Pelayaserías - Blog de Pepe Pelayo
Hola, adultas o adultos (porque esto no es para niños ni niñas). Este es un espacio para ustedes -ya sean jóvenes y jóvanas o muy mayores y mayoras-, pero sólo con una condición que tengan un alma infantil, porque el humor que -lamentable y felizmente-, hago, es blanco, lúdico, infantilón, absurdo, aunque de vez en cuando paso por la ironía y la sátira. Ojo, el menú de "Pelayaserías" es variado y cada sección es extensa. Por ello los invito a entrar en uno y recorrerlo hasta el final antes de "clickear" en otro, a no ser que no les de gracia, claro (si es así, no me lo digan, por favor). En fin, sean ustedes bienvenidos(as) y ojalá disfruten. Gracias por su risita. |
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No. 99
Paradoja: si los seres humanos tuviéramos dos cerebros,
muchos pensarían menos de la mitad de lo poco que piensan con uno.
¡A sacarme una muela!
Hoy tenía que ir a sacarme una muela. Ya lo hice. Y esto fue lo que sucedió:
Entré a la consulta y me senté. El medico me dijo que abriera la boca y dijera “AAAAA”. Lo hice y me dijo que necesitaba un ENJUAGUE VOCAL, porque tenía la “A” poco clara.
Le pedí que se ciñera a mi problema de la muela y me echó de allí, mandándome a la consulta de enfrente, porque él era otorrino.
Entonces entré a la consulta correcta y me senté. El odontólogo me abrió la boca con sus manos y como buen mastodontólogo que es, me la abrió tanto que se me trabó la mandíbula.
Así le fue fácil sacar mi muela. Como era la del juicio, lo hallé culpable y le dije mil cosas en su cara, aunque fue solo en mi pensamiento, ya que con la mandíbula así no podía hablar.
Traté de huir, pero me puso una de sus enormes rodillas en mi estómago. Le susurré con mi boca abierta que su conducta no era correcta y que yo no merecía tal tratamiento. Y parece que entendió otra cosa, porque comenzó a hacerme un tratamiento de conducto.
No pude más y en uno de mis movimientos intentando liberarme, choqué accidentalmente con su codo y se me rompió la mayor parte de los dos incisivos frontales de arriba.
Ahí quise pedir ayuda y pude balbucear el nombre de Reina, porque así se llama mi prima, la que me acompañó, pero el mastodontólogo no entendió y al escuchar Reina, me puso una corona en cada diente.
Terminé con mi dentadura bastante dañada y adolorida, pero lo peor fue cuando me pasó la cuenta de sus honorarios. Me dolió hasta el estómago.
Nunca más por mis dientes iré a un dentista.
Y nunca más por mi estómago iré a un estomatólogo.
El Rey Pelayo
Mi tío Don Pelayo, ese visigodo que fue Rey de Asturias y sacó a los invasores musulmanes de toda la zona (actual España), se estudia en las escuelas de Siria, por ejemplo, como "el asno incivilizado de las montañas que derrotó a los musulmanes". Como sucede en muchos países de este Planeta, la Historia es teñida de nacionalismos, chovinismos, xenofobia, etcétera. ¿Así que mi tío es un "asno incivilizado" solo porque derrotó a los imperialistas de esa época, invasores de sus tierras? (Ojo, yo conocí a mi tío y era un poco incivilizado, sí, pero estaba en su derecho a rebelarse contra los colonialistas y ocupantes por la fuerza de su tierra, ¿no es cierto?).
En fin, eso de manipular la verdad histórica es lavarle la cabeza a los niños, sembrando un tipo de odio que solo trae más desgracias.
Recuerdo que cuando regresaba de una batalla, me traia un alfajor y me despeinaba un poco la cabeza al decirme: "deja la tontería esa de escribir y hacer chistecitos y aprende a manejar la espada, Pepito".
Quizás por ello es que a veces uso la pluma como arma contra el fundamentalismo y la imbecilidad humana. Claro, casi nunca me sale bien, según mi opinión, pero se hace lo que se puede.
¿Sabia Ud. qué...? No. 2 (*)
El origen de la pantorrilla.
En la Antigüedad, los bárbaros que vivían alrededor de la península de Crimea usaban algo parecido a la prenda de vestir que conocemos en la actualidad como pantalón. A diferencia de los toscos bárbaros, el resto de los hombres que vivían en esos tiempos usaban las viriles y masculinas togas y túnicas con bragas o calzones debajo.
Con el devenir de los años, la moda para hombres fue experimentando, inventándose la túnica ceñida, más tarde se popularizó la túnica hasta la cintura y bajando hasta los tobillos por un solo pie, pero los resfríos acabaron con esta modalidad.
A esta altura se crearon los bombachos. Una pieza que se separó de la túnica y se utilizó para cubrir la parte de abajo del cuerpo. Se amarraban a la cintura por arriba y primero a las rodillas por debajo, hasta que siguieron creciendo hacia el sur y finalizaron amarradas al tobillo. Acto seguido se liberaron las ataduras de los tobillos, pero aquello duró poco por el incremento de pacientes hombres en las consultas de traumatología, al pisarse frecuentemente los bombachos y caer.
Al fin llegamos a los pantalones. Se le llamó así por el personaje Pantaleón de la Comedia del Arte, que vestía siempre esa prenda.
El pantalón cubre ambas piernas, hasta el metatarso más o menos. Primero se le consideró exclusivo del hombre, como era costumbre desde los bárbaros. Lamentablemente, costó mucho para que las mujeres lo usaran. Las calificaban de marimachas o prostitutas cuando se los ponían en público. No así para los niños que enseguida usaron pantalones cortos a medio muslo, a la rodilla y a media pierna, según la época y el clima y el presupuesto de los padres.
Pero, a principios del siglo pasado, el ejército británico comenzó a usar unos pantalones cortos, los cuales llamaron bermudas, por la base naval situada en la isla del Caribe del mismo nombre (siguiendo esta lógica, es probable que las tropas francesas en Brasil inventaron el brassiere). Por supuesto que fue solo para hombres, excepto si las mujeres las exhibían en las playas. La bermuda llega hasta la rodilla, dejando el resto de la pierna desnuda. Por suerte, la mentalidad conservadora fue vencida por las buenas piernas de las mujeres (lo que los liberales denominaron “tener buena pata”).
Sin embargo, lo que se desconoce es que mucho antes de generalizarse el nombre de bermudas, popularmente se le llamó “pantalón hasta la rodilla”. Después se acortó la frase como siempre sucede y quedó en “pantalón rodilla”. Terminando la degradación del argot popular en la palabra compuesta: “pantorrilla”.
Cuando se impuso el término bermuda, continuó entonces llamándosele “pantorrilla” a la parte carnosa y abultada de la pierna, a causa también de la exquisita exhibición femenina de esa parte.
Fin
(*) La ausencia de tilde en la palabra “sabia” del título de esta sección es adrede. Se refiera se esa manera a la persona que adquirirá más sabiduría al leer este estúpido texto de pretensión cultural.
¿Sabia Ud. qué...? No. 1 (*)
El origen de Canguro.
El famoso inglés Sir Preston Claxon, el hombre que en su época de simple marinero de la Armada Británica destinado a Australia, descubrió y bautizó con el nombre de "canguro" a ese curioso animal, explica en sus memorias las aventuras que rodearon a ese importante hecho histórico.
Navegando por Internet, me topé con ese escrito y aquí copio textualmente el fragmento más relevante.
(…) Ya no recuerdo bien, pero me parece que fue entre 1768 y 1771. Ese día el “Manchester City”, mi querido buque, ancló en la bahía de Sydney en el continente australiano.. El viaje desde Londres fue muy agitado y la última comida (un cebiche preparado un mes antes de salir el barco) me cayó mal. Por eso al tocar tierra, en vez de ir directo a las barracas, corrí como un loco hacia los matorrales. Y allí, agachado haciendo mis necesidades, lo vi. Como a quince metros se encontraba un enorme ratón casi tan alto como yo. No lo podía creer. Pero lo raro no era sólo el tamaño, ¡de su estómago salía la cabecita de otro ratón! Sin embargo, lo que me dejó realmente pálido y boquiabierto fue el descomunal salto que dio cuando vio aparecer a un aborigen entre la espesura.
Por estar tan impresionado del salto de aquel animal, no me percaté de la llegada del nativo. Al hacer conciencia de la situación peligrosa en que me encontraba, me entró un escalofrío que recorrió mi columna vertebral, saliendo por más abajo de mi espalda, aprovechando mi posición de cuclillas.
Mi arma había quedado a más de un metro y calculé que si me lanzaba a recogerla, él podría llegar primero y quién sabe lo que podría ocurrir. Pensé en gritar, pero sabía que había corrido muy lejos para hacer mis necesidades; además, los refuerzos llegaría tarde, sin dudas. Por lo tanto, no me quedó más remedio que esperar mi destino ahí, con mis piernas ya dormidas por la posición.
Al rato, el aborigen dio una vuelta a mi alrededor, olfateó fuerte a mis espaldas y corrió hasta sentarse en una piedra frente a mí, con los ojos demasiado abiertos para mi gusto. Le miré lo más natural que pude y haciendo como si no le tuviera miedo, le pregunté cómo se llamaba aquel ratón.
“Kan Ghu Ru", me respondió. Y por mucho que insistí, siempre me repitió ¡Kan Ghu Ru, Kan Ghu Ru!.
Después de comprobar aliviado que el salvaje australiano era pacífico, también aliviado terminé de hacer mis necesidades y me alejé del lugar dejándolo impresionado por lo que hice.
Por muchos años he repetido esta historia mil veces por toda Inglaterra y sólo hace poco me di cuenta de que yo fui el causante de que a esos grandes ratones se les conozca hasta hoy con el nombre de “canguros” (o Kan Ghu Ru, como repetía siempre aquel nativo).
Bueno, también me enteré que Kan Ghu Ru, en lengua aborigen, quiere decir: “no le entiendo”.
Fin
(*) La ausencia de tilde en la palabra “sabia” en el título de la sección es adrede. Se refiera de esa manera a la persona que adquirirá más sabiduría al leer este estúpido texto de pretensión cultural.
No. 124
El 88% de los habitantes más pobres cree que hay corrupción en el país...
¡¿Dónde carajo vive el 12% restante que no sabe eso?!
No. 13
A mí sí me importa un comino... y también un pepino y un rábano.
Incluso me importa un carajo. Todo me importa.
Budín y Pudín en... "La reunión" (Historieta)
(Los personajes son idénticos, pero Budín es un calvo con barba encrespada y Pudín es un lampiño de cara con melena encrespada).
CUADRO No. 1.-
BUDÍN: Toma
PUDÍN. ¿Qué tomo?
BUDÍN: Te cito para una reunión.
PUDÍN: No, prefiero cafecito.
CUADRO No. 2.-
BUDÍN: Entonces, ¿cafecito con brazo de reina?
PUDÍN: No, mejor un pie de rey para tomar las medidas.
CUADRO N0. 3.-
BUDÍN: ¡Loable!
PUDÍN: Mejor no lo hable y sírvalo todo junto en la reunión.
BUDÍN: Es cierto, ¡en la reunión está la fuerza!
CUADRO N0. 4.-
Se ve a los dos personajes caminando, alejándose en lontananza.
CUADRO No. 5.-
Se ve a los dos personajes levantando la línea del horizonte para pasar por debajo.
(NOTA DEL EDITOR: los lectores congestionaron las redes sociales y salieron a la calle a machar, exigiendo un segundo número de la historieta).
No. 119
Fidel exigió que lo cremaran. Reconozcamos que fue consecuente.
Tal como hizo en el poder, evitó siempre que se lo comieran "los gusanos".
Claro, por ello ahora la historia "absorberá" sus polvos...
(por suerte, porque si no lo hace Maradona que se quedó sin su líder).
No. 118
Error Flynn fue un galán de Hollywood que se equivocaba mucho en sus películas.
Elbis Presley era un cantante ícono norteamericano que al final repetía siempre su presentación a exigencia del público.
Grieta Garbo fue una actriz sueca-usa que al llorar actuando les provocaba una abertura alargada y con muy poca separación entre sus bordes en el alma a sus fans.