Pelayaserías - Blog de Pepe Pelayo

Embrollos semánticos y "traducttore traditore" en el Humor Gráfico

—La “caricatura” se traduce al inglés como “cartoon”. Es que al inicio se dibujaban en cartón las caricaturas. Pero sabemos que la caricatura también se traduce como “dibujo animado”, algo que me parece muy confuso, ya que los verdaderos dibujos animados son los que vemos en obras audiovisuales (TV, cine, video), donde esas caricaturas se animan, se mueven. Ya sé que usa “dibujo animado” como sinónimo de dibujo divertido, pero no debería ser, por lo antes expuesto.

—Una “tira cómica” es una obra breve de pocas viñetas (una “viñeta” es una obra de un solo dibujo). Se le llamó “tira”, porque se publicaban varios dibujos en forma horizontal, como una tira. Después se hicieron verticales las tiras y hasta 2 encima y dos debajo, etc. Ok, pero, ¿puede una tira cómica no ser cómica? Pues sí. Y si es drama o tragedia, o poética o de ciencia ficción, etc., ¿por qué no llamarla “tira” sin el apellido cómica entonces?

acaptu.png—Se le llama “comic” en inglés, aunque sea una obra dramática o una tragedia (o sea, de argumento “serio”). Y se le llamó “comic”, porque en sus inicios eran historias cómicas nada más. Las historias “serias” nos robaron el término.

 

—En español se le llama “historieta” (o “tebeo”), lo mismo sea cómica, drama o tragedia. Debería llamarse entonces “historieta cómica”, si es humorística, pero no es así.

—Se clasifica como “historieta” (cómica o no), por su volumen; es decir, si es larga la historia. Pero nadie sabe cuán larga debe ser para que sea historieta. Debería ser toda obra más extensa que una tira cómica, ¿no es cierto? Sé que la suma de varias tiras cómicas forman una historieta. Pero, ¿cuántas tiras se necesitan entonces?

—Para colmo, se traduce al inglés “historieta” como “cartoon” (Ver la imagen que acompaña este texto). Se enreda más todo, porque ya vimos que “caricatura” también se traduce como “cartoon”, ¿en qué quedamos?

—El “humor gráfico” —para decirlo de manera sencilla—, es una obra visual en una superficie plana, ya sea un dibujo, un grabado, una foto, un fotomontaje, etc. Sin embargo, muchos concursos hacen sus convocatorias de humor gráfico y solo admiten caricaturas dibujadas, como si las otras modalidades no fueran humor gráfico. O convocan concursos de caricaturas y envías una caricatura personal y jamás ganas. Debes esperar a uno que convoque la modalidad de caricatura personal.

—¿La caricatura, la caricatura personal, la tira cómica y la historieta cómica son subconjuntos del amplio paraguas llamado humor gráfico? Creo que sí, pero hay quien piensa que no.

Resumen, esta reflexión la hice en vano, porque nada cambiará, todo ese embrollo de conceptos y esas traducciones inexactas continuarán igual.

Pero me da lo mismo perder el tiempo en estas cosas, porque amo el humor gráfico como sea y me entretengo mucho pensando hasta por gusto en este gran arte.

Minidebate sobre el humor cubano en los años 80

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Este texto lo publiqué hace tiempo, pero ahora registrando lo vuelvo a ver y como se cumple este año el 40 aniversario de la fundación de mi querido grupo La Seña del Humor de Matanzas, me pareció adecuado y conveniente recordarlo.

MINIDEBATE SOBRE EL HUMOR CUBANO DE LOS AÑOS 80

Mi amigo Enrisco (uno de los grandes humoristas cubanos), publicó en su blog y en FB un texto sobre el humor cubano y las variaciones de calidad que ha tenido desde el año 80 hacia nuestros días. Nos etiquetó a casi todos sus colegas para que lo leyéramos y comentáramos.

Así encuentro este primer comentario (sólo seleccioné algunos para que se pudiera entender mi participación):

LUIS CASACÓ II: Muy buen racconto... Somos de la generación que disfrutó el mejor humor hecho en la Isla luego de la llegada del castrismo... Pero creo que todo comenzó con la visita de Les Luthiers y el impacto que causó entre los universitarios de entonces...

Y también señaló aquí el comentario del amigo y colega Ulises:

ULISES TOIRAC: Todo comenzó con Virulo. Les Luthier lo llevó a la estratósfera, pero no olvidar.

Y antes de entrar yo en el debate, me interesa mostrar aquí una respuesta de Enrisco:

ENRIQUE DEL RISCO: Para mí Virulo era Dios cuando niño y en la primera peña que leí en publico fui invitado muy amablemente por él, pero el impacto y la huella de Les Luthiers fue mucho mayor. Sin el apoyo institucional del CNE poco se hubiera podido hacer, pero el tipo de humor que se hacía era muy distinto. Y Virulo muy generosamente lo entendió así: esa generación venía con un espíritu muy distinto.

Esto fue lo que comenté entonces.

PEPE PELAYO: No estoy de acuerdo con que la causa fundamental del surgimiento de aquel supuesto "movimiento" del nuevo humor cubano de los años 80 fuera la visita de Les Luthiers. Hay que agradecerle con el alma a Virulo, obvio, por el apoyo que nos dio a todos, pero mi visión de la razón del nacimiento de esa "belle epoque" del humor es otra.

ENRIQUE DEL RISCO: Explíquese, porque no recuerdo otro grupo cubano (La Seña del Humor, mi grupo) que se le acercara más a la propuesta tan compleja de los argentinos. Y no hablo de imitación sino comunidad de espíritu.

PEPE PELAYO: No me es fácil explicarme por varias razones. Una, el humor que hacía Virulo y el Conjunto Nacional de Espectáculo no era lesluthesiano. Los textos que hacía Carlos Ruiz eran más rupturistas, como los artículos de Zumbado, así como las obras de algunos colegas del Dedeté. Cuando en 1983 Aramís, Moisés y yo, a través del novio de Zulema Cruz que era primo de Moisés, le llevamos a las oficinas del CNE a Virulo una pieza llamada "El Madrino" (parodia de la película El padrino), escrita "lesluthesianamente", éste, al leerla, nos aconsejó que la montáramos nosotros, porque no era el perfil del CNE. Esa noche Zulema nos llevó a casa de un amigo de ella, que después se hizo amigo nuestro, un socio que le decían "El Muppets", en el Vedado, que tenía un casete de cinta pegada por varias partes con scotch tape y nos mostró por primera vez a Les Luthiers. Nunca lo habíamos visto o escuchado. Fue algo increíble porque ahí estaba lo máximo del tipo de humor que nos gustaba y que ni siquiera estábamos seguro de que se podría hacer profesionalmente. Fue un gran impacto. Y por otro lado, sentir la decepción de saber que jamás íbamos a convencer a nadie -incluso ahora, después de 35 años sé que no se va a creer-, de que creamos ese tipo de humor sin conocer a Les Luthiers. En ese momento Aramís, Moisés y yo formábamos parte del grupo "Tubería de 1/2 pulgada" y publicábamos una página dominical del suplemento cultural "Yumurí" del periódico "Girón" en Matanzas. Y en enero del 84, al cumplir un año y celebrarlo, invitamos y fueron a Matanzas Virulo, Zumbado (que nos publicó un artículo en Bohemia), más Zulema Cruz y el difunto Eduardo Rómulo. Nosotros casi actuamos (ahora vendría ser una presentación casi al estilo stand up comedy, pero leyendo). Y Virulo y Zumbado nos volvieron a insistir que actuáramos nuestros textos, incluyendo a "El Madrino". Ese día nació La Seña del Humor de Matanzas. Hasta ese momento en escena solo estaba el CNE de Virulo (ese año, en su gran espectáculo "La esclava Vs El Árabe" habían dos números escritos por nosotros), más algunas cosas críticas que se hacía en Teatro Estudio (con Trompoloco, etc.) y en Teatro Musical, más las cosas aisladas en TV y los cuentachistes en centros nocturnos. Entonces, ese año 1984 aparecimos esporádicamente en TV y en las peñas de la Sala Atril, etc., con nuestro humor "lesluthesiano" y en 1985, con el apoyo y la dirección de Virulo, se estrenó en el Karl Marx "Jaguar you Claudio", escrito totalmente por nosotros y donde fue "oficialmente" nuestra "presentación en sociedad". A partir de ahí -según nuestro criterio-, los muchachos comienzan a ver ese tipo de humor bien rupturista y hecho por jóvenes recién graduados de diferentes carreras universitarias, que no estudiaron actuación y actuaban, que no eran profesionales de la comedia y la hacían y que provocaban risas entonces con algo tan cercano, tan "humano" y que ellos vieron que podían hacerlo, ¿por qué no? Y comenzaron a surgir los grupos escénicos. Fíjate que no digo a imagen y semejanza de La Seña, porque ninguno otro grupo optó por el formato de Compañía completa de nosotros, donde los actores hacían la música, el guión, diseñaban y dirigían todo ellos mismos, con formato de espectáculo, no de recitales. Surgieron según sus condiciones, Nos y Otros apoyados en sus textos, porque eran buenos escritores, Sala Manca apoyados en sus actuaciones porque eran troncos de actores, La Leña escribiendo y actuando según sus características, etc, etc. Y digo que surgieron después de la "aficionada" Seña, porque -repito, el CNE eran artistas profesionales, lejos del mundo aficionado de esos estudiantes universitarios o recién graduados. Y Tampoco quiero decir aquí que el supuesto "Movimiento" que surgió después de La Seña, llegó de la nada. Para mí se estaba incubando a causa de varias cosas como el declive del humor escénico y televisivo, las ganas de decir cosas nuevas, los universitarios que estudiaron carreras que no les gustaban, el débil porvenir que veían en sus carreras como profesionales, más la llegada de Virulo con su gente (Zumbado, Carlos Ruiz, etc.) y su interés por ayudar a esos aficionados, así que todo lo anterior y la chispa de La Seña que sirvió de ejemplo, destapó la olla del surgimiento de grupos y solistas que hizo que esos años 80 fueran extraordinarios en el humor. Esa fue la Historia que viví yo y que vivimos en La Seña y otros colegas de varios grupos. Por todo lo anterior es que afirmo que la llegada a Cuba de Les Luthiers no fue lo fundamental para el nacimiento de lo que se produjo en los años 80. Disculpa, Enrisco, por la extensión.

ENRIQUE DEL RISCO: Muy bueno tu comentario. Me lo leí enterito, algo que me cuesta trabajo acá en FB. Incluso antes de saber quiénes eran Les Luthiers todos nos nutríamos de algo. Yo, por ejemplo, escribí en la Lenin parodias de “Galileo Galilei” de Bretch y cosas por el estilo y luego mandé algo al concurso Behmaras que no cogió nada y me acuerdo que mis referentes eran los hermanos Zucker (los de “¿Dónde está el piloto?”), Monthy Pyton, Zumbado, el propio Behmaras y claro que Virulo, pero de alguna manera todo eso nos empezaba a quedar chiquito. Sentíamos que había que hacer algo más y Les Luthiers (a quienes no vi cuando fueron a Cuba, como no vi ni “La esclava contra El Árabe”, ni “Jaguar you Claudio), ya eran un producto elaborado y completo que le abría caminos a muchas posibilidades. Y luego ver la Seña, Nos y Otros o La Leña, fue también tremendamente revelador. Pero por mucho que uno quiera agradecer a los precedentes, el movimiento del 80 era muy distinto a todo lo que se había hecho hasta entonces: en sentido escénico, en referencias, en la concepción del humor, en el sentido crítico, en una mayor libertad de todo tipo, etc..

PEPE PELAYO: Te dije que muchos no creen que hacíamos ese tipo de humor antes de conocer a Les Luthiers, pero es la verdad. Por eso mismo te creo que hacías lo mismo antes de conocerlos. Te diré más sobre eso: Daniel Rabinovich me dijo varias veces que les impactó mucho a ellos ver en Cuba a un grupito de provincia hacer un humor en su frecuencia. Fue cuando actuaron en la Sala Atril en una recepción que les brindó Virulo y que La Seña actuó después de ellos. Sobre estos temas hablamos mucho con Daniel y jamás me dijo que en tantas y tantas ciudades de América Latina y de España, donde ellos se han presentado, ha surgido una especie de "movimiento" o algo parecido como lo sucedido en Cuba. Por eso digo que pudo haber influido la visita de Les Luthiers, claro, pero no fue ni cerca lo más importante para que nacieran aquellos grupos en los 80. Ya dije lo que pienso al respecto.

Y se me olvida algo: en nuestra vida en el humor durante los años 80, tuvimos varios personajes en contra de lo que hacíamos y precisamente por el estilo "lesluthesiano" nuestro. Por ejemplo, el señor Enrique Nuñez Rodríguez cada vez que podía, se molestaba en decir en público que lo nuestro no servía porque no era "humor cubano". También nos criticó Silvio Rodríguez públicamente. Claro, esto último lo sentimos como un honor viniendo de ese señor. En cuanto Nuñez Rodríguez, fue presidente del jurado en el primer concurso de humor literario Juan Ángel Cardi (1990 ó 1991, no recuerdo) y el día de la premiación, en la Bienal de San Antonio, entregando los premios Armando Hart, Núñez Rodríguez iba abriendo los sobres y enterándose ahí mismo de los verdaderos nombres detrás de los seudónimos que él y los demás jurados premiaron y para su sorpresa, mención en cuento fue para la Seña (yo), mención en Poesía fue para la Seña (Pible), primer premio en artículo para la Seña (yo), compartido con otro artículo escrito por La Seña (Pible y yo), y primer premio en ensayo también para La Seña (Pible y yo). Con ver su cara premiando a los que criticaba por hacer humor "no cubano" me bastó para olvidarme del asunto.

ENRIQUE DEL RISCO: El fenómeno Les Luthiers (del que me entero un poco tarde) influiría menos a la hora de hacer humor que en la confianza que le daba a uno en lo que estaba haciendo. Saber que había gente que estaba haciendo algo parecido a un nivel muy alto, muy bien acabado y encima tenían éxito. Eso me paso luego también con varios grupos cubanos con los que me identifiqué de inmediato. es un poco como lo que paso con Oscar D'Leon. No le enseñó a nadie a tocar música, pero les dio más confianza en el camino a seguir. Porque la verdad es que con poquísimas excepciones a nivel estético estábamos muy solos. Y sin hacerse el intelectual. Mi parodia de Bretch se llamaba "Galileo y el masarreal".

ENRIQUE DEL RISCO: Y la verdad Pelayo, te agradezco muchísimo participar en este intercambio. Yo te veía haciendo de Roberto Roberto y me preguntaba "como puede?"

PEPE PELAYO: Estimado amigo, aún no tengo respuesta para ese punto de que si Les Luthiers se ha presentado en decenas y decenas de ciudades del mundo hispanoparlante y no ha provocado el surgimiento de tantos seguidores, ¿por qué sí sucedió en Cuba? Mi opinión sobre eso ya te la di, pero nadie está seguro de nada.

PEPE PELAYO: Y el agradecido soy yo, por propiciar tú estos espacios de intercambios de opiniones sobre el humor, algo tan fundamental para mí, como sabes. Y que conste que la admiración es mutua (sin ningún rastro de guataquería, como dices).

Mi fotomontaje en el Melaíto de junio

amela_0.jpegYa salió la edición del Melaíto, publicación humorística cubana, correspondiente al mes de JUNIO, donde aparece mi sección fija "La esquina de Pepe Pelayo", como siempre en la página 6.

Aclaro: mi fotomontaje está dentro del rectángulo en la parte superior derecha. El resto de la página son obras del equipo del Melaíto y otros colaboradores.

Gracias, a mi amigo Martirena por enviarme siempre la novedad.

Nuevo artículo donde me citan

acap.pngUn excelente artículo ha sido publicado hoy en "El Calafate", firmado por el escritor, articulista, conferencista y humorista literario, el argentino Alejandro Rojo Vivot.

En él, el autor me cita -muy generosamente-, con unos breves párrafos de mi libro "Teoría Humor Sapiens".

Se lo agradezco sinceramente y les recomiendo a mis seguidores su artículo sobre el gran humorista gráfico Quino y su obra.

https://ahoracalafate.com.ar/contenido/23782/apuntes-ciudadanos-cuanta-bondad

Embrollos semánticos y "traducttore traditore" en el Humor Gráfico

acaptura_de_pantalla_2024-06-25_a_las_10.02.38.png—La “caricatura” se traduce al inglés como “cartoon”. Es que al inicio se dibujaban en cartón las caricaturas. Pero sabemos que la caricatura también se traduce como “dibujo animado”, algo que me parece muy confuso, ya que los verdaderos dibujos animados son los que vemos en obras audiovisuales (TV, cine, video), donde esas caricaturas se animan, se mueven. Ya sé que usa “dibujo animado” como sinónimo de dibujo divertido, pero no debería ser, por lo antes expuesto.

—Una “tira cómica” es una obra breve de pocas viñetas (una “viñeta” es una obra de un solo dibujo). Se le llamó “tira”, porque se publicaban varios dibujos en forma horizontal, como una tira. Después se hicieron verticales las tiras y hasta 2 encima y dos debajo, etc. Ok, pero, ¿puede una tira cómica no ser cómica? Pues sí. Y si es drama o tragedia, o poética o de ciencia ficción, etc., ¿por qué no llamarla “tira” sin el apellido cómica entonces?

—Se le llama “comic” en inglés, aunque sea una obra dramática o una tragedia (o sea, de argumento “serio”). Y se le llamó “comic”, porque en sus inicios eran historias cómicas nada más. Las historias “serias” nos robaron el término.

—En español se le llama “historieta” (o “tebeo”), lo mismo sea cómica, drama o tragedia. Debería llamarse entonces “historieta cómica”, si es humorística, pero no es así.

—Se clasifica como “historieta” (cómica o no), por su volumen; es decir, si es larga la historia. Pero nadie sabe cuán larga debe ser para que sea historieta. Debería ser toda obra más extensa que una tira cómica, ¿no es cierto? Sé que la suma de varias tiras cómicas forman una historieta. Pero, ¿cuántas tiras se necesitan entonces?

—Para colmo, se traduce al inglés “historieta” como “cartoon” (Ver la imagen que acompaña este texto). Se enreda más todo, porque ya vimos que “caricatura” también se traduce como “cartoon”, ¿en qué quedamos?

—El “humor gráfico” —para decirlo de manera sencilla—, es una obra visual en una superficie plana, ya sea un dibujo, un grabado, una foto, un fotomontaje, etc. Sin embargo, muchos concursos hacen sus convocatorias de humor gráfico y solo admiten caricaturas dibujadas, como si las otras modalidades no fueran humor gráfico. O convocan concursos de caricaturas y envías una caricatura personal y jamás ganas. Debes esperar a uno que convoque la modalidad de caricatura personal.

—¿La caricatura, la caricatura personal, la tira cómica y la historieta cómica son subconjuntos del amplio paraguas llamado humor gráfico? Creo que sí, pero hay quien piensa que no.

Resumen, esta reflexión la hice en vano, porque nada cambiará, todo ese embrollo de conceptos y esas traducciones inexactas continuarán igual.

Pero me da lo mismo perder el tiempo en estas cosas, porque amo el humor gráfico como sea y me entretengo mucho pensando hasta por gusto en este gran arte.

 

Reseña a mi libro "Tenía que decirlo", por Enrique Gallud Jardiel

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Pepe Pelayo: «Tenía que decirlo», Humor Sapiens, Santiago de Chile, 2024, 200 págs.

Lo que Pepe Pelayo tenga que decir sobre cualquier tema aquí o en otros lugares de las galaxias conocidas es siempre motivo de gran interés, así es que hace mal en elegir un título tan justificativo para su libro, con el que parece que se disculpa. ¡Claro que tenía que decirlo! ¡Y hace muy bien diciéndolo! Lo que los hombres sabios piensan y las conclusiones a las que llegan son cosas que no se deben callar, sino que existe la obligación ineludible de compartirlas con el resto de los mortales para ilustrarles y ayudarles a aprobar esa asignatura tan difícil que es la vida.

Hay otras razones. Como dijo el gran Juvenal: «Es difícil no escribir sátiras». Ya entonces en su tiempo el mundo era asqueroso y la realidad daba a los sensatos enormes ganas de protestar y despotricar. Mucho más hoy en día. Así es que entendemos perfectamente este desahogo con el que el autor ha tenido a bien regalarse, porque su nivel humano y literario se lo permiten de sobra.

Pelayo es un gran bufón y empleo esta palabra como uno de los mayores elogios que conozco, porque dedicar tu esfuerzo a divertir a los demás —como él ha venido haciendo durante tantos y tantos años— es una de las labores más meritorias que pueden realizarse en el tercer planeta, entrando a la derecha. Y privilegio de los bufones es poder decir siempre la verdad, esa verdad que otros supuestamente más arriba en la escala humana y más cercanos al poder no se atreven a decir y muchas veces ni siquiera se plantean decir. Pelayo ha escrito este libro muy en serio y como una recopilación de opiniones propias. Yo lo veo y lo considero como una recopilación de verdades aplicables a todos.

Unos cincuenta temas del máximo calado integran este volumen y sobre cada uno de ellos Pelayo ahonda, proporcionándonos claves para mejor entenderlos. Son en su mayoría lacras sociales, de esas tan perniciosas y que no hemos sabido remediar en los últimos treinta o cuarenta siglos (no hablo de antes, porque en aquella época yo era muy pequeñito y no lo recuerdo bien). El autor, extremamente consciente de la importancia de estos males, explica las causas con su personalísima interpretación y sugiere remedios eficaces para muchos de ellos, por más que yo sea un tanto pesimista y crea que la naturaleza humana misma nos impedirá aplicarlos, porque nada gusta tanto a la gente como ver sufrir al vecino y nadie parece angustiarse o preocuparse por una docena de guerras más o menos, mientras estas guerras no mermen su comodidad.

Son los problemas eternos del hombre, que hacen reaccionar a las personas sensibles e inteligentes: el nacionalismo, las dictaduras, el terrorismo, la violencia, la migración, el racismo, la superstición, el bibliocausto, los odiadores, los pedófilos, la intolerancia, la prostitución, las «fake news», las drogas, la ignorancia y muchos otros (no es cuestión de dar el índice completo). Cuestiones todas ellas que son causa de debate, de polémica y hasta de enfrentamiento, pero que también generan reflexión, que es la única herramienta de la que disponemos para ir acabando con estos defectos de nuestro entorno.

A pesar de la seriedad del contenido, Pepe Pelayo es maestro de la palabra y sin tener que recurrir a su querido humor sabe cautivarnos con su prosa y su estilo. Ya coincidamos con sus opiniones o no lo hagamos, la lectura de su prosa es un placer intelectual del que no deberíamos privarnos.

Y, finalmente, en estos tiempos de tiquismiquismo —permítaseme el neologismo—, de corrección política extrema, de mojigata censura y de cobarde autocensura, tiene mucho más valor que nunca el hecho de que alguien dé su parecer con honestidad e intensidad sobre los malos tiempos en los que le ha tocado vivir. Pelayo lo ha hecho. ¡Bien por él!

Nace mi libro No. 78

tapafinal.jpgAcaba de salir a la luz (y no por estar en un apagón), mi libro No. 78. Lo titulé “Tenía que decirlo” (Ediciones Humor Sapiens, 198 páginas).
Es muy especial para mí, ya que es el primero que no es de humor, ni sobre humor.
Se trata de una recopilación de breves artículos sobre conceptos como: patria, terrorismo, dictadura, guerra, violencia, fanatismo, xenofobia, nacionalismo, migración, prostitución, ignorancia, estupidez humana, lo políticamente correcto, felicidad y muchos más. Termina el libro con varios textos sobre la situación político-social de Cuba y de Chile, mi país natal y mi país adoptivo. Son mis opiniones, fruto de reflexiones que he ido subiendo a mis redes en el tiempo. En fin, opiniones sobre tantísimos temas, que deseaba reunir, hacerlas públicas y desahogarme. De ahí el título. Por supuesto, son posturas polémicas y sin dudas, muchos no estarán de acuerdo conmigo. Nadie tiene la verdad absoluta, pero uno de los objetivos también es provocar análisis y debates.
El fotomontaje de la portada es mío.

Para los interesados, el libro está aquí…
https://www.amazon.com/dp/B0D7BXNS4F?ref_=ast_author_dp&dib=eyJ2IjoiMSJ9.89IlT5hFbq1Jlxy27RZVDOetiBfu0y7eGWthKJpQIdxAHXTb8QdVW3tHkWc2-D4fclU-4zIs_8ezWTjaWc-88RvcSDb75lOiztZTQ2JSbmgffJMXoFv7KbSNuhoByHB6vgDdAKVzxG8q7WDIihC291fJFqkPRNzSvyDlvE1L3l1pO7Fj4oMTER3QsABioDtpNan2tjtQgPiwwBmvtqQV1YL-Q8YYgq52t_Ch4683xYc.jCG26N7_69MRuxzcr-STU29Zd-MfnjysEKX2nleiTXM&dib_tag=AUTHOR

Designación honrosa

El humorista gráfico portugués y director del Festival Internacional Escolar de Caricaturas, el amigo Ricardo Ferreira, me honró con esta designación oficial. Agradecidísimo.

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