Tomamos a la ciudad de Haifa como centro de operaciones de buena parte del recorrido que hicimos por el norte de Israel. Está a 90 kilómetros de Tel Aviv y erigida en el Monte Carmelo (donde los cristianos aseguran que se apareció la Virgen del Carmen y donde en el Siglo XII se fundó la Orden de los Carmelitas) y donde también existen unas cuevas declaradas Patrimonio de la Humanidad.
Haifa es la tercera ciudad más grande Israel. Me encantó. Limpia, ordenada, vistas fantásticas desde cualquier punto y una bahía preciosa. Hay un Metro, que es único en Israel. Se trata de un funicular subterráneo sobre rieles. Tiene dos universidades respetables a nivel mundial: la de Haifa y El Technion y posee el puerto más importante del país.

De las grutas de Rosh Hanikra enfilamos hacia Acre (como Akko se conoce en la Biblia). Es una ciudad de Israel a orillas del Mediterráneo. Una de las ciudades más antiguas del mundo. Fue fundada en 1,500 a.C. Ha estado en poder de los asirios, de Alejandro Magno, los ptolomeos (que la salpicaron toda), el imperio romano y el bizantino. Después los cruzados y los mamelucos. Y hasta Napoleón la asedió, pero no pudo conquistarla. Después, los ingleses plantaron aquí. Y por último, Israel la conquistó.
Sus acreedores… (no sé cuál es el gentilicio de Acre) son mayoría judíos y minoría árabes que conviven en bastante tranquilidad. En las fotos se ve lo anterior.

Estuvimos frente a la famosa Mezquita de Jezzar Pasha del Siglo XVIII y frente a la Sinagoga Or Torah, particularmente bella.

De Cesárea, nos fuimos a conocer las grutas de Rosh Hanikra al norte de Israel, pero siempre por el Mediterráneo. Es una acantilado de piedra caliza muy blanca. La acción del mar hizo con el tiempo esas cavernas de 200 metros caminables. Pero hay otro túnel enorme creado por los ingleses en 1943, para unir El Cairo, Haifa y Beirut y así acceder mejor desde Europa a Egipto y a toda la zona. Pero en la guerra, el ejército israelí dinamitó un punto para que los árabes no pudieran entrar a sus territorios a través de él.
Antes sólo se podía llegar a estas grutas por buceo, pero en la actualidad el público accede por un teleférico.

De Jerusalem parto fácil, como parto natural, hasta llegar a Cesárea. Es la histórica Cesárea Marítima, una ciudad construida en honor al emperador Cesar Augusto en las orillas del Mediterráneo. Hoy tiene mucho valor arqueológico. Fue declarado Parque Nacional. Conserva ruinas romanas, bizantinas y de las cruzadas. Visitamos un acueducto romano y un anfiteatro, mandado a construir por Herodes. Todo precioso, todo impresiona.

Estas fotos son de nuestro recorrido a pie por toda la ciudad vieja de Jerusalem. Lo mismo por el barrio árabe, que por el judío, que por el cristiano. Me empapé de historia, me empapé de espiritualidad y me empapé de sudor, porque el calor era aplastante.