Este breve relato está en mi libro de cuentos "Hamor y Umor". Ojalá les guste. (El libro está en amazon.com).
Manolo se adelantaba, y Nuria lo seguía... Ella entonces corría, y él la alcanzaba...
Sí, a ellos les gustaba dar largos paseos, ya tarde en la noche, por las calles desiertas y mal alumbradas. Y jugaban, como niños traviesos, a romper el silencio, a cruzar esas calles, de acera a acera, en zig zag, o a desafiar la mala suerte asustando a un gato negro. A veces, llegaban a la plaza y miraban al fondo de la fuente pidiendo apasionadamente un deseo: "queremos estar siempre unidos".