchos adultos se creen que lo saben todo y es muy fácil que midan el gusto de los niños a partir de los suyos propios, desconociendo u olvidando por completo el universo de la mente infantil.

Y es un hecho también que unas cuantas personas relacionadas con el mundo del libro y la literatura, incluso especialistas en el tema (no los verdaderos conocedores, que son los lectores, claro está), evitan el uso de libros de chistes (y de “libros para niños en general”). Lo hacen porque prefiren motivar a leer usando otras herramientas “más trascendentales” (“Libros de literatura”), menospreciando o ignorando lo importante que es leer sólo por el placer de reír, y lo efectivo que es el humor en la búsqueda del placermotivador y necesario para acercarlos a los libros.

No me referiré mucho al chiste gráfico infantil, porque están más que demostrado sus beneficios en la Pedagogía del Humor, cuando se usan en clases para aprender un concepto. Además, tiene la ventaja de ser muy apreciado por los niños, acostumbrados al lenguaje icónico que los rodea. Por último, tiene la ventaja de tener dos lecturas, la del texto (si lo tiene) y el de la narrativa visual, algo importante para el niño que aprende también descodificando imágenes.

En fin, no son pocos los beneficios del chiste, ya sea escrito o dibujadio.

Pero es que el humor (y en especial el chiste), siempre ha sido considerado un género menor para muchos. Porque para esos muchos siempre conlleva un matiz (y muchas veces más que un matiz) de superficialidad, ligereaza y hasta de irresponsabilidad. Por lo tanto, utilizarlo para algo tan importante como la lectura y la literatura, o la educación en general, es un “pecado”, una “aberración”, un “grave error”, según lo que sienten ellos, aunque no lo digan así.

No estoy de acuerdo, por supuesto. Y compartiré un poco mi expericnia para intentar demostrar lo contrario.

Comenzaré con una anécdota.

No es difícil encontrarse con niños muy introspectivos, muy poco sociables, muy tímidos. Señalo lo anterior para describir el siguiente caso: una gran amiga mía, bibliotecaria de un colegio, me contó que un niño comenzó a asistir a la biblioteca a diario y calladito sacaba un libro y se sentaba lo más apartado posible de los demás. A ella le picó la curiosidad y un día se sentó junto a él, logrando entablar una conversación menos formal. Así descubrió su timidez, sus miedos, sus limitaciones. En cierta ocasión, al ver que tenía un buen sentido del humor a pesar de sus trancas, le sugirió que leyera mi libro "Pepito, el señor de los chistes". El niño lo sacó en calidad de préstamo. Entonces pasaron varios días y nunca más puso un pie en biblioteca, lo que preocupó a mi amiga, llegando a pensar si hizo bien o no en sugerírselo. Pero una tarde, ella tuvo que hacer una gestión y al atravesar el patio del colegio, estaba el niño parado en el centro de un círculo formado por sus compañeritos y vio que les leía los chistes del libro, haciendo reír a carcajadasa sus seguidores. Mi amiga tuvo que presionarlo para que devolviera el libro a la biblioteca. Ahora el niño es fanático de todos mis libros de Pepito. Yo hinché el pecho de orgullo cuando me lo contó. ¡Un libro de chistes mío había ayudado a ese niño con cierto problema de personalidad! Ya sólo por eso valió la pena escribirlo, ¿no es cierto?

Pero tengo más ejemplos. Voy a copiar aquí un correo electrónico tal y como lo recibí hace más de un año:

Estimado Don Pepe. Hace mucho tiempo que pensé en escribirle esto, y ahora me hice un tiempito para contarle algo que espero le guste. Verá, yo soy Educadora Diferencial y por años he trabajado con niños autistas en la ciudad de Viña del Mar, y un año tuve a un grupo de Asperger (que tienen alto funcionamiento cognitivo, leen, escriben, pero tienen malas relaciones sociales). La cosa es que uno de mis niños, disfrutaba del humor, pero no sabia contar chistes... en realidad lo hacía pésimo!!! y buscando entre los libros que teníamos (que eran bien pocos) encontré a "Pepito, el señor de los chistes". Me lo llevé a casa para leer y ver si me servía, y me reí todo el camino en el metro, entonces decidí que ese niño lo debía leer, y desde ese momento, no le puedo ni expresar como lo disfrutó, recordaba cada chiste, lo leyó más de 3 veces, se lo contó a sus familiares, en fin... un éxito total. ¡Gracias, Don Pepe! es un fantástico escritor y soy gran admiradora de su trabajo. Siempre pongo sus libros en mis listas de lectura para los niños y siempre son un éxito. Un saludo afectuoso.

Por razones obvias, la educadora que me envió el mensaje me dio permiso para publicarlo, pero me pidió no mencionar nombres. 

Poco tiempo después, tuve la suerte de recibir otro correo dentro de esa tónica. Copiaré aquí un fragmento:

Señor Pelayo… Yo tuve un niño muy especial. Se creía perrito y gateaba por la sala ladrando, la verdad, los compañeros no le hacían mucho caso, se escondía en el estante a dormir o llorar. Yo lo atendía como psicopedagoga en el colegio. Él estaba en 3ero básico, pero a penas leía. Tenía dificultades sociales. Nunca hacía las tareas y al final los profesores lo dejaban ser dentro de la sala de clases. Así, hasta que comencé a trabajar con él y empezó a tomar más confianza. Me lo llevaba al aula de recursos para que hiciera algunas tareas y aunque buscaba las actividades más lúdicas, se aburría. Yo no conseguía que se interesara por leer. Hasta que por sugerencia de la misma educadora que le escribió contándole su anécdota, comencé a leerle chistes del libro. Después de eso le encantó tanto que quería hacerlo solo. Nos leía toda la tarde, feliz de la vida. Y aunque leía mal, los entendía perfecto. Lamentablemente, su madre se lo llevó del colegio el año pasado. No podría asegurar si tenía algún síndrome, porque su madre no estaba muy comprometida con su educación.

Aprovecho la ocasión para agradecer de nuevo a esa dos educadoras por contarme sus experiencias y provocarme tanta emoción al leer sus mensajes.

Como es evidente, con estos ejemplos se demuestran los enormes beneficios de un libro de chistes. Ya con lo visto hasta aquí se justifica estar siempre recopilando chistes del folklore oral infantil -y crearlos- para armar un libro, o hacer o buscar libros de humor gráfico para niños.

Pero no nos quedemos solo en lo que le puede aportar a los niños con dificultades. Doy fe de lo importante que ha sido también en la motivación lectora y lograr el hábito lector en niños “que odian leer”.

He escuchado de boca de muchos niños que leer chistes “no es leer”, porque leer es muy aburrido y pesado; en cambio con los chistes se ríen, sienten placer, así que para ellos eso hace la diferencia. Esa fue la causa de que se me ocurriera crear el Programa “Gracias por Leer”, de motivación lectora a través del humor.

Con ese tipo de libros los hago reír, creamos juntos otros chistes tanto escritos como dibujados. Los escritos son de forma fija como “los colmos”, “¿qué le dijo?”, “¿cómo se llama la obra?”, “¿en qué se parece?”, “tantanes”, “ayer pasé por tu casa”, rimas, adivinanzas, trabalenguas, retruécanos y muchos juegos de palabras más. Hago que los lean en voz alta y en silencio, les enseño lectura teatralizada, les cambiamos los finales, practicamos juegosen base a los chistes leídos, etcétera, y después de todo eso, pasamos a libros con historias breves que contengan chistes. Más tarde a libros de relatos más extensos, también con chistes. Acto seguido, los voy llevando a lecturas de libros humorísticos, pero ya sin chistes obvios, y de repente están, sin darse cuanta ellos, leyendo libros de literatura (según su edad, su maduración y sus gustos, obvio).

Puedo decir con orgullo que he conseguido -con esos libros de chistes tan menospreciados-, que muchos niños sean actualmente buenos lectores.

Y por último, para redondear la respuesta a la pregunta que titula estas reflexiones, deseo decirles a todos los adultos que no sólo los niños deben disfrutar de esos chistes blancos, inocentes, infantiles. Los mayores también. Porque no sólo es importante leer y no sólo es importante que mejoren los niños con dificultades, también es necesario y fundamental que se rían en familia, entre amigos, por razones de salud, de higiene mental, de calidad de vida, como pueden ver en este mismo sitio web. Y eso lo brinda un libro de chistes para niños.

 

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Fábula No. 13

a1a.jpegFábula del cerdo y el hortelano

Faenábase el maese verdulero en su huerta de él, como érase su costumbre, cuando un joven cerdo, ya entradito en lodo, dejose de engordar tras la cerca aledaña al hortelano, y dirigiose a éste:

-¡Hey , buen  vecino! ¿Puedo hacélore a su merced una consulta, por favor?

El cansadolo y sudorosolo cultivador, dejose de quitar las malas hierbas de alrededor de unos retoños de acelga, lo mirose y asiéntole con su cabeza de él.

-¿Sabiole usted por qué tengo queste hoyo debajo de mi colita? –quiso saber el cochino chancho, señalánsose el trasero.

-¡Porque si lo tuviereis en el lomo serías una alcancía, marrano imbécil! –respondióle maese hortalizano y continusele con su esforzádala laborla.

 

 

Moraleja: 

No mires la paja en el hoyo ajeno. El huerto al hoyo y el vivo al pollo. El que pregunta y pregunta… es al que le toca jugar. Si ves el hoyo de tu vecino arder, pon el tuyo en remojo.

 

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El Chiste (No. 7) "El plagio en su creación"

descarga.pngEl humorista argentino-español Darío Adanti, acaba de publicar un artículo muy interesante y simpático. Aquí un par de fragmentos de ese texto:

“Quiero denunciar aquí que el señor Joaquín Salvador Lavado, alias Quino, me ha estado robando mis mejores chistes durante décadas. Y no hablo de su célebre Mafalda, no, hablo de sus chistes recopilados en cualquiera de sus veinte libros publicados de humor gráfico.

Cada vez que se me ocurre un chiste soberbio, aquel que convertirá toda mi obra anterior en meros errores, busco en sus 20 libros de humor gráfico y descubro que dicho chiste ya fue hecho, y de forma mucho más fina y certera, por el mentado señor Quino. Así que aquí dejo asentada esta denuncia. Quizá mañana la justicia tome en cuenta los postulados de la física cuántica y el hecho de que el tal Quino los haya hecho en tiempos anteriores no le sirva como coartada para librarse de ser condenado por plagiar lo mejor de mi obra jamás realizada”.

Muy ingenioso, ¿no es cierto? Pues si cito estos párrafos aquí, es porque se trata de un punto polémico siempre entre los creadores en general y entre los humoristas en particular. Por supuesto, me puso a reflexionar.

Muchas veces hemos escuchado o leído un chiste, o lo hemos visto dibujado o actuado y nos hemos preguntado “¿este chiste yo lo conocía o era uno parecido?”. Sin embargo, aparece como original, ya que está firmado por un creador o supuesto autor.

A veces los creadores de humor no tienen escrúpulos y toman un chistepopular, anónimo, y lo hacen suyo, sin señalar que es una recopilación –algo muy válido y necesario también.

Y están los que se aprenden un chiste que hizo o creó alguien y lo cuenta, escribe o dibuja por ahí, como si fuera de su propia cosecha.

Y están los que toman el chiste que les llega por cualquier vía y le hacen una mínima variación, como para justificar el plagio, diciendo que es una coincidencia porque “se parecen, pero no son iguales”.

También sucede que algunos “chistosos” no se apropian descaradamente de la autoría del chiste de otro, pero tampoco dan el crédito del verdadero autor y dejan pasar el asunto y el que piense que es de él, que lo piense, “¡pero que conste que yo nunca dije que era mío!”.

Claro, hay veces que la mente te traiciona. Uno ve un chiste que le gustó y pasa el tiempo y de repente te viene la idea de ese chiste como si fuera original. O también pasa que uno duda si tu idea es original o ya la vio o escuchó; en fin, todo se le enreda en la cabeza.

Voy a contar la siguiente anécdota para ilustrar un poco otro aspecto de plagio, o de supuesto plagio.

En 1985, cuando el grupo argentino Les Luthiers fue a Cuba, después de una de sus funciones, el reconocido humorista Virulo, como Director del Conjunto Nacional de Espectáculos de Cuba, los invitó a una especie de homenaje que les quiso hacer, junto a muchos colegas del país y personalidades importantes. Éramos alrededor de cien personas en La Sala Atril del Teatro Karl Marx. Y Les Luthiers tuvo la amabilidad de hacer varios números de su repertorio allí, fuera de la formalidad escénica que los caracteriza. Fue algo impresionante. Entonces, a Virulo se le ocurrió que nosotros, La Seña del Humor de Matanzas, a un año de nuestra fundación; es decir, siendo aún unos principiantes, deberíamos subir a escena y mostrar algo de nuestro repertorio delante de ellos y de tanta gente “Vip”. Nos pusimos muy nerviosos, obvio. Y se nos ocurrió lo siguiente: Aramís y yo escribiríamos un breve texto improvisado ahí mismo, estilo telegrama (cuando aquello no existían los e-mails), dirigido a Les Luthiers y que lo leyera el actor y humorista chileno Jorge Guerra. Si nosotros, escondidos entre el público, veíamos que los miembros del grupo argentino se reían con el texto, entonces sí actuaríamos, de lo contrario no. Virulo aceptó y Jorge Guerra leyó aquel papelito. Como se rieron bastante, nos vimos en la obligación de actuar. Por suerte, ya que salimos airosos de aquello y significó mucho para nosotros. Entonces, más tarde, hablando informalmente con Marcos Mundstock, uno de los más cómicos miembros de Les Luthiers, yo le digo que si le había gustadoel chiste “tal” que pusimos en el telegrama. Y ese gran profesional me dijo que ese chiste lo habían usado ellos en un espectáculo hacía años. Yo quedé paralizado, pensando que ellos creyeron que nosotros los habíamos plagiado (a pesar de que no hacía ni un año que conocíamos a ese grupo). Le pedí disculpas de manera algo torpe y me respondió algo que nunca olvidé: “¡no, no te preocupes, a cualquier tonto se le ocurre el mismo chiste!”

Y después mi experiencia en el oficio le dio la razón.

Conclusión:

-Hay que crear siempre, y tratar de ser original, sin pensar que alguien inventó el chiste antes. “Ya casi todo está inventado”, dicen algunos.

-Hay que ser respetuoso y dar crédito si el chiste es de otro. Me molesta mucho esos que copian con gran frescura mis chistes en Internet y lo reproducen así, sin más ni más, creyéndose con derecho a usar mi creación como si fuera patrimonio de todos. Y ojo, me encanta que se difunda mi obra, que la copien y reproduzcan, pero por favor, que me den crédito, porque logran el mismo efecto y a mí me estimula más continuar creando.

-No hay que plagiar. Y no solo porque no es honesto hacerlo, sino también porque más tarde o temprano te pillan y tu obra se verá muy dañada, porque pondrán en duda el resto de tus creaciones.

En fin, me uno al humorista autor del artículo que mencioné al inicio: cuando me llega un chiste buenísimo, la primera sensación y pensamiento es, “¡por qué no se me ocurrió a mí!”. Pero como no fue así, mi deber es estar agradecido de las genialidades de esos grandes creadores de humor y admirarlos, honrarlos y respetarlos siempre, mientras me esfuerzo por ser cada día mejor en mi creación.

 

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Fábula No. 12

abaaa.jpegFábula de la mosca y el caballo

Íbase una mosca cabalgando ha toda brisa sobre las ancas de un brioso corcel, cuando de repente, comenzose a gritarle al equino a todo pulmón “¡Deteneos!” “¡Parad” “¡Parad!”.

Asustándose, la noble bestia giróse su cabeza de él, para preguntarle a la mosca: “¡Válgame dios! ¿Qué os sucedeis, histérica mosca?”

La mosca, con sus patas tapándose el rostro, respondióle: “¡Es que por mirar hacia delante, se me ha metido un mosquito en el ojo, maese caballo!”

 

Moraleja:  

El ojo de mosca lo engorda el caballo. Ojo por ojo y mosca por mosca. No van lejos los de adelante si los detrás abren bien los ojos. Primero pasa un caballo por el ojo de una aguja que un mosquito por el ojo de una mosca.

 

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