Mi amigo Enrisco publicó en su blog y en FB un texto sobre el humor cubano y las variaciones de calidad que ha tenido desde el año 80 hacia nuestros días. Nos etiquetó a casi todos sus colegas para que lo leyéramos y comentáramos.
Así encuentro este primer comentario (sólo seleccioné algunos para que se pudiera entender mi participación):
Luis Casacó II: Muy buen racconto... Somos de la generación que disfrutó el mejor humor hecho en la Isla luego de la llegada del castrismo... Pero creo que todo comenzó con la visita de Les Luthiers y el impacto que causó entre los universitarios de entonces...
Y también señaló aquí el comentario del amigo y colega Ulises:
Ulises Toirac: Todo comenzó con Virulo. Les Luthier lo llevó a la estratósfera, pero no olvidar.
Y antes de entrar yo en el debate, me interesa mostrar aquí una respuesta de Enrisco:
Isabelmepidióqueteentregaraestacarta/Mamáquierecomprarseunablusa/JuanesmejorquePedro/Yotengomuchahambre/Ellossenieganavenir/Nosotroscumplimoslasmetas/Nohaymaleenesoquehaces.
Únete a esta cadena de oraciones para que se mejore
el pobrecito lenguaje (oral y escrito) de estos tiempos.
Tercer Capítulo: LA CALIGRAFÍA.
Guión literario.-
Tuga escribió unas notas en el computador, pero no sólo se demoró por escribir con dos dedos, sino porque lo que le salía escrito en pantalla era para reírse. Por ejemplo, “Séyica” por “Yesica”. Él estaba conciente de que eso es un trastorno y tiene el nombre de disgrafía, pero no le dio importancia, ya que se lo achacó a su poquitín de apuro en escribir, para llamar urgente al próximo paciente. Y eso fue lo que hizo, prendiendo el intercomuncador.
-¡Yésica!
-¡Aquí, Yésica! ¡Cambio!
-¿Cómo?
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