Pelayaserías - Blog de Pepe Pelayo
En rigor humortis: "¿Reír es una profesión?"
Cuando la devastación de Judea, el profeta Jeremías cuenta que el pueblo hebreo –a solicitud de su dios-, llamó a lloronas (conocidas como “lamentatrices”). Después esa costumbre se extendió a griegos y romanos. Incluso se sabe que se practicaba en el Antiguo Egipto también. Con el tiempo a las mujeres con ese oficio se les llamó plañideras. Sabemos por la literatura que en España fue muy popular. Y en Inglaterra hay empresas especializadas en ese mercado.
Las plañideras van a los velorios o ritos fúnebres a llorar. Pero no sólo eso, estudian al muerto para demostrar que lo conocían bien y entre llanto y llanto les comentan a sus vecinos de asientos las virtudes del difunto, sea estas reales o no.
Son solo mujeres, supongo que porque dan más confianza. Un hombre llorando a mares así, no es muy creíble.
Pues la Humanidad evoluciona y en estos tiempos contamos con reidores profesionales. Y con una diferencia, se incorporaron los hombres a esta modalidad.
Los reidores pertenecen incluso a un sindicato y son contratados para reír en programas de televisión. ¿Por qué no llevan público “normal” a esas grabaciones? Porque hay que ser profesional, repito. Tienen que dominar la carcajada, la risa cómplice, la irónica, etc.. Y tienen que ser hábiles para captar el momento exacto en que deben reír. Si se adelantan o se atrasan no sirve. Y también deben ser profesionales para mantener el volumen y el tono en la misma escena, la cual puede ser grabada una pila de veces por errores técnicos o de los actores. Esto último obligó al “sindicato” a echar de sus filas a los viejos, que no tienen ya la energía para lograr esa constancia.
En fin, plañideras y reidores. Dos oficios increíbles.
Pero, si seguimos pensando en esto, llegamos a darnos cuenta de que conocíamos esos oficios de toda la vida, incluso sin tener conciencia. Por ejemplo, he sido testigo en muchos velorios de familiares de los difuntos que están callados, calmados y de pronto ven a un familiar, amigo o muy conocido que se les acerca y de repente rompen con un ataque histérico de llanto, con gritos, gemidos y sofocaciones que asustan. Cuando se alejan los recién llegados, vuelven a su silencio y calma y así sucesivamente. Es increíble. Porque sucede en muchos velorios y sin conocerse entre los protagonistas. Es como una tradición no escrita. Es otra forma de ser plañidera, ¿no es cierto?
Y por otro lado, sabemos de gente que ríe falsamente con las “gracias” de un humorista –profesional o no. Por ejemplo, alguien le hace bulling a otro y este reidor(ra) ríe desaforadamente, aun estando en contra de lo que le están haciendo a la víctima, pero “hay que reír para que no me lo hagan a mí”. Y está este otro ejemplo: un o una humorista hace sus “gracias” y muchos ríen y aplauden, aún sin estar de acuerdo con el chiste, o incluso lo hacen sin entenderlo, sólo porque ese o esa humorista tiene fama de inteligente )o seuso), o está de moda y al reír, el reidor se muestra como alguien también inteligente y cómplice del hecho “intelectual”.
Hay variados ejemplos más de llantos y risas falsos. Al estudiar la risa y sus clasificaciones (ver en humorsapiens.com), para mis Charlas Chaplin, he visto bastante risas y sonrisas de ese tipo, porque no son sanas, no producen placer y por ello las diferencio bien ante mi público cuando hago comedia, para solo estimular las otras.
De llanto no sé mucho. Ni me interesa tampoco saberlo. Excepto los genuinos llantos de risa o el verdadero llanto de dolor.
Y sobre ambas profesiones, confieso no tener nada en contra de que se cobre por mentir. Mucha gente de la farándula y la política lloran y ríen a conveniencia en los medios y la sociedad lo permite y hasta lo disfruta. Pero practicarla yo, no. Me sería muy difícil, a pesar de que lloro y río con mucha facilidad.
Conspiraciones y noticias falsas
Me cuesta mucho asimilar todas y cada una de las teoría de conspiraciones, de las noticias inventadas (fake news) y del estiércol que corre por las cloacas, que son las redes sociales. Pero lo peor es que la mitad de la población mundial –como mínimo-, y un sinnúmeros de gente supuestamente inteligente, se las tragan fácil con papas fritas y kétchup, como cualquier comida chatarra.
Y todo se avala con frases como: “hay pruebas”, “lo dijo fulano de tal, que es un experto”, “está comprobado científicamente”, “no lo quieren reconocer porque no les conviene”, etc.. Así se cuelan en los cerebros como virus y se crean mitos, supersticiones.
De niño conocí algunas. Es que mientras más atrás vamos en el tiempo, más se creía en cualquier cosa. Pero creo que eran cosas menos trascendentes y claro, había menos comunicación e información. Ahora, si se mencionaba el asunto en radio, y más aún, en la televisión, ya era una verdad absoluta. Se creía sin dudar. Por supuesto, los medios de comunicación tenían fama de éticos en esas épocas. Pero ya no. Ojo, desde la aparición de Internet todo es peor aún.
La enorme información, las opiniones, los datos (falsos o no) enredan, confunden. Y a eso agregar la mala leche de las cobardes y repugnantes bacterias que viven en las redes sociales. Por supuesto, los seres humanos necesitan creer algo que explique lo que no entienden. Los cavernícolas crearon el dios del sol y creyeron en él para justificar la falta o abundancia de lluvia. Los “internectículas” actuales hacen lo mismo. Se vuelven creyentes de los dioses "influencer" para entender lo que sucede a su alrededor. Cada día hay más información, sí, pero menos educación y menos cultura; por lo tanto, menos sabiduría. Y de esa manera florecen las conspiraciones y las noticias falsas.
Estos son algunos ejemplos:
* La "plandemia", según la cual la pandemia fue planificada para destruir a China, o al revés, creada por China para destruir Occidente.
* QAnon o Q: (abreviación de Q-Anónimo) es una teoría que detalla una supuesta trama secreta organizada por un supuesto "Estado profundo" contra Donald Trump y sus seguidores.
* En 1956 la “Sociedad de la Tierra Plana” revivió las oscurantistas teorías medievales, liderando en la actualidad el movimiento terraplanista en todo el mundo. Sus socios sostienen que existe una conspiración para ocultar que la Tierra no es una esfera y que la NASA y los cosmonautas trucan las fotos y mienten descaradamente.
* Los nazis no asesinaron a seis millones de judíos, la noción de que hubo cámaras de gas para matar masivamente es un mito, y cualquier muerte de judíos ocurrida bajo el dominio nazi fue resultado de la guerra, no de una persecución sistemática y asesinato masivo organizado por el Estado. incluso afirman que Hitler era el mejor amigo que tenían los judíos en Alemania y que trabajó activamente para protegerlos.
* Relacionado con lo anterior: un grupo de financieros judíos domina el mundo en secreto y sigue conspirando. Diseñan revoluciones, dirigen democracias y controlan los medios y los bancos.
* Variante del punto anterior: al mundo lo dirigen en secreto los masones, o las brujas, o los satanistas, o los extraterrestres, o los reptilianos o varias otras pandillas.
* No hay que vacunarse porque las vacunas son dañinas, dicen ciertas personas, cuando cada día aumenta el número de sus “militantes”. Las vacunas son peores que la enfermedad, afirman convencidos. Y estás los que por razones religiosas las rechazan también. Los beneficios de las vacunas es un invento de científicos relacionados con el negocio farmacéutico.
* El mundo se acaba entre el 2002 y 2024 (se iba a acabar en el 2020 y no lo hizo, pero igual la gente sigue creyendo en esas cosas). Ojo, J. J. Benítez asegura que se acaba en el 2027. Y hay que creerle porque es un escritor de Best Seller. Él sabe.
* Los alunizajes del programa Apolo entre 1969 y 1972 jamás ocurrieron, sino que fueron falsificados por la NASA. Por lo que los alunizajes del Apolo 11 del 20 de julio de 1969 y las siguientes misiones Apolo nunca ocurrieron, sino que fueron filmadas en la Tierra.
* Octubre de 2016. Aparece una información sobre el hallazgo de miles de votos fraudulentos en un urna a favor de Clinton en un almacén de Ohio. Noviembre 2020. Vuelve a suceder lo mismo en las elecciones donde pierde Trump. (¿Será la misma urna?).
* The Beatles nunca existieron / Paul McCartney murió en 1966 / Elvis está vivo / …un largo etcétera.
La gente que inventa todo esto, o cree ciegamente en esas causas y las defiende, me provocan una mezcla de roña con lástima. Claro que estoy por la libertad de expresión. Excepto cuando algunas de estas teorías y afirmaciones pudieran dañar a la sociedad, pudieran incentivar el odio y la violencia. Y algunas lo hacen.
Por favor, amigos, cuestiónenselo todo (lo repito siempre).
Los "anti"


Reseña del libro: "Historia cómica de la cocina"
Uno de los autores más destacados (son pocos) del llamado humor culturizado, es sin dudas el español Enrique Gallud Jardiel. Ya he tenido el honor de comentar varios de sus libros (ha publicado más de 200). Mis seguidores conocen muy bien mi opinión sobre su altísima calidad humorística. En esta ocasión me referiré a su última obra “Historia cómica de la cocina”. Pero solo voy a mencionar tres pasajes del libro, para mostrar de qué estamos hablando.
En su introducción en un momento señala:
“¿Puede hablarse de una cocina romántica? Claro que puede hablarse. Por hablar, se puede hablar de lo que a uno le dé la gana. Otra cosa es que tal cocina exista de verdad”.
También nos encontramos con refranes creados por él sobre el mundo gastronómico (aquí van 4 ejemplos):
“A falta de faisán, cómete lo primero que encuentres”.
“Cuando vayas a comer, no abras la puerta si suena el timbre”.
“Una cena sin vino es como un japonés sin cámara fotográfica”.
“Más vale comerse una cebolla entre dos que una piedra tú solo”.
Y por último, copio aquí breves fragmentos de una de sus recetas:
MERLUZA «A LA CALAGURRITANA»
La susodicha merluza es un magnífico plato casero, de los de hacer en
casa, que se puede elaborar en el hogar sin moverse para nada del propio
domicilio.
Ingredientes (solo citaré 5 para que tengan que leer el libro si les gusta):
— 2 cebollas, preferiblemente esféricas
— el suplemento cultural del ABC
— tomates en número impar (esto es muy importante)
— 2 piñones de cucharadas tostadas
— 2 pimientos rojos y verdes (o uno de cada color, que serán
más fáciles de encontrar)…
Estoy convencido de que este libro será un éxito –como nos tiene acostumbrados.
Se lo recomiendo a todo aquel que desea divertirse sanamente, sobre todo antes de que la dichosa vacuna elimine el contagio del virus (si eso es posible) y termine el confinamiento.
Ficha técnica:
Editorial: Verbum ● Colección: Ensayo
ISBN: 9788413374161 ● Precio: 17,95 euros ● Encuadernación: Rústica
Formato en centímetros: 14 x 19,5 ● Número de páginas: 174
Datos del autor:
Enrique Gallud Jardiel (Valencia, 1958) pertenece a una familia de raigambre literaria, pues es nieto de Jardiel Poncela, el gran humorista. Es Doctor en Filología Hispánica y tiene en su haber más de doscientos libros. Ha publicado, entre otras, las siguientes obras de humor: Libro de libros, Historia estúpida de la literatura, Español para andar por casa, El discurso interminable y otros cuentos de humor, Grandes pelmazos de las letras universales, Libros que no querrás leer, Majaderos ilustres, El arte de hacer de todo, Séneca, Quevedo y otros plastas por el estilo, Escritores en pijama, Historia cómica de la literatura mundial, Historia cómica de España, Gamberradas literarias, Peliculeces, Viajes chapuceros y lugares espantosos, Escritos birriosos, Historia cómica del arte e Historia cómica de la filosofía.