Pelayaserías - Blog de Pepe Pelayo
Expongo en seminario sobre la comedia. Bogotá
La Semana Cómica es una importante evento que se realiza en Bogotá. Este año será online. Pues me invitaron a exponer el día 16 a las 6 pm (hora de Colombia). Tiene el patrocinio de la Universidad El Bosque y participarán varios colegas más de Hispanoamérica. La programación está en el afiche. Me pidieron que hablara sobre nuestro sitio de consulta humorsapiens.com, cosa que me pudo muy contento.Otro cuento serio de bufones
Ahora que está de moda censurar el humor para satisfacer la dictadura de algunas minorías fanáticas, sale en mi sección quincenal de la publicación española mundiario.com, un cuento de bufón sobre el tema. Copio aquí el cuento...
Érase una vez, hace más o menos equis años y en un lugar en Google Maps, el bufón Jiribillo feliz y realizado de tanto hacer reír al Rey y sus Corte en los palacios, como a los habitantes de las aldeas del Reino, con su forma inteligente de hacer humor.
Pero su vida cambió cuando cierto día el Rey lo llamó a solas.
—Jiribillo, acabo de recibir a una delegación de sacerdotes, donde me piden que no hagas más chistes sobre ellos, ni sobre la iglesia. Me argumentaron que si el vulgo se ríe de la religión, después no temerán a dios, no obedecerán y se irán al infierno. Los entendí y ya ordené un bando donde prohíbo ese tipo de chistes y no solo a ti, sino a todos mis súbditos.
Al bufón le dolió, porque nunca hacia humor para ofender a la iglesia, aunque sí le gustaba criticar los mal hecho por la Inquisición, la corrupción de algunos obispos, etc.. Pero tuvo que acatar, por supuesto.
Al otro día el Rey lo volvió llamar en privado.
—Jiribillo, hoy tuve una audiencia con los Caballeros de la Corte, porque al enterarse del bando que ordené, también exigen que no hagas chistes sobre ellos, porque si el vulgo se ríe de sus autoridades, no los respetarán y no podrán gobernar bien. Los entendí y ordené un bando donde prohíbo ese tipo de chistes y no solo a ti, sino a todos mi súbditos.
El bufón se molestó, porque también dejaría de hacer su sátira a lo mal hecho por muchos de esos Caballeros, sus abusos de poder y otras cosas. Pero no dijo nada, por supuesto. Sólo acatar.
Al mediodía siguiente de nuevo el Rey lo llamó en solitario.
—Jiribillo, acabo de salir de una reunión con los altos mandos militares. Me pidieron que dejes de hacer también chistes sobre ellos, porque si el vulgo se ríe de la casta militar, nunca podrán imponer el orden, ni obedecerán cuando los enrolen en sus filas, etc.. Yo los entendí, ya que eso puede pasar. Entonces ordené un bando donde prohíbo ese tipo de chistes y no solo a ti, sino a todos mis súbditos.
El bufón no sólo se enojó, sino también se entristeció. Cada vez se le achicaba más el campo para hacer su humor satírico. Pero no le quedó más remedio que acatar.
Esa tarde el Rey lo llamó a sus aposentos con urgencia.
—Jiribillo, los señores del gremio de los mercaderes vinieron a rogarme que dejaras de hacer chistes sobre ellos. Arguyeron que si el vulgo se ríe de ellos, no respetarán el comercio, el valor del dinero, el pago del diezmo, entre otras cosas. Les encontré razón, así que ordené un bando donde prohíbo ese tipo de chistes y no solo a ti, sino a todos mis súbditos.
El bufón ni siquiera habló. Salió disparado a caminar para desahogar su ira, pero al final tuvo que acatar, como siempre.
Cuarenta y ocho horas después, el Rey una vez más lo llamó a solas.
—Jiribillo, he tenido unas cuantas audiencias. Los médicos con sus enfermos, las damas de la Corte, las mujeres del pueblo, las prostitutas, los jueces, los campesinos, los niños y las nodrizas, los criadores de animales, los artistas, los brujos y brujas, los magos, ¡hasta los borrachos y los amantes infieles! ¡Todos! Me pidieron que no hagas más chistes sobre ellos. Y argumentaron muy bien, te confieso. Así que he ordenado un bando donde prohíbo todo tipo de chistes y no solo a ti, sino a todos mis súbditos.
El bufón quedó paralizado, boquiabierto. Incluso se sintió enfermo. Ya no podía hacer sátira, tampoco ni siquiera humor blanco. Pero no había nada que hacer.
En poco tiempo, en todo el Reino se formaban largas filas de cortesanos en los palacios y de pobladores en las plazas de las aldeas, para que Jiribillo, el bufón, les hiciera cosquillas. Una nueva necesidad que surgió debido a lo aplastante de la vida en esos lugares
Y desde esa época, los nacidos y criados en ese Reino se les distingue por su pequeño cerebro y su alma simplona.

Mi opinión: A 5 años de la partida de Daniel
Dentro de dos días, el 21 de agosto, se conmemora un aniversario más de la partida de un grande del humor de todos los tiempos. Como sé que las redes se llenarán de homenajes, quiero hacerle el mío ahora, tranquilo, porque ese día será triste para mí, estoy seguro. Tuve la enorme suerte en mi vida de conocer en persona a uno de mis Ídolos en el humor, a uno de mis Maestros. Tuve la suerte de que viera mi trabajo. Pero tuve mucha más suerte de que llegara a ser uno de mis mejores amigos. De esos de verdad, de los que se cuentan lo bueno y lo malo de esta vida.Ahora siento pena de nuevo.
Solo compartiré con ustedes, amigos míos, algo que me caló hondo y que sucedió hace 5 años y unos días.
Una mañana suena el teléfono y era él. Me dice que ya no puede seguir respondiéndome mis correos, que los últimos él se lo dictaba a su hija desde la cama para contestármelos y a continuación me cuenta cómo se resquebrajaba su salud. Me quedé congelado. Entendí que se estaba despidiendo. Fue muy fuerte. No lo podía creer. Como tengo por costumbre, evado los malos pensamientos para no sufrir antes de tiempo. Y aunque de vez en cuando me llegaban esas nubes oscuras a mi mente, no fue hasta el día 21 agosto del 2015 que se me produjo el total impacto emocional al enterarme de su muerte.
Estábamos en la Universidad de Córdova, en su querida Argentina precisamente, y acababa yo de exponer en un Seminario Internacional sobre Teoría del Humor en el que estaba invitado, cuando llegó la noticia. Interrumpí entonces la ponencia de una colega, les informé a los presentes de lo ocurrido y pedí un minuto de silencio. Pensé que era el mejor homenaje en ese instante, que se recordara su memoria, su legado, en el silencio de los estudiosos del humor, en el mismo campo donde él había pasado a la Historia.
Gracias, Daniel, por tu talento descomunal y tu extraordinario valor humano.

Boletín Humor Sapiens de agosto / 2020

Salió ya nuestro Boletín Humor Sapiens correspondiente al mes de agosto. Y además de Homenajes a humoristas, noticias, curiosidades, efemérides, hitos de la Historia del humor, etc., etc.. Pero eso no es todo. Hicimos lo mismo que pintar la casa, cambiar los muebles, comprar otros adornos y hasta ampliarla con nuevos espacios. Es decir, la remodelamos un poco. ¡Y pronto abriremos nuevas secciones!

Pongo el grito en el cielo
Pongo "el grito" en el cielo, porque me espantan, me horrorizan, me aterran, los seres humanos que ven que están repletas las terapias intensivas, que ven que muere la gente (da igual si son 100 o 1000) y sigan en su inconsciencia de no usar mascarillas, de no respetar las distancias sociales, no obedecer todas las medidas. A causa de esas irresponsabilidades y de las malas decisiones de ciertas autoridades, esta pandemia no termina. Ya se están viendo los rebrotes en varios lugares "normales".
No quisiera que esos irreflexivos e ignorantes muriesen ni mucho menos, pero sí que agarren el virus y pasen un susto.
Poesía humorística en habla hispana
En estos días se cumplen dos años del nacimiento del libro "Antología de la poesía humorística española", de la Editorial española Verbum. Entre los autores que ahí aparecen estamos mi gran amigo y colega Ruben Aguiar y yo con nuestro poema "Este cuento se acabó". Alguien que quiero mucho me dijo que, como marketing, pusiera al lado de la imagen del libro las fotos del Índice, con los nombres de los demás autores.
Me refiero a Arcipreste de Hita, Cervantes, Quevedo, Lope de Vega, Góngora, Campoamor, Valle-Inclán, Alberti, Jardiel Poncela, Machado, Samaniego y muchos más. No lo hago porque me da vergüenza, pero además, no se lo merecen.
Amigos, yo estuve con ellos en una reunión y la mayoría me trató con miradas de envidia, así que ¡para mí están muertos!
Y sin pedirle permiso a Rubencito (sé que estará de acuerdo conmigo, porque él confía en mí, pero sobre todo porque ya lo hicimos una vez), les subo aquí nuestro poema, el mismo que se siente asustado entre las obras de esos monstruos de la poesía humorística en habla hispana.
ESTE CUENTO SE ACABÓ
Lo creas o no lo creas,
por oscuras o por claras
ocurren cosas muy raras
aunque tú nunca las veas.
No importa que no las leas,
da igual que nadie las cuente:
suceden... y de repente
el mundo, tan bien que iba,
se pone patas arriba
y ya todo es diferente.
Lo que te voy a contar
lo sé de primera mano.
Fue en un tiempo muy cercano
pero en remoto lugar.
Un pueblo sin ubicar
en ningún mapa o novela,
humilde como una abuela,
con un alcalde muy serio
y un parque y un cementerio
y una iglesia y una escuela.
Y justo en la escuela fue,
en un patio tan pequeño
que si te venía el sueño
tenias que dormir de pie.
Oh, eso es broma; pero sé
que lo que allí sucedió
fue tan tremendo que no
se volverá a repetir
y nunca lo vas a oír
si no te lo cuento yo.
Era un día que auguraban
rutinario hasta el mareo.
Dos chicas en el recreo
unas selfies se tomaban.
Ante su tablet posaban
burlonas y distraídas
Cuando de pronto, salidas
del artilugio, escucharon
unas risas que dejaron
a ambas chicas sorprendidas.
Y escucharon asombradas,
avanzando poco a poco
de un sonreír de sofoco
a risas descontroladas.
Reír de duendes y de hadas,
tan lejos y tan cercano,
puro reír, puro y sano,
perfección desconocida,
una risa no reída
jamás por un ser humano.
Fue entonces que, de repente,
las amigas no podían
parar de reír... Reían,
reían continuamente.
Sus amigos, simplemente,
al verlas reír, rieron
sin saber ni cuales fueron
las causas, sin qué decir,
sólo pudieron reír
de tanta risa que vieron.
Así, en menos de una hora
ya reía, contagiado
en pleno, el profesorado
y la grave directora.
Incluso la profesora
de Compostura Aplicada
debido a una carcajada
que no pudo controlar
se le enganchó en el collar
la punta de la papada.
Allí la risa fue tal
que en unos pocos instantes
supieron que nunca antes
lo habían pasado igual.
Ni tras el turno final
de clases enmudecieron.
Y cuando a casa volvieron
entre enormes risotadas
sus familias, contagiadas
toda la noche ¡RIERON!
Cuentan que, de tanta risa,
un pariente se orinó
y a otro se le cayó
la dentadura postiza.
Que alguien manchó su camisa
con lágrimas de los ojos.
De otros saltaban los piojos
por el reír sacudidos.
Hasta quedarse dormidos
todos con los dientes flojos.
Fue sólo mientras dormían
que se dejó de escuchar
la risa en aquel lugar.
Pero, aunque ya no reían,
dicen que todos tenían
la cara muy relajada
y poco disimulada
debajo de la nariz
una sonrisa feliz
dulcemente dibujada.
Cuando alumbró la mañana
el sol con su primer rayo
en vez de cantar, el gallo
se rió de buena gana.
Una alegría temprana
sobre el pueblo se expandió
cuando todo el que rió
ayer también hoy reía
y a todo aquel que lo oía
de risas contaminó.
Tal y como se desborda
un manso río crecido
inundó al pueblo el rugido
de una risa Grande y Gorda.
Pero no una risa sorda
o desfachatada, no
de carcajadas, sino
otra que ya se verá...
muy poco de ja ja ja
y nada de jo jo jo.
Daba igual la situación:
en la calle, en los mercados,
en chancletas, castigados
leyendo esta narración,
reían sin excepción
secretarias de oficina,
filósofos de cantina,
policías prisioneros,
sindicatos sin obreros,
superhéroes con inquina,
nuevos pobres, viejos ricos,
mafiosos insobornables
políticos y tachables,
bailarinas y musícos
(perdónenme los critícos
de la Academia Española
si la rima me obligola.)
Reían su mar de empeños
bajo una ola de sueños...
la risa sobre la ola.
Como la lluvia al caer
refresca fértil el monte,
transparenta el horizonte,
borra lo sucio de ayer,
la risa tiene el poder
de poner luz en lo oscuro,
hacer blando de lo duro,
combinar sal y dulzura,
es lluvia de olvido y cura
de insensatez el futuro.
Y por ello el pueblo entero
desde unas risas enormes
se olvidó de los informes,
las proclamas, el dinero,
de la palabra extranjero,
los proyectos malogrados,
de los malintencionados
discursos, las dictaduras,
las intenciones oscuras,
los concursos amañados,
los idiomas, sus barreras,
el temor a envejecer,
las miserias del poder,
las caricias traicioneras,
de las crisis financieras,
las promesas incumplidas,
las ilusiones perdidas,
los intereses mezquinos,
las riñas entre vecinos,
las familias divididas...
Y cambiaron muchas cosas...
Ya no le echaba el lechero
agua a la leche. El trampero
no hacía trampas maliciosas.
Ahora las viejas chismosas,
ya sin lenguas viperinas,
no cuchicheaban dañinas
en su diario cotorreo
sobre qué hacía Morfeo
abrazando a sus vecinas.
Ahora de reírme tán
se me traba la memó
trato de contar la histó
y sin querer me atragán
Tras la risa viene el llán
se dice, pero esta rí
cambia todo tan de prí
que en pequeños y mayó
en señoras y señó
la maldad se paralí…
De noche, cuando las brujas
y los fantasmas salían
a meter miedo, sentían
frustración, como burbujas
si las pinchas con agujas,
con las escobas dobladas,
las sábanas estrujadas
y ganas de reventar:
porque en lugar de asustar
provocaban carcajadas.
Todo rasgo de maldad,
todo gesto de egoísmo
desapareció, lo mismo
que el odio y la soledad.
La risa puso bondad
en las almas que reían.
Y ya nunca más serían
en el pueblo indiferentes
a las penas de otras gentes.
Los viejos tiempos morían.
Pero eso no fue el final.
Resulta que en ese instante
partía un circo ambulante
de gira a la Capital.
Y la risa partió igual
junto con la comitiva:
un payaso, una atractiva
bacteria, un tragacamiones,
un domador de melones,
un catador de saliva,
el perro del hortelano,
un escorpión buenagente
un murciélago vidente,
un escipión africano,
una vaca comepiano,
un detector de vejigas,
veinticuatromil hormigas,
un virus estomacal,
una verruga imperial
y un bicho con dos barrigas.
Llegaron de madrugada...
riendo… y sin descansar
decidieron levantar
la enorme carpa y la grada.
La pista quedó montada
ya a punto de anochecer.
Se aprestaban a ofrecer
¡una función nunca vista!
¡Todo vendido! ¡En la pista
no cabía un alfiler!!
Y aunque aquel circo no fuera
ni famoso ni gigante,
un circo es siempre elegante
y es noticia dondequiera.
Y la Capital entera
supo que, aún con lleno pleno,
esa noche en el terreno
de una circense función
no hubo modo ni ocasión
de concretar el estreno.
Se supo de un incidente
al momento de empezar:
Un León fue a presentar
la Gran Función a la gente...
Saludó... mas, de repente,
¡en vez de rugir, rió!
y el público, que escuchó
risas en vez de rugido,
¡se rió con tanto ruido
que la carpa se cayó!
Se cuenta que hubo un intento
de reparar lo ocurrido:
el público dio un soplido
hacia arriba... ¡y al momento
la carpa se abrió!.. (Yo cuento
lo que cuentan por ahí…
Ya ni sé si lo creí,
si fue cierto o lo inventé...
sólo supe y sólo sé
¡lo mucho que me reí!)
El público que asistía
no paraba de reír
y ávido de compartir
por Facebook Live transmitía.
Lo que en el circo ocurría
invadió la red social,
Instagram, cada Canal
de Youtube, Whatsapp completa...
De pronto en todo el Planeta
la Risa se hizo Viral.
Sabidos y sin saber,
con razones y sin ellas,
Internetllos e Internetllas
riendo a más no poder
se lanzaron a leer
el Twitter del Presidente:
“PARA TODO SER RIENTE
ALERTA ¡RISA MUNDIAL!
SUSCRÍBASE A MI CANAL
Y KUÍDESE KADA DIENTE”
Se creó una comisión
de Académicos y Sabios
Peritos Antirresabios
para estudiar la cuestión.
Fue pronta la conclusión
del Ilustre Tribunal:
“Ser or not Ser es igual
a Reír or not Reír:
¡Conseguimos descubrir
la Risa Filosofal!”
Y tanto convulsionaba
el Planeta con la risa
que hasta un ovni, que sin prisa
cerca de allí merodeaba,
se estremeció. No lograba
el piloto extraterrestre
comprender. Y la celeste
tripulación al partir
decidió “Habrá que abducir,
nos cueste lo que nos cueste”
Mientras esto sucedía,
abajo, dando traspiés,
con el sombrero al revés
un borracho se reía.
No escuchaba, no veía
y no se enteró siquiera
cuando bajó una manguera
del cielo y lo succionó
y al platillo lo subió
sin preguntar ni quién era.
Y sucedió que en la nave
al completar la abducción
la intrusa tripulación
se contagió con la grave,
natural, constante, suave
risa que aquel ciudadano
de aquel planeta lejano,
en aquel justo momento,
con aquel encantamiento
reía como un enano.
Tras el trance divertido
de acabar, en su pesquisa,
abducidos por la risa
de quien habían abducido,
rumbo a lo desconocido
del espacio sideral
partió la interestelar
nave de aliens fisgoneros
mutados en misioneros
hacia un destino especial.
Con diez antenas por banda,
risa en popa, a toda mecha,
un ovni como una flecha
por el firmamento anda.
Lleva un tesoro que agranda
el tesoro de vivir.
Y en risueño ir y venir
riega, derrama, propone
la risa al cosmos y pone
todo el cosmos a reír.
La risa inundó planetas,
galaxias y nebulosas,
estrellas voluminosas,
constelaciones, cometas,
agujeros negros, grietas
de tiempo, astros, meteoritos,
luceros, uranolitos,
satélites, planetoides,
soles, lunas, asteroides,
multiversos inauditos…
Cada habitante que en cada
planeta la recibía
entregado sucumbía
en mágica risotada.
La risa desparramada
todo el espacio inundó.
Toda enfermedad curó.
Puso paz donde había guerra...
Y entonces llegó a la Tierra
donde vivimos tú y yo.
La risa para llegar
no tuvo prisa ninguna.
Mirando desde la Luna
tramaba dónde brotar…
¿Dónde? Pues ponte a pensar…
¡Un pueblito de novela
humilde como una abuela,
con un alcalde muy serio
y un parque y un cementerio
y una iglesia y una escuela!
Justo la escuela eligió:
al ver dos chicas posando
y ante una tablet muequeando
la Risa misma rió.
Por la tablet se coló
su reír poco a poquito…
Y ya saben... del pueblito
al circo, a la capital,
al borracho, a la espacial
nave… y hasta el infinito.
Así como la serpiente
se muerde su propia cola,
retorna a la mar la ola
y vuelve el agua a la fuente,
ya la risa eternamente
retorna en ciclo a su gloria.
No es de un fallo en la memoria
ni es de reír sin parar
que no haya modo de hallar
dónde comenzó esta historia.
Risa es dúo, es amistad,
es yunta, pareja, manos,
es dos, es tres, es hermanos,
es el todo y la mitad,
es compañía, ciudad,
orillas, labios, soporte,
es tú y yo, nosotros, norte
y sur, controversia, pies,
es alas, espejo, y es
que te quieran y te importe.
Más, contarlo es otra cosa.
Aún más contarlo en un verso.
La Risa es un Universo
que en Universos retoza.
Se hizo este cuento sin prosa.
Único cuento que no
acaba ni comenzó
porque es de seguir riendo
pues no termina diciendo
“Este cuento se acabó”.


