Hoy vi un fragmento del programa "Pasapalabra" de Chile. Le preguntaron a un concursante "Comienza con U y es una obra de Tomás Moro". Uno de los panelistas rápidamente contestó: "¡Unamuno!".
En el primer segundo me reí. Incluso pensé que era un chiste, ya que el panelista es comediante. Pero enseguida me di cuenta de que respondió en serio. Ahí me levante y me fui sintiendo vergüenza ajena.
Pero no sentí vergüenza por su incultura. Cualquiera puede desconocer que "Utopía" es una obra de Tomás Moro. La ignorancia no es pecado, ni uno se puede burlar de eso, porque no sabe el por qué una persona es ignorante, ya que quizás lo sea sin tener culpa.
No, sentí vergüenza porque respondió con aire de que sabía. Y hay que ser "carepalo" para eso. Porque la pregunta era sobre una obra; por lo tanto, es demasiado absurdo contestar con el nombre de una persona. Miguel de Unamuno no es una obra. Y más aún, Tomás Moro nació en Londres, Inglaterra, en 1478 y Unamuno nació en Bilbao, España, en 1864.
¿Cómo es posible equivocarse tanto con eso? La única respuesta es el atrevimiento de hablar sin saber que produce la poca importancia que se le da al conocimiento, a la cultura.